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viernes, 26 de abril de 2019

MIJAÍL ZÓSHCHENKO: AMOR

El baile acabó muy tarde.

Vasia Chesnokóv, cansado y sudoroso se hallaba ante Mashenka, diciéndole con tono suplicante:
—Espere, vida mía... Espérese al primer tranvía. ¿Dónde va usted? ¡Por Dios!... Aquí podemos espesar sentados tranquilamente... Y usted se empeña... Espérese al primer tranvía, por lo que más quiera. Además, está usted sudando y yo también... Con la helada, podríamos enfriarnos...
—No —dijo Mashenka, poniéndose los chanclos—. Menudo caballero está usted hecho. No se atreve a acompañar a una dama porque hiela.
—Estoy sudando —decía Vasia, a punto de echarse a llorar.
—Ande, póngase el abrigo.
Vasia Chesnokóv se puso la pelliza dócilmente, y salió a la calle con Mashenka, cogiéndola del brazo.
Era una noche fría de luna. La nieve crujía bajo los pies.
—Es usted una damita muy intranquila —dijo Vasia Chesnokóv, mirando entusiasmado el perfil de Mashenka—. Por nada del mundo hubiera acompañado a otra mujer. Palabra, que sólo lo he hecho por amor.
Mashenka se echó a reír.
—Se ríe usted y lo toma a broma —dijo Vasia— pero realmente, Masha Vasilievna, la adoro, la amo apasionadamente. Si me dijera usted: «Vasia Chensnokóv, tiéndase en los raíles y permanezca ahí hasta que venga el primer tranvía» yo le obedecería. Palabra...
—¡Quite usted! —exclamó Mashenka—. Es preferible que observe cuánta belleza hay en torno a nosotros cuando brilla la luna. ¡Qué preciosa está la ciudad de noche! ¡Qué maravilla!
—Sí; espléndida belleza —dijo Vasia, mirando con cierto asombro los muros descascarillados de una casa—. Verdaderamente, es una preciosidad... Masha Vasilievna, también la belleza influye cuando se ama... Muchos sabios niegan el sentimiento del amor, yo no. La querré a usted hasta la muerte. Podría llegar al mayor sacrificio. Palabra... Si me mandase usted que me estrellara contra esta pared, lo haría.
—Bueno, bueno —dijo Mashenka, no sin cierto agrado.
—Palabra que me estrello. ¿Quiere?
En esto, la parejita llegó al canal Kriukov.
—Palabra —comenzó de nuevo Vasia—. ¿Quiere que me tire al canal? Diga, Masha Vasilievna. No me cree usted, pero se lo puedo demostrar...
Y, asiendo la barandilla, Vasia Chesnokóv hizo ademán de tirarse.
—¡Ay! —gritó Masha—. ¡Vasia! ¿Qué hace usted?
De repente, apareció por la esquina una sombra tenebrosa, que se detuvo junto al farol.
—¿Por qué chilláis? —preguntó la sombra, observando con atención a la parejita.
Masha, horrorizada, dio un grito, arrimándose a la barandilla.
El hombre se acercó a Vasia y lo zarandeó por la manga.
—Oye tú, idiota —dijo con voz sorda—. Quítate el abrigo. ¡Rápido!.. Como rechistes, te doy en la cabezota y te mando al otro barrio. ¿Te has enterado, canalla? ¡Quítate el abrigo!
—Es-pe-re-ee —balbució Vasia, queriendo decir con esto: «Por favor, ¿qué ocurre?»
—¡Venga! —ordenó el hombre, tirando de la pelliza.
Con las manos temblorosas, Vasia se la desabrochó y se la quitó.
—¡Descálzate! ¡También necesito los zapatos!
—Es-pe-re-ee —tartamudeó de nuevo Vasia—. Por favor... Está helando...
—¡Venga!
—A la señorita no la molesta usted. Y a mí me dice que me quite los zapatos —pronunció Vasia, ofendido—. Ella tiene una buena pelliza y chanclos...; en cambio, yo debo descalzarme.
El hombre miró tranquilo a Masha, y dijo:
—Si le quitase a ella la pelliza, tendría que llevarla en la mano, el bullo podría traicionarme. Sé lo que hago. ¿Te has descalzado ya?
Atemorizada, Mashenka miraba al hombre sin moverse. Vasia Chesnokóv se sentó en la nieve y comenzó a desatarse los zapatos.
—Ella lleva una pelliza —dijo por segunda vez Vasia— y chanclos, en cambio, soy yo el que tiene que deshacerse de todo por los demás...
El hombre se endosó la pelliza de Vasia, metió los zapatos en sus bolsillos y dijo:
—Estáte quieto, no te muevas, y no castañetees. Si gritas o te mueves, no lo contarás. ¿Te has enterado, imbécil? Y tú, jovencita...
Rápidamente, el hombre se abrochó la pelliza y desapareció.
Vasia se encogió, con expresión avinagrada. Permanecía sentado en la nieve, mirándose con desconfianza los pies enfundados en los calcetines blancos.
—¡La hemos arreglado! —dijo, echando una ojeada rabiosa a Mashenka—. Fíate de acompañar a las damas...
Cuando dejaron de oírse los pasos del atracador, Vasia Chesnokóv se puso a patear en la nieve, y gritó con agudísima voz:
—¡Guardia! ¡Ladrones!
Después, levantándose, se fue corriendo por la nieve, dando saltos y sacudiendo los pies con espanto.



