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viernes, 14 de septiembre de 2018

LILIANA CAMPAZZO: POEMAS

I

Hay pájaros
y también
chispazos de pájaros
esos
que cuando el sol
corre al lado del auto
por una ruta de tierra
cruzan
delante de la ventanilla
y dejan los ojos cansados
por el esfuerzo de ver su luz
de pájaros .
La ruta de piedra y pozos
se parece a la vida
dura tosca
levanta polvareda
como cuando una
sin más razón
que la tristeza
pega un grito.


II

Los viajes de ahora son eléctricos
aparatos que le cuentan a los otros
donde está una
mandan fotos
cartas escritas en pantallitas minúsculas
hacen de bitácoras efímeras
la ruta sigue igual que antes
pura piedra no más
y algún rehue
al costado de las huellas.



III

Allí se esconde el río
detrás de la curva
lo sé
por que se ven los álamos.


IV

El auto no corre aquí
cabalga
cruza un bajo
olisquea
galopa
un serrucho
fabricado por el viento
al que no puede vencer
la máquina de vialidad
flota en su interior
un polvo de años
lleva en el asiento de atrás
un atado de libros
algún vino
piedras que una junta
para traer a la casa.


V

El sol se cae
atrás de un cerro
brilla de otra luz
casi verde
los pozos
ojos que miran desde abajo
la velocidad
de las cosas.
Es como un líquido,
el sol,
que no termina nunca
de escurrir.
Una está sentada yendo.
Otra curva se agazapa
me salta a la cara
hace sombra
un guanaco
el sol
se cae
a su costado.


VI

En la boca el nombre de la hija
chispazo de pájaro
pájaro ahora
mallín
alambrado
piedra
flores amarillas
bajo
guardaganado
pájaro
sombra sobre el cerro
en la boca el nombre de la hija
lento hace girar en su dedo
un anillo
chispazo de pájaro
molino.
Paso del Sapo
treinta y cinco kilómetros.


VII

La hija y su nombre
traen a la tarde reminiscencias
de cielo
celina
cruza despacio en mi retina
se posa su nombre en mi boca
corre celina
atrás de un sueño
cada piedra en sus manos
se florece.


VIII

Chispazo de pájaro
pájaro
luz
se va brillando
un oscuro
y es la noche la que cae
no es líquida la noche
es mata cubriendo la luz
carbón piedra
sobre la línea
pájaro negro
hace nido
sobre mis ojos
que apenas
ya
el camino.


IX

Cerro Cóndor
no vuela
no galopa
mi auto
detenidos estamos
quietos los dos
fumamos al costado
deja de ser auto
apenas reclino el asiento
es casa
techo en el desierto
abrigo
paté y criollitas
una copa de cristal
que el abuelo trajo de otro viaje
gota hada que cae roja
en la garganta
de la sed.


XIII

Otra ruta
otros pozos
el auto se lleva pegados
los bichos de la noche
por la ventanilla crece el sol
hay una luz indecible
a esta hora
unas sombras que no