Se acomodó los auriculares de la radio del teléfono celular en sus oídos y cerró los ojos para soñar y soñaba.
Soñaba que era una nena jugando en la calle, andando en bicicleta, llena de tierra y bebiendo agua directamente de la canilla, jugaba a la rayuela, saltaba la piola, a las escondidas, y que juntaba figuritas para el álbum de Caperucita Roja.
Le gustaba recordar su niñez.
Y llegó en sus sueños a su primer amor.
Llegó en sus sueños a su matrimonio.
A sus otros amores y despertó.
Se sentía incómoda por la decisión que había tomado.
Había decidido saber si hacía de una vez por todas, lo correcto.
Recordó que siempre fue impulsiva, y que de ese modo armó el bolso y sacó el pasaje.
Y que tenía en claro que era mejor mirar a los ojos de ése hombre y decirle cosas como, "Cuéntame lo que tengas que decirme ahora, que luego te cuento yo."
Tomó un taxi, le dio la dirección y al llegar, tocó el timbre sintió ganas de hacer un ring raje y salir corriendo.
Pero decidida, dejó el bolso en la vereda, se acomodó la ropa, y al verlo tan sorprendido por su inesperada visita, aplicó su mejor sonrisa, le sonrió a él y se mostró satisfecha, llena de un enorme coraje, y le abrió los brazos para darle aquel inolvidable abrazo.
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Y como si nos hubiésemos conocido de toda la vida, me dijo.
Bueno amigo, aquí estoy.
Ibarrechea.
diceelwalter@gmail.com.
Copyrigt 2012
Rossana escribió: "Maravilloso amigo!!!!!!!!!"
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