Mijaíl Zóshchenko
Mijaíl o Mikhail Mijáilovich Zoshchenko o Zóschenko; San Petersburgo, 1895 - Leningrado, 1958. Escritor ruso. Cursó estudios de derecho antes de ingresar en el ejército en 1915, siendo condecorado en cinco ocasiones por su valentía. Entre 1917 y 1920 realizó los más diversos trabajos y viajó por toda Rusia.La estructura básica de los relatos de Zóschenko parte del skaz o cuento coloquial ruso, escrito en primera persona, al que nutre de una grotesca fraseología pseudoculta, plagada de confusas expresiones y consignas comunistas mal digeridas por sus personajes. Sus colecciones de relatos más famosas son los Cuentos de Nazar Ilich, señor Sinerbriuchov (1922) y Cuentos sentimentales(1929). A raíz de la acusación de antipatriota que cayó sobre él, pretendió variar el registro de su prosa, y dio a la imprenta otros relatos recogidos en Kerenski(1937) y Taras Shevchenko (1939). 
Fuente:Mango Street / Biografías y Vidas / Foto: Short Story.

ANTONIO DI BENEDETTO: RINCONES


Creo que era amor y, sin embargo, no perseveramos.

A los diez años de ese encuentro/desencuentro, me di de frente con ella al entrar a una oficina.

Hablamos. Yo me había casado, ella no, pero no insinuó que me culpara de su soltería.
Quiso defenderse de lo que ya había pasado, y dejó caer un cargo trivial:
–No te entendía, Pedro. Tu carácter tan complejo…
Dejó colgado el reproche caduco y se recompuso para confesar su propia debilidad:
–Bueno, si yo tampoco entiendo las cuestiones más simples.
Opiné que ella perseveraba en dañarse con su excesiva modestia. Lo aceptó, a su manera:
–No sé… Soy así. Siempre me encontrarás en los rincones…
Enseguida, esa mañana, nos dejamos ir.
Después, al descender de un autobús, otro autobús tronchó su cuerpo.
Lo supe por un diario de la tarde. Acudí con el pequeño cortejo de sorprendidos y dolientes que ella podía concitar.

Alguien había ejercido la piedad de componer, aunque toscamente, su faz muy malherida. Pero nadie tuvo la compasión de cubrir el óvalo de vidrio del ataúd, para que no nos detuviéramos ante el rostro mancillado.

Ya no era ella.

Ahora me deslizo por los rincones. Los rincones que poseen las casas que construyen los hombres y los rincones que tienen los espacios abiertos: calles, plazas, alamedas. La busco.


Antonio Di Benedetto
(1922–1986), escritor y periodista argentino, autor de libros como Mundo animal (cuentos), Zama o Los suicidas (novelas). Su obra, muy personal, es sensorial, poética y en ocasiones busca el absurdo. Es una de las voces argentinas más prestigiosas del pasado siglo. Autores como Jorge Luis Borges y Roberto Bolaño confesaron su admiración por él. En su faceta de periodista fue subdirector del diario Los Andes y corresponsal de La Prensa.
Fuente: Narrativa Breve / Foto: archivos del blog

JOAN MIRÓ: PINTURAS


  • "El Oro del Azul"

  • "Escalera Cruza el Azul en Rueda de Fuego"

  • "La Sonrisa de Alas Flameantes"

  • "El Gallo"

  • "El Carnaval del Arlequín"

  • "El Pez Cantante"

  • "Mujer y Pájaros al Amanecer"

  • "El Pelo de Estrella"

  • "Amanecer"
    • Datos del pintor
    Nombre completo: Joan Miró
    Nacionalidad: España.
    Año de nacimiento: 1891, Barcelona.
    Año de muerte: 1983, Palma de Mallorca.
    Estilo: impresionismo, surrealismo, modernismo.

    Joan Miró nació en Barcelona el 20 de Abril de 1893. Siguiendo los deseos de su padre estudió en la Escuela de Comercio de Barcelona y asistió a las clases de la Escuela de Bellas Artes.
    Ejerció como contable en la droguería Dalmau y Oliveres, pero no consigue adaptarse al trabajo y esto le provoca una crisis nerviosa. Se traslada a descansar a la casa de campo que poseía su familia en Mont-roig, un pueblecito de Tarragona, y aquí es cuando decide dedicarse completamente a la pintura.
    De regreso a Barcelona, Miró se matricula en la Academia Gali, que proponía como método de enseñanza tocar las cosas, los objetos y las personas para después pintarlas y dibujarlas, de forma que se ampliaba la experiencia sensorial para después traducir visualmente todas esas sensaciones.Sus primeras obras, entre 1915 y 1918, están influidas por Cézanne, Van Gogh, el brillante colorido fauvista y las formas fragmentadas del Cubiso. En ellas, muestra ya su gusto por las figuras y personajes relacionados con el mundo rural de sus veranos en Mont-roig.En 1919, Miró viaja a París y bajo la influencia de los poetas y escritores surrealistas su estilo va madurando. A pesar de su afinidad creativa al Surrealismo, nunca estuvo plenamente integrado en el grupo. Sus obras son extraídas del subconsciente con mucha fantasía. Miró quería hacer una mezcla de arte y poesía, creando así un arte nuevo.Hacia 1934, Miró inicia su Periodo Salvaje, son años de una abstracción más acentuada, sin abandonar el dramatismo. A causa de la Guerra Civil, decide quedarse en París junto a su mujer, Pilar Juncosa y su hija. Inicia una pintura atormentada y gestual cuya máxima expresión es El segador, realizada para el Pabellón de la República española en la Exposición Universal de París de 1937.Afectado por la victoria del General Franco y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial se refugia en Varengeville, un pueblo normando. Aquí su carrera da un giro definitivo, inicia sus Constelaciones, que luego terminará en Palma de Mallorca. Son veintitrés pequeñas composiciones inspiradas por la contemplación del cielo estrellado de la costa normanda, donde descubre un nuevo concepto del espacio que anticipa buena parte de la pintura no figurativa posterior a 1945.En 1941, regresa a España. Continúa depurando su lenguaje y probará nuevos soportes y materiales. Desde 1956 hasta su muerte, en 1983, vivió retirado en Palma de Mallorca.
    Experimentó otros medios artísticos, grabados, litografías, acuarelas, pasteles, collages, escultura y escenografías teatrales, realizando también los grandes murales cerámicos La pared de la luna y La pared del sol para el edificio de la UNESCO y el mural del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.
    Fuente: arteespana.com / todocuadros.com / Foto: biografiayvidas

