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viernes, 31 de enero de 2020

ELOÍSA OLIVA: POEMAS

Una casa de cristal, señor
dame una casa de cristal.
Dame, señor, una casa
liviana, que brille
con el sol. Una casa
sin peso, sin historia
de la que no
pueda
escapar,
de la que no
quiera
escapar.
Dame, señor
una casa
que no sea frágil
y que no importe
cuando se rompa.


El avión, Francisca,
se pierde en el blanco.
Lejos del suelo, lo real
se limita a la cabina, la voz
de la azafata, indicaciones 
para casos de emergencia:
premisas que te alejen
de la confusión. Pero las cosas
Francisca, se parecen más al balbuceo
con que ayer intentabas darles nombre.
Y qué son los nombres, Francisca.
Los nombres
vienen dados y, cuando querés romper con ellos
se quiebra algo más grande.
Después, es como el aire deshilachado
que nos envuelve y, borrachos
por el perfume de la Gran Neblina,
vamos perdiendo
definición.


Hay que decir algo
alguna vez sobre la luz patinando
en los bananos, las hojas desflecadas
bajo el sol, sobre la brevedad
de las hojas, de su encanto.



Eloísa Oliva nació en 1978, en Buenos Aires. Vivió gran parte de su niñez y adolescencia en Neuquén y actualmente vive en Córdoba. Estudió comunicación social y cine. Sus textos han sido publicados en diversas antologías de poesía y narrativa. Publicó los libros Humus (La Creciente, 2005), 1027 (Nudista, 2010) y El tiempo en Ontario (Nudista, 2012). Fue residente en RUSA (Residencia Un Solo Artista, Rosario, 2008). Entre 2007 y 2008 formó parte de la editorial La Creciente. Trabaja en el campo de la comunicación y la cultura, especialmente ligada a la producción audiovisual y la escritura. Los tres poemas que siguen pertenecen a El núcleo de la tierra, publicado este año por Ediciones Nebliplateada.
Fuente: Eterna Cadencia

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