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viernes, 22 de febrero de 2019

LEONOR MAUVECIN: POEMAS




Los últimos comediantes

Aquí estamos
Entre todos los últimos comediantes.
Entre los socavones del amanecer.
Entre los manifestantes con banderines de plomo.
Entre las innumerables mentiras.
Entre los ingenuos culpables y los malvados.
Entre los que emigran dejándonos una cicatriz de aborto.
Entre los sórdidos mendigos con sus mendrugos agusanados.
Entre los locos

Entre los insaciables que consumen la última hamburguesa
y juegan al polo con caballos de palo y escopetas.
Entre los que devoran bibliotecas con la única finalidad de sí mismos. 

Entre los que miden el último gen del genoma humano
para saber que somos sólo el doble que una lombriz
y menos que un insecto.
Entre los que buscan el primer contacto con el mono
en el mítico eslabón de la historia.
Entre los que deambulan con los pelos rojos
y el rock and roll en sus orgasmos.
Entre los que gritan con Charly
sueñan con Fito o comen langostas aladas
en los recitales nocturnos de los Redondos .
Entre los que miden el compás de un tango abovedado
Y huelen la nostalgia de una calle desierta.
Entre los que no saben volar o no pueden
y usan polvo blanco o jeringas para vivir una vida prestada.
Entre los que ven la muerte.
Entre los que ven la muerte en pantalla chica
y se creen a salvo.
Entre los que viven la vida como una película del Far west
hartos de pochoclo y coca cola y se pegan a la imagen
dejando sus máscaras en las ondas del aire.
Entre los que hablan y leen un lenguaje universal
y buscan la metáfora.
Entre los que hacen dedo en las autopistas
y pagan el módico peaje de la intemperie.
Entre los que aman.
Entre los que venden un cielo de cartón
Con un rey de bastos dispuesto a golpearnos en las dos mejillas.
Entre los que caminan kilómetros para escuchar
al famélico maestro con su magro librito bajo el brazo.
Entre los que descubrieron la ternura.
Entre los que descubrieron la ternura
y golpean las puertas.
Entre los que golpean las puertas buscando la salida
hasta que la sangre florezca en las manos .


Mutaciones

Deberíamos pasar al otro lado del espejo
y escribir en el dorso de la mano.
Deberíamos buscar los fantasmas
para quitarles el polvo
y dar vueltas las sombras para vestirnos
con su otra cara.
Deberíamos sujetar el presente 
para apoyar el rostro
y reclinar el brazo sobre el tiempo que huye.

Acaso deberíamos buscar un día sin retorno
para instaurar la memoria 
y ahuyentar el olvido.
Acaso las telarañas del espejo
me devuelvan mi rostro,
pulido por las cenizas del tiempo.

Pero no será mi rostro.
Será tan sólo un simulacro
que se romperá en pedazos apenas caiga
la primera piedra.



Leonor Mauvecin
Nació en Córdoba, Argentina:(1950) Lic. en Letras, Prof. de Lengua y Literatura. Coordinó ciclos culturales Dicta Cursos y talleres literarios. Obtuvo el Fondo Municipal de Córdoba: 1998, 2000, 2005 , Premio Provincia de Córdoba 1996, Luís de Tejeda 2006. Fundación Argentina para la Poesía 2007.
Invitada a: Poetas del País de las Nubes México, VI Festival de poesía de la feria del libro Buenos Aires, Feria del libro de Córdoba (entre otros) 
Ha participado como expositora en encuentros y congresos literarios
Publicó: La Casa del Aire, 1996 La Huella de la Tarde1998 La piel de la serpiente 2000 La caja de madera. 2005 La casa del amor y de la muerte. 2008 El libro de Elena 2011 Almanaque 2016
Antologías: El Caldero de los Cuenteros .Ciclo de poetas Córdoba poética Siglo XX . Ciclo de escritores cordobeses. La tierra del conjuro. Heptagonal. Poetas en el País de las Nubes México.El Alambique 2011 España Antología de la fundación Argentina para la Poesía 2013 y 2015. Fuente: poetasdelmundo - cainabella - Foto: poesiainexorable.wordpress


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