WALTER R. QUINTEROS: A VER SI ME ENTIENDEN

A VER SI ME ENTIENDEN

Toda mi puta vida anduve de tristezas en tristezas. 
Primero por ser un chico esmirriado del que todos se burlaban. 
Después, en la adolescencia la cosa se complicó, ustedes me la hicieron peor. 
Cargaba conmigo el miedo y la vergüenza. 
Ya más grande y acostumbrado, caminaba con la espalda encorvada, con la cara hundida en el pecho, mirando el piso,  para esquivarlos.
Ustedes me daban miedo.
Por eso me escondí en el campo, aquí nadie me dice jorobado.

Hasta que un día apareció ella. Pequeña, delgada, frágil, temerosa, llorando temblorosa, con el renqueo propio de la deformidad de su cadera. 

Llegó hasta aquí sufriendo el tormento de la convivencia con ustedes, que se creen las personas perfectas y se las dan de gente buena. 

Al verla así, buscando refugio, supe que ni ella ni yo teníamos lugar en su mundo ideal.
Y aquí estamos los dos, huyendo de sus burlas, del grande desprecio por no ser como ustedes. Y cansados y semejantes y despojados de toda felicidad, dormimos juntos un profundo sueño, donde ella aún duerme y se lo que sueña.

A ver si me entienden.
Váyanse de aquí todos, a la mismísima mierda.


Walter Ricardo Quinteros
diceelwalter@gmail.com

WASHINGTON CUCURTO: POEMAS

Cuervo
Carver tuvo su cuervo.
Poe tenía un cuervo,
Borges tenía su cuervo.
Elvira Hernández tomaba café en el bar El Cuervo.
Teillier también.
Lemebel también bebía en el bar el cuervo.
Cortázar vio al mundo convertido en un cuervo gigante
cuando se le fue Carol Dunlop.
Marechal decía que Perón era un cuervo justiciero y social
Hoy se me apareció un cuervo
frente a la facultad de odontología
mordía una extraña soga blanca,
se me acercó dando pasitos inofensivos.
Ni me miró.
Cuando quiso levantar vuelo
le pegué un mochilazo que lo dejó tonto.
Un viejo me gritó: ¡no es un cuervo, es un tero!
Y se murió.

Canción de la muerte por el barrio

La muerte pasó por Santa Cruz de Barrahona.

Se llevó cuatro tíos y tres primos
preguntó por mi y siguió camino.

La muerte anduvo por Hato Mayor de Higüey.
Preguntó por mi, ¡Mamagüey! y siguió camino,
antes se llevó tres parientes cercanos y tres parientes lejanos.

La muerte mortaraz anduvo por Berazategui. 
Halló a mi padre y a mi hermano (Cacho)
vendiendo remeras por los barrios.

Les dijo: "Vengan conmigo muchachos,
los voy a llevar a un lugar donde
todo el mundo usa remeras..."

Después se arrepintió, los miró bien:
“El infierno está lleno de quemados".
Por mi ni preguntó, y siguió de largo.



Y he contribuido al bienestar nacional…

Cierto es que añoro los tiempos
en que el monzón pasaba sacudiendo
mis cabellos y de mi salía un dulce
olor a duraznos y lo mejor ocurría
cuando las papayas florecían
en el fondo de mi patio.
Y no hay escala mejor para el amor,
que cuando las papayas florecen
sobre la hierba seca y dura
en el fondo de tu patio...
Ah, lejanos tiempos en lima la horrible 
o atendiendo una ferretería
en la bellísima Panamá.
Me han amado y me han dejado:
como corresponde a todo lo bien amado.
Tuve tres hijos en Panamá
y seis en Venezuela. ¿Qué más puedo pedir?
No me quejo del amor
ni de sus cuidados,
me ha dado más que a muchas.
He gastado treinta largos años,
para adquirir experiencia
y a mi poca sabiduría la tengo bien atendida
y cotejada. Ya basta, ya no soy una florcita,
estoy próxima al polvo de los cincuenta
y lejos de la silueta.
Soy la respetabilísima, la dominicana.
He pagado los impuestos con mis ahorros.
He contribuído al bienestar nacional.
Y todavía conservo el orgullo
de afirmar que ninguno
ha sido infeliz en esta cama.
¿Me escuchas? ¿Estás ahí?
Te estoy hablando , pelotudo.



Washington Cucurto

Seudónimo de Santiago Vega, Washington Cucurto nació en Quilmes en 1971 y es, además de poeta y narrador, dibujante y editor en Eloísa Cartonera, proyecto cooperativo situado en el barrio de la Boca, en Buenos Aires, Argentina, pionero y replicado en decenas de países. "Fabricamos libros con tapas de cartón. Para esto compramos el cartón que los cartoneros juntan en la calle. Nuestros libros son de literatura latinoamericana de los autores más bellos que hemos conocido en nuestra vida de trabajadores y lectores", reza la página web del proyecto. Cucurto es autor de libros como La máquina de hacer paraguayitos, Hatuchay, Veinte pungas contra un pasajero, Fer, Las aventuras del Sr. Maíz y su obra fue traducida y antologada en libros como 100 poemas (Interzona). 
Fuente: Washington Cucurto / elciudadano 

LEOPOLDO PANERO: POEMAS



Cántico

Es verdad tu hermosura. Es verdad. ¡Cómo entra
la luz al corazón! ¡Cómo aspira tu aroma
de tierra en primavera el alma que te encuentra!
Es verdad. Tu piel tiene penumbra de paloma.

