TRADUCTOR

viernes, 18 de octubre de 2019

EUGENIO MANDRINI: POEMAS


EN EL OJO DE LOS CRÉDULOS

Soy el mago.
Soy lo imposible.
El trébol que detiene el salto del suicida.
Un fósforo del que brota un jardín por cada sombra rota.
Un ahogado que emerge del mar y danza triunfal sobre
el oleaje.
Una ventana por la que pasa una visión del paraíso cuyo
fulgor no cabe en el sueño.
Un espejo donde la sorpresa admira sus dilatados ojos.
Una luz, en fin, en el ceniciento hastío.
Soy el mago.
Puedo llegar a engañar el tacto de los ciegos
esconder la botella de pavor que sorbe la muerte
hacer parpadear un ojo de Dios o conmover su lejanía
inmutable.
Soy lo imposible, ya lo dije.
Como el viento que viene de las hendijas de la
antigüedad y cruza sin opacar el aire
o los deseos alcanzados y en una ráfaga perdidos
o el estallido de un hombre y una mujer entre
las herrumbres de la noche:
soy también el instante.
Soy el mago.
Fugaz como la felicidad de pronto desaparezco.
De pronto, también, si el ojo de los crédulos me llama
regreso
con resplandores de tigres de papel
y otras brevedades de la luz
donde empiezo a no saber quien soy.



AQUELLO

Estoy entre los que buscamos Aquello.
No somos muchos. Apenas unas almas ávidas
andando por los infiernos de esta tierra
que sin embargo va perdiendo la luz.
Estoy entre los que buscamos Aquello
que suele aparecer tras el torbellino de las visiones
o en los destellos de ciertos libros
de cólera y espuma: un lugar secreto imaginado
donde el tiempo aún no gastó sus primeros días.
Estoy entre los que buscamos Aquello.
No somos muchos y estamos locos (dicen)
Porque sólo a los muertos les está dado entrar
a la dimensión de los grandes sueños,
tercamente locos (dicen) por querer saciar la sed
en la lengua de la verdad dado que ella es piedra muda.
Estoy entre los que buscamos Aquello.
A veces alguno lo augura y canta,
canta un himno todavía no escrito que habla
de hacer azul la sombra, olvido el llanto, sin trémolo
la jaula, inaudible la palabra vana,
hasta que una gota de penumbra apaga
el júbilo y los ojos.
Estoy entre los que buscamos Aquello,
que para algunos es la atracción del abismo,
para otros el único lugar bajo el sol
que ya no arde como entonces, y
para los que miran con un ojo ciego
y el otro desmesurado, la belleza que huye
y que no tiene fin.
Estoy entre los que buscamos Aquello.


LA ALMOHADA

En mi almohada hay un tigre.
Me lava la cabeza con su aliento de fósforo,
me cuenta la selva en el oído, el matorral
donde acechan las voces del terror o el susurro, el
arte del sigilo que apaga el gemir
de las hojas secas.
En mi almohada hay un tigre.
El resplandor donde los ciegos tambalean.
La sangre de la luz que envidia el fuego.
Si duerme —raras noches—
lo hace con la cola enroscada en mi cuello
como un látigo que espera.
Si está alerta —tantas noches—
me habla. Me dice: —Escribe,
con el asombro del color que soy
con el hambre de las entrañas que soy
con el brillo de oscuridad de la mirada que soy.
En mi almohada hay un tigre.
Todo tigre es un poema feroz.








Eugenio Mandrini 
Nació el 16 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, donde reside, capital de la República Argentina. Ha sido fundador e integrante de la “Sociedad de los Poetas Vivos” y co-director de la revista “Buenos Aires Tango y lo Demás”. Es Académico Titular de la “Academia Nacional del Tango”. En distintos géneros literarios recibió distinciones: destacamos el Primer Premio Municipal de Poesía (2008/2009). Colaboró con las revistas “Fin de Siglo”, “Puro Cuento”, “Ñ” y “Crisis”, entre muchas otras. Fue incluido en las antologías “Antes que el viento se apague”, “Testigos de tormenta”, “Cuerpo de abismo”, “Galería de hiperbreves”, “Tiros libres”, “Velas al viento”, “La nave de los locos”, etc. Ha compilado y prologado la antología “Los poetas del tango” (2000). Es guionista de historietas. Publicó en 1987 el volumen “Criaturas de los bosques de papel”, poemas y cuentos; “Discépolo, la desesperación y Dios”, ensayo, 1998; “Las otras criaturas”, microficción, España, 2014; “La vida repentina” (selección de textos de “Criaturas de los bosques de papel”), 2015. Sus poemarios son “Campo de apariciones” (1993), “Párpados para el ojo que sale de mí” (1999), “Conejos en la nieve” (2009), “Con voz de perro lunar” (2014).
Fuente: Eurasia / Rolando Revagliatti / Foto: Sur y Sur 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.