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viernes, 10 de abril de 2020

JUAN PABLO ABRAHAM: POEMAS


ESTÉTICA


A la hora de la siesta
con una rama pelada
cazábamos mariposas.

Si alguna caía sin herida
esparcíamos por el aire
el polvo amarillento
de las manos. Y esa era
nuestra forma elemental
de unirnos con la belleza.




LA SOLEDAD DEL PAN

Después de cena
los más unidos de la familia
eran los platos, los cubiertos y los vasos.

En cambio, el pan,
el poeta imprescindible,
luego de un beso en la frente,
era arrojado a la basura.




FLOR EN EL CEMENTO

También el tallo rompe el cemento
y crece en la calle o en una vereda
solo, con violencia, en la intemperie.
El cemento lo oprime, lo empuja
no lo quiere sobre su gris compacto.

Vos también pusiste en tu mochila
palabras y más palabras, un vientre
materno de palabras, que en las noches
rompen la cal seca de tus paredes
y crecen en torno a la ventana.




Juan Pablo Abraham

(Noetinger, Córdoba, Argentina, 1980) 

Reside en Villa María desde 1999 

Su interés por las letras comenzó a temprana edad, lo cual más tarde lo llevaría a licenciarse en lengua y literatura en la Universidad Nacional de Villa de María. En 2013 obtuvo una beca para perfeccionar sus estudios de lengua alemana en la Universität Siegen (Alemania), y actualmente se desempeña como editor en la editorial Universitaria Eduvim. En el año 2011 publicó junto a Alfredo Fraschini y Carlos Blanch el libro “Ética de los pensadores atomistas”, donde analizó y tradujo fragmentos de la obra del poeta latino Tito Lucrecio Caro. Aunque desde hace algunos años Juan Pablo es reconocido como uno de los poetas emergentes en la escena literaria Argentina, no fue sino recientemente que publicó su primer libro de poemas titulado “La soledad del pan” con Borde Perdido Editora.Este emotivo poemario lleva al lector por un recorrido hacia esas emociones que muchos comparten, con las cuales se sentirán identificados, pero que muy pocos son capaces de pronunciar en voz alta. La fatiga de la vida, el desprecio de sí mismo, la soledad en medio de la bulliciosa compañía, el inevitable proceso de hacerse ajeno de los cercanos, amar y ser amado pero nunca comprendido, el desprendimiento y la contemplación lejana de lo conocido; pero también la reconciliación consigo mismo y el retorno de la ilusión.
En “La soledad del pan” el amor aparece como un motivo para vivir, el amor a las letras, al otro, pero también el amor a la vida que termina o a la vida que comienza. El motivo de vivir queda develado entonces como un hecho externo, como una condición de dependencia pues, el motivo de vivir nunca está en uno mismo; por el contrario, se realiza en el desdoblamiento, en la necesidad de prolongarnos, de colocar en otra cosa o en otros sujetos la pesada carga de continuar aquello que no podemos o no tenemos el valor de continuar por nosotros mismos: nuestra vida, nuestras ganas, nuestra pasión, nuestra alegría, nuestra fe.
Fuente: libroemmagunst.blogspot.com / liberoamerica.com

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