Tus ojos tienen toda la dulzura que existe.
Como un ave remota sobre el mar tu alma vuela.
Es más verdad lo diáfano desde que tú naciste.
Es verdad. Tu pie tiene costumbre de gacela.

Es verdad que la tierra es hermosa y que canta
el ruiseñor. La noche es más alta en tu frente.
Tu voz es la encendida mudez de tu garganta.
Tu palabra es tan honda, que apenas si se siente.

Es verdad el milagro. Todo cuanto ha nacido
descifra en tu hermosura su nombre verdadero.
Tu cansancio es espíritu, y un proyecto de olvido
silencioso y viviente como todo sendero.

Tu amor une mis días y mis noches de abeja.
Hace de mi esperanza un clavel gota a gota.
Desvela mis pisadas y en mi sueño se aleja,
mientras la tierra humilde de mi destino brota.

¡Gracias os doy, Dios mío, por el amor que llena
mi soledad de pájaros como una selva mía!
Gracias porque mi vida se siente como ajena,
porque es una promesa continua mi alegría,

porque es de trigo alegre su cabello en mi mano,
porque igual que la orilla de un lago es su hermosura,
porque es como la escarcha del campo castellano
el verde recién hecho de su mirada pura.

No sé la tierra fija de mi ser. no sé dónde
empieza este sonido del alma y de la brisa,
que en mi pecho golpea, y en mi pecho responde,
como el agua en la piedra, como el niño en la risa.

No sé si estoy ya muerto. No lo sé. No sé, cuando
te miro, si es la noche lo que miro sin verte.
No sé si es el silencio del corazón temblando
o si escucho la música íntima de la muerte.

Pero es verdad el tiempo que transcurre conmigo.
Es verdad que los ojos empapan el recuerdo
para siempre al mirarte, ¡para siempre contigo,
en la muerte que alcanzo y en la vida que pierdo!

La esperanza es la sola verdad que el hombre inventa.
Y es verdad la esperanza, y es su límite anhelo
de juventud eterna, que aquí se transparenta
igual que la ceniza de una sombra en el suelo.

Tú eres como una isla desconocida y triste,
mecida por las aguas, que suenan, noche y día,
más lejos y más dulce de todo lo que existe,
en un rincón del alma con nombre de bahía.

Lo más mío que tengo eres tú. Tu palabra
va haciendo débilmente mi soledad más pura.
¡Haz que la tierra antigua del corazón se abra
y que sientan cerca la muerte y la hermosura!

Haz de mi voluntad un vínculo creciente.
Haz melliza del niño la pureza del hombre.
haz la mano que tocas de nieve adolescente
y de espuma mis huesos al pronunciar tu nombre.

El tiempo ya no existe. Sólo el alma respira.
Sólo la muerte tiene presencia y sacramento.
Desnudo y retirado, mi corazón te mira.
Es verdad. Tu hermosura me borra el pensamiento.

Tengo aquí mi ventura. Tengo la muerte sola.
Tengo en paz mi alegría y mi dolor en calma.
A través de mi pecho de varón que se inmola
van corriendo las frescas acequias de tu alma.

La presencia de Dios eres tú. Mi agonía
empieza poco a poco como la sed. ¡Tú eres
la palabra que el Ángel declaraba a María,
anunciando a la muerte la unidad de los seres!



En esta paz del corazón alada...


En esta paz del corazón alada
descansa el horizonte de Castilla,
y el vuelo de la nube sin orilla
azula mansamente la llanada.

Solas quedan la luz y la mirada
desposando la mutua maravilla
de la tierra caliente y amarilla
y el verdor de la encina sosegada.

¡Decir con el lenguaje la ventura
de nuestra doble infancia, hermano mío,
y escuchar el silencio que te nombra!

La oración escuchar del agua pura,
el susurro fragante del estío
y el ala de los chopos en la sombra.



En tu sonrisa


Ya empieza tu sonrisa,
como el son de la lluvia en los cristales.
La tarde vibra al fondo de frescura,
y brota de la tierra un olor suave,
un olor parecido a tu sonrisa,
y a mover tu sonrisa como un sauce
con el aura de abril; la lluvia roza
vagamente el paisaje,
y hacia adentro se pierde tu sonrisa,
y hacia dentro se borra y se deshace,
y hacia el alma me lleva,
desde el alma me trae,
atónito, a tu lado.
Ya tu sonrisa entre mis labios arde,
y oliendo en ella estoy a tierra limpia,
y a luz, y a la frescura de la tarde
donde brilla de nuevo el sol, y el iris,
movido levemente por el aire,
es como tu sonrisa que se acaba
dejando su hermosura entre los árboles...




Leopoldo Panero

Nació el 17 de octubre de 1909 en Astorga, León.
Hijo de Moisés Panero Núñez y de Guadalupe Torbado de las Cuevas. Hermano del poeta Juan Panero (1908–1937). Cursó estudios de Derecho en la universidad española y de literatura francesa e inglesa en Tours, Poitiers y Cambridge. A comienzos de la Guerra Civil regresó a España y se alistó en el ejército franquista. En el grupo de Vivanco, Rosales y Ridruejo, colaboró en las revistas Vértice y Escorial. Perteneció a la junta directiva de Cultura Hispánica. Sus obras esenciales son La estancia vacía (1944) y Escrito a cada instante (1949). Canto personal. Carta perdida a Pablo Neruda(1953) fue una respuesta al poeta chileno, después del viaje que realizó a Hispanoamérica. Premio Fastenrath de la Real Academia y Premio Nacional de Poesía en 1953. Sus Obras Completas fueron reunidas y publicadas en dos volúmenes: Poesía y Prosa. Madrid, Editora Nacional, 1973. Se editó posteriormente una antología, Por donde van las águilas, ed. Andrés Trapiello. Granada, Comares, 1994. Contrajo matrimonio con la escritora Felicidad Blanc y fueron padres de Juan Luis Panero (1942-2013), Leopoldo María Panero (1948-2014) y José Moisés, «Michi» Panero (1951-2004). Leopoldo Panero falleció el 27 de agosto de 1962 en el Castillo de las Piedras, León. 
Fuente: amediavoz / buscabiografías / Foto:El Guadarramista





