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viernes, 29 de marzo de 2019

QUINTEROS: MICRORRELATOS




Murphy

Papá con un balde de albañil en cada mano entró el metro de arena fina que dejó en la vereda el carrero.

Con los mismos baldes, mojó la arena.
Apenas, nomás.

Me sentó con mis baldes de plástico a construir castillos sobre la arena.
Cuatro torres, con soldaditos centinelas de plomo que custodiaban la fortaleza.

Más allá, papá apagaba la cal.

Cuando volví de la escuela, la arena era revoque en la pared del fondo.
Me faltaba el soldado Murphy, el que estaba acostado, apuntando.

Desaparecido en combate.

(del "Cuaderno de las malas noticias")



Estratega

El príncipe bueno miraba maravillado como el sol de la mañana iluminaba los campos del reino. Se le ocurrió entonces que las tropas de soldados deberían marchar hacia los floridos canteros de la reina y evitar cualquier ataque que los deteriore.

Vio que eso estaba bien y quedó satisfecho.

Pronto entendió el príncipe bueno que tener a la tropa de soldados muy lejos, les ocasionaría problemas. Entonces construyó con sus propias manos casas de adobe para que ellos se guarezcan del sol y del frío de las noches.

Vio que eso estaba bien y quedó satisfecho.

Para enviar a sus barcos a visitar sus tropas de soldados, construyó un gran canal bordeando los canteros, al que llenó de agua para navegar hasta allá.

Vio que eso estaba bien y quedó satisfecho.

Entonces, bajo la sombra del limonero, se sentó a descansar.

Al rato, la reina, su madre, lo llamó a almorzar.

El príncipe bueno guardó su palita de jardín, cerró la manguera del agua, miró a sus soldaditos de plástico desparramados por el patio, montó a su caballo de madera y entró triunfante a la cocina de la casa, con su ropa toda embarrada y una enorme sonrisa en su cara de niño obediente.

(Año 2018)



Muy señora mía

Hace usted muy mal, señora de los ojos color septiembre, en disfrutar del martirio inmenso en que somete a mi almita enamorada.

La sabia naturaleza, no la adornó a usted, como la mujer más linda del mundo, para que se convierta en un instrumento atroz que me cause extraños e incomprensibles suplicios por su tajante rechazo.

No me tiene usted en cuenta, a pesar que la admiro y que además, con sus ingratos y crueles desdenes, ni siquiera le interesa mi profundo dolor.

No, no sabe usted, de sus triunfos por predilecta y por hermosa y, por ser la reina absoluta de mis afectos, que se rinden como vasallos sumisos ante su tamaña belleza.

No sabe usted, que en cada uno de sus triunfos con su cetro de reina, deshace los sueños que germinan al calor de su mirada en mi alma, que, en silencio, le da a usted, todo, pero todo mi inmenso cariño.

¡Ah! perversa señora de los ojos color septiembre, si quiere alfombrar su paso con estas letras que ahora le regalo, si quiere por corona en su cabeza esta prosa, si le halagan los aromas de la eterna adoración de este humilde esclavo suyo, no olvide que debe despejarse de esa crueldad soberana conque usted me trata, y que cerca, muy cerca encontraré razones para olvidarla.

(Adaptado, integra la novela "Cúter" - "Cartas entre Cúter y la señora Beatriz Pereda")



Walter Ricardo Quinteros
Nació en Deán Funes, Córdoba, Argentina en Noviembre de 1955. Escritor, locutor presentador de noticias, integró diversas antologías nacionales y extranjeras. Es editor responsable del blog Pasen y Vean en diceelwalter.blogspot.com y editor responsable de la página Quiénes & Porqué. Tiene dos libros a editar; "Cúter" y "El cuaderno de las malas noticias". En algunas ocasiones firma sus escritos con el seudónimo José Antonio Ibarrechea, nombre que adopta en homenaje a sus abuelos.
diceelwalter@gmail.com




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