LUISA SIGEA: POEMAS


CANCIÓN DE LA SEÑORA LUISA SIGEA DE VELASCO, DECLARANDO:
habui menses vacuos et noctes laboriosas, et numeravi mihi.

Pasados tengo hasta aora
muchos meses y largos
tras un desseo en vano sostenido
que tanto oy dia mejora
quanto los más amargos
y más deseperados e tenido;
lo que en ellos sentido
no puedo yo contallo;
el alma allá lo cuente;
mas ella no lo siente
tan poco que no calle como callo;
¡oh grande sentimiento!
que a vezes quita al alma el pensamiento,
y quando esto acaece,
según veo las señales
ya creo que el remedio está cercano;
la vida se amortece,
no se sienten los males
tanto como sy esté el cuerpo mas sano;
pero todo es en bano,
que al fin queda la vida
y torna el alma luego
en el contumbrado fuego
a ser muy más que antes encendida;
así que en fantasias
se me passan los meses y los dias,
en fantasias y cuentos
la vida se me pasa;
los dias se me van con lo primero,
las noches en tormentos,
que el alma se traspassa
hechando quenta a un quento verdadero
queal es desde que espero
el fin de mi desseo;
¡quántas avré pasadas
de noches travajadas
sufriéndolas por ver lo que aun no veo!
éstas muy bien se quentan,
mas ¡ay que las que quedan más me afrentan!
En sto un pensamiento
me acude a consolarme
de quantos males solo dél recibo
pensando en mi tormento
no oso e alegrarme
según que se me muestra tan esquivo;
con todo allí recibo
con tan nuevo consuelo,
y aunque parece sano
no osso hechalle mano,
que a quien vive en dolor todo es recelo,
y al fin helo por bueno
y huelgo de acoxerle aca en el seno.
Esta es una esperanza
que viene acompañada
de razon, que por mi parte no ha faltado,
que avrá de hazer mudanza
en la fortuna ayrada
que a tantos años contra mí durado,
y aunque fuera hado
ó destino invencible
de cruda abara estrella,
muriera el poder de ella
con el de la razon que es más terrible,
y con su ser perfecto
traeran de mi desseo buen afecto;
mas ¡¡ay!! no sean aquesto
consolaciones vanas
que así como se sienten no esperadas
ansí se ban tan presto
que dexan menos sanas
las almas donde fueren gasajadas;
las noches travajadas
agenas de alegria,
los dias, meses y años
llenos de graves daños
avré de pensar siempre noche y día;
si en esto el remedio se halle
no sentiré el travajo de esperadle;
porque no seas de las gentes creyda
canción conmigo queda,
que yo te encubriré mientras que pueda.


Un fin,una esperanza, un como. ó quando;
tras sí traen mi derecho verdadero;
los meses y los años voy pasando
en vano, y passo yo tras lo que espero;
estoy fuera de mí, y estoy mirando
si excede la natura lo que quiero;
y así las tristes noches velo y quento,
mas no puedo contar lo que más siento.
En vano se me passa qualquier punto,
mas no pierdo yo punto en el sentillo;
con mi sentido hablo y le pregunto
si puede aver razón para sufrillo:
repóndeme: sí puede, aunque difunto;
lo que entiendo de aquel no se dezillo,
pues no falta razón mi buena suerte,
pero falta en el mundo conocerse.
En esto no ay respuesta, ni se alcanza
razón para dexar de fatigarme,
y pues tan mal responde mi esperanza
justo es que yo responda con callarme;
fortuna contra mí enrristró la lanza
y el medio me fuyó para estorvarme
el poder llegar yo al fin que espero,
y así me hace seguir lo que no quiero.
Por sola esta ocasion atrás me quedo,
y estando tan propinquo el descontento,
las tristes noches quento, y nunca puedo,
hallar quento en el mal que en ella quento;
ya de mí propia en esto tengo miedo
por lo que me amenaza el pensamiento;
mas passe así la vida, y passe presto,

pues no puede aver fin mi presupuesto.


Luisa Sigea
Fue una poetisa de origen español, nacida en Cuenca en el año 1522 y fallecida en Burgos en 1560. Además del nombre recién mencionado, utilizó algunos seudónimos, tales como Aloysia Sygaea Toletana. Su padre, proveniente de Francia y especializado en el campo del humanismo, procuró que la formación de su hija fuera intachable. En lo que fue su etapa de mayores logros, Luisa trabajó durante una década para la corte, aprovechando sus profundos conocimientos de la lengua latina. Se conoce que transcurrió sus últimos años de vida angustiada por su decadente situación social y económica, intentando por todos los medios recuperar su status, aunque sin ningún éxito.
Se trata de una escritora que, a pesar de su corto paso por este mundo, supo capitalizar su evidente habilidad para aprender lenguas extranjeras, ya que entre los idiomas que dominaba se cuentan el francés, el italiano, el hebreo y el griego. Además, se cultivó en diversos campos del conocimiento, tales como la filosofía y la historia. Si bien gran parte de su obra no ha sido hallada, sí es posible acceder a un buen número de cartas y poemas de su puño y letra, tales como el título "Canción de la señora Luisa Sigea".
Fuente: Poemas del Alma / Imagen: Biblioteca Luisa Sigea


CELALEDDIN MEHMET RUMI: POEMA

"En la aurora del amor eterno
las almas vuelan fuera de los cuerpos
y el hombre alcanza el estado de percepción
en el que con cada respiración
puede ver y tocar
sin ojos y sin manos."

"Si pudieses liberarte,
por una vez de ti mismo,
el secreto de los secretos
se abriría a ti.
El rostro de lo desconocido,
oculto más allá del universo,
aparecería en el
espejo de la percepción."

"¡Oh, razón! Márchate.
Aquí no hay ningún sabio.
Aunque te hicieses tan pequeña como un cabello,
no hay sitio para ti.
Ya es de día.
Cualquier candela que enciendas
pasaría vergüenza ante la luz del sol."

"Cuando mi ser esencial se hizo
un océano de universo
brillaban todas las partículas
de mi cuerpo.
Cuando ardía como una vela
lo mismo que el Amor,
todo el pasado, presente y futuro
se hizo Tiempo Absoluto."

"Soy un alma que ha tenido
cien mil cuerpos;
pero no puedo hablar de ello.
¿Qué puedo hacer?
Tengo la lengua atada.
He visto miles de personas que todas eran yo;
pero entre ellas no he encontrado
ninguna como yo."

"Tú eres el secreto del secreto de Dios.
Tú eres el espejo de la belleza divina.
Todo lo del universo está dentro de ti.
Pregúntate todo a ti mismo,
el que estás buscando es también Tú."


"No estás hecho de agua y tierra,
no eres de este universo giratorio.
El cuerpo es un río
y el alma es el agua de la vida que corre por él;
pero, donde estás,
no eres consciente de nada de eso."

"El químico secreto mezcló la tierra
con la sustancia divina.
El hombre vino a la existencia.
Cuando se rompe el secreto Divino,
la tierra vuelve a la tierra.
La sustancia va a la Divinidad."





جلال الدين محمد بلخى Yalal ad-Din Muhammad Baljí en persa, Celaleddin Mehmet Rumi en turco, o جلال الدين محمد رومي Yalal ad-Din Muhammad Rumí en árabe, también conocido como «Mawlana», «Mavlana» o «Mevlânâ», que significa «Nuestro Señor» en árabe (con sus adaptaciones fonéticas al persa y turco, respectivamente) fue un célebre poeta místico musulmán persa y erudito religioso que nació el 30 de septiembre de 1207 en Balj, en la actual Afganistán —aunque en aquella época pertenecía a la provincia del Gran Jorasán de Persia— y murió en Konya —en aquella época parte del Sultanato de Rüm, de la dinastía de los turcos selyúcidas—, un 17 de diciembre de 1273, razón por la cual se conmemora cada año el fallecimiento de este ilustre pensador y místico sufí del Islam en dicha ciudad de la Anatolia turca. También es conocido como Rumí, que significa «originario de la Anatolia romana» ya que la Anatolia era denominada por los turcos selyúcidas como la «tierra de Rum (los romanos)», en referencia al Imperio Romano de Oriente más conocido como Imperio bizantino.

La importancia de Rumí trasciende lo puramente nacional y étnico. A través de los siglos ha tenido una significativa influencia en la literatura persa, urdú y turca. Sus poemas son diariamente leídos en los países de habla persa como Irán, Afganistán y Tayikistán y han sido ampliamente traducidos a varios idiomas alrededor del mundo.

Luego de su muerte, sus seguidores fundaron la orden sufí Mevleví, mejor conocidos como los "Derviches Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada "semá" donde hombres (y actualmente, mujeres) giran sobre si mismos acompañados por flautas y tambores. Fuente e imagen: en.Wikipedia.es


  Bahramji & Mashti
"Ney"
subido por: "Unself yourself"
Gentileza: YouTube

viernes, 19 de abril de 2019

ALEJANDRA OLIVER GULLE: POEMAS



El señor azul

Llegaste sin nombre
desde ninguna parte
y tu armadura de caballero imposible
me citó en el espejo.

Después
entre azules y penumbras
nos navegamos sobre el reflejo de aquel río de sábanas

Como peces sedientos
bebieron tus dedos mi vestido de lluvia
y sobre mi cama de rosas
fuiste mío todas las noches que quise

Te fuiste
con la camisa manchada de amor
y una flor en la mano
que olía a mujer desnuda. 



Balada para una mariposa


Ha de ser justo esta noche de setiembre.
Precisamente aquí.
Ahora.
Ya.

Con la pluma que dé luz a este poema
y que hundiré contra mi pecho, en el final.

Es necesario el rojo de la sangre
para teñir de peligro la señal.

¡Precaución¡ está de luto el universo.

Han malherido a la Osa Mayor.

Un semáforo verde dio permiso
y un relámpago amarillo la embistió.

Hay un iceberg ardiendo en nuestra esquina
y la avenida se ha tornado, toda, en mar.

Nadan peces sorteando alcantarillas;
pariendo estrellas y flores al azar.

Rompen las olas contra la vereda.

La espuma se aferra, trepa, escupe sal.

Llovizna fuego bajo la alameda.

Caminan huellas sobre las cenizas

Mientras pasa la vida calle abajo
y mi barquito de papel se desespera
por una mariposa que naufraga
y aletea a contramano en el cordón.

¡Se ha lanzado, la luna, al abismo¡

Pretende que un poeta la rescate

¡Detengan tan absurdo suicidio¡

Dos palabras de amor serán bastante:

"¡Te quiero, te quiero!".

Sí.

Dos palabras de amor fueron bastante.

Han puesto la luna otra vez en el cielo.

“Te quiero, te quiero”.

Y quererte, seguro, es suficiente,
para salvarnos los dos de este diluvio.

Y salvar también la calle, el barrio, el mundo.

Voy a escribir "te quiero" en los umbrales.

Voy a llenar de "te quieros" cada muro.

Serán noticia mis te quieros" en los diarios.

Servirán "te quiero" en las mesas de los bares.

Y al ver pasar mi barco vida abajo,

con una mariposa por bandera:

sabrás que quererte es suficiente.

Quererte con mi amor y con mi pluma.

Quererte desde ayer, hasta el final.

Quererte en esta noche de setiembre.

Precisamente aquí.

Ahora.

¡Ya!



Alejandra Oliver Gulle
Córdoba /Argentina
Escritora- Poeta- Formadora- Gestora Cultural Narradora Oral-Humorista
Creadora de la pedagogía Gulliver /Escuela NaRRaCuenToS /NaRRaPalabra: Festival Internacional /ÓID MORTALES , Encuentro Argentino. Ha participado como formadora en Cuba, México, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Bolivia.
PREMIO ESPECIAL “COCHERO AZUL”-“Otorgado por Unión de Escritores y de Artistas de Cuba) PREMIO NAC. de FORMACIÓN-“Otorgado por la Cátedra Cubana de N. Oral -RECONOCIMIENTO CENTRO TEATRO DE LA HABANA “por su contribución al desarrollo de la Narración Oral Escénica en CUBA- 2017
PREMIO ARANDÚ ÑE'Ё INTERNACIONAL Paraguay 2018 formadora de profesionales, forjando lazos, impulsando festivales, y espacios de capacitación en Latinoamérica. –
Ha publicado Prosa- Poesía-Para Niños y Adultos y Textos Teóricos.
Fuente: Alejandra Oliver Gulle

EMMA VILLAZÓN: POEMAS

Otra (fuera de la jornada de metal)

Modula las vocales de forma torcida
para que se desenvuelvan el violín
el opio pertinaz la rosa torva
Trenza destrenza y deja abierto su pico
por varios minutos en pos del vértigo
como si esperara que todos los elementos
se impregnaran en sus bordes
Hinca toda la noche en rostros de hoz y cuerda
y a la alborada apenas logra ofrecerte
la refracción de esos cuerpos
en un agua malva          —no su descamarse
sus quebraduras de peces.


[cuestionario rechazado]

¿qué calles no llevan
a las direcciones esperadas?
¿por qué una cara nunca es la cara de algo, sino algo similar a una hoja cubista?
¿por qué un nombre propio
no es comparable con un sombrero?
¿y si alguien se quita el nombre al saludar —al escribir?
¿qué se puede inferir de este día/mes/año? (no mire al cielo)
¿qué se puede inferir de que no sea necesario cavar en el silencio para oler crímenes diarios?
¿cuáles son las visiones de tres jóvenes borrachos si su charla entrara por una ventana de su casa?
¿es posible vivir incendiada y no cometer delitos?
¿qué es la cultura?* / ¿vive quien ama una radio?
¿qué se puede inferir de que miles de fervorosas
quieran ser presidentas
de su espacio y guerra?  / ¿y si sus armas son su vida?*
¿qué debe hacer cada uno con los antepasados y el cielo?
(conecte ambos términos de manera argumentativa)
¿saber es lo mismo que moverse
“pertinentemente” entre seres y cosas?
según el texto que se le ha asignado, ¿qué
palabra es la más adecuada para reemplazar
por el sustantivo destacado de esta frase:
“como si la vida lo abandonara lentamente
con el último soplo del vapor”?
¿por qué el silencio arrasa siempre
todo como la última palabra reina e incierta?
¿a quién le pertenece el silencio?
¿es posible vivir incendiada y cometer delitos en silencio?
¿es posible vivir incendiada y no comer delitos en silencio?
¿es posible vivir incendiada y no honrar unos delitos? (…)
* Macabea. * E. Hernández.


¿las palabras son qué?

 virutas vaho golpes van a manos
al salir o entrar a calles             polvo
de tripas             acaso             pero
las palabras             qué             son
qué viene a las manos             qué
a los ojos             al paladar desierto
porque arrimadas a lo estrecho             vamos (temporarias)
en días sin nombre             recibiendo.

Emma Villazón
(Santa Cruz de la Sierra-Bolivia, 1982 – El Alto-Bolivia, 2015). Estudió Derecho y Filología Hispánica en la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz y magíster en Literatura latinoamericana por la Universidad de Santiago. Publicó los poemarios Fábula de una caída (2007) y Lumbre de ciervos (2013). Obtuvo el Premio Nóveles Escritores (2007). Falleció prematuramente tras participar en la Feria del Libro de La Paz-Bolivia (2015), dejó un puñado de poemas, narraciones y ensayos inéditos, entre ellos el poemario Temporarias. El Concejo Municipal de Santa Cruz le otorgó póstumamente la ‘Medalla al mérito municipal’ (2015) por su destacada labor y aporte a la cultura cruceña y boliviana en general. Fuente. Extraídos de: Temporarias y otros poemas (2016), - vallejoandcompany.com - Foto: Archivos del blog

ANA MARIA SHUA: NARRATIVA

La ardilla verosímil
Un hombre es amigo de una ardilla que vive en el jardín de un conocido financista. Trepando de un salto al alféizar de la ventana, la ardilla escucha conversaciones claves acerca de las oscilaciones de la Bolsa de Valores. Usted no se sorprenderá en absoluto si le cuento que el amigo de la ardilla se enriquece rápidamente con sus inversiones.

Pero yo sí estoy sorprendida. No dejo de preguntarme por qué usted está tan dispuesto a creer, sin un instante de duda, que una ardilla pueda entender conversaciones claves acerca de las oscilaciones de la Bolsa.



El que es Dios sin saberlo
En el mundo hay un señor que es Dios sin saberlo. Su poder, sin embargo, no es absoluto. Sus deseos, sus fantasías, sus más vagas intenciones se realizan de un modo que parece arbitrario por estar sujeto a leyes desconocidas, aunque naturales. Sus secreciones estomacales provocan, por ejemplo, ríos de lava en algún lugar de la Tierra. Su mal humor desencadena guerras. Procesos más sutiles que tienen lugar en cada una de sus células o sus cabellos rigen la vida privada de los hombres. Ese señor no es inmortal. Cuando muera es posible que sus poderes sean transferidos a otros por nacer. También es posible que el mundo desaparezca por completo, pero eso no lo sabremos nunca.

Formicario
Qué bonitos son, ¿verdad?, sobre todo las hembras y los de piel oscura. Lástima que vivan tan poco, pero enseguida vienen otros a reemplazarlos. Han construido muchísimo, así, más cerca, con esta lupa se los puede ver mejor. No todos se llevan bien entre sí, hemos tenido problemas para evitar que se exterminen unos a otros. Yo creo que el encierro los vuelve agresivos, si tuviéramos más espacio donde ponerlos estarían mejor, después de todo ya son más de seis mil millones en este pequeño mundo.


Ana María Shua
(Buenos Aires, 22 de abril de 1951) es una escritora argentina. Su verdadero nombre es Ana María Schoua.
Publicó su primer libro de poemas, El sol y yo (1967), a los 16 años por el que recibió la Faja de Honor de la SADE. Estudió en la Universidad de Buenos Aires donde obtuvo el título de Profesora en Letras. Vivió un tiempo en Francia, entre el 76 y el 77. Allí trabajó para una revista española que pertenecía a la editorial Cambio 16. De regreso en Argentina publicó su primera novela, Soy paciente (1980), con la que ganó el premio de la editorial Losada, y poco después la colección de relatos Los días de pesca (1981). En 1984 apareció La sueñera, colección de microrrelatos o "cuentos brevísimos", género que seguiría practicando en años sucesivos (Casa de Geishas, Botánica del caos, Temporada de fantasmas, "Cazadores de letras"), y del que se ha convertido en una de sus representantes más destacadas, al punto de ser considerada la mejor autora de microrrelatos en lengua española. En 1994 obtuvo la beca Guggenheim para escribir su novela "El libro de los recuerdos".
Ha trabajado como periodista, publicista y guionista de cine, adaptando algunas de sus novelas, como "Los amores de Laurita". Es autora de varias novelas y libros de cuentos dirigidos al público adulto, y ha cultivado también la literatura infantil. Por sus obras dedicadas a los niños ha recibido varios galardones internacionales.

Fuente:http://bpcd-shua.blogspot.com.ar/- Foto: elcultural.com

ALFONSO NASSIF: POEMAS


Romance al Quebracho

Quebracho… padre del monte,
hijo de la tierra mía,
vida de la flora nuestra…
¡Ay, cuánto vale tu vida!
Síntesis de una epopeya.
Soldado de mil vigilias.
Yo sé porqué los tambores
de las hachan no te olvidan.
El acero vegetal
que en tus entrañas palpita
está temblando con soles,
huracanes y codicias.
¡Oro rojo! ¡Sangre nuestra!
¡Sangre de mi tierra herida!
Orfebres manos morena
te tallarán sus desdichas.
Manos que no son culpables,
hachas sin alma homicida.
Otro es el viento que lleva
la sangre, el sudor y el clima.
… Serás poste de alambrado
en tierras desconocidas
y habrá un sol reforestado
en la intemperie de astillas.
Hoy yo vengo a acariciarte,
verte de abajo hasta arriba
y descolgar las estrellas
que entre tus gajos titilan.
Epico castillo, triste
de hojas, garra, sombra y fibra…
Sabes que estás condenado
le has confesado a las brisas…
¡Épico baluarte insigne!
¡Vetusta atalaya lírica!
Sin ti se queda el paisaje
exánime y de rodillas.
¡Quebracho! Solio perenne
de las ricas fantasías.
Vida de una flora muerta,
¡Ay, cuanto vale tu vida! 



Canto para decir 
Santiago


Madre de la voz y la semilla 
con que se anticipó toda esperanza.
Nunca pudo nacer de otro lugar la patria.
A ti te nombro
y a ti vuelvo.
Quien sabe que gigantes alas
atraen mis pies a tus raíces
y te nombro desde el final del regreso
hasta el principio donde partir es el recuerdo
¡Carne de mi andar y mi quedarme…
de mi quedarme siempre!
Vamos juntos
por la cicatriz abierta de tus ríos
a dialogar al clima de tanino
a desparramar al cielo tus represas
animando la raíz de tus salinas
entonando las coplas
que escribirán en árboles de luz
los días de tu nombre.
El tiempo es un kakuy sangrando esperas
pero hay colores que la mañana aguarda…
ya dirá turay el poema
y será un hermano sin nostalgia.
Que así lo anuncien
el sol y las guitarras…
¡Qué hermosa es la esperanza!
¡No la maten mañana! 



Alfonso Nassif 
Nació en Icaño, departamento Avellaneda, el 20 de Agosto de 1932. Escritor, poeta, ensayista. Integrante de la Asociación Literaria "María Adela Agudo"; miembro fundador del Centro Bandeño de Investigaciones y Letras (Cebil), Presidente de la Sade, filial local, creador y orientador de “Talleres Literarios” en Santiago del Estero, encargado, junto a Ricardo Dino Taralli, de la página cultural del diario “El Liberal” por más de siete años, entre muchas otras actividades desplegadas. Recibió numerosos premios y distinciones.
Fuente y fotografía: bibliotecajwa.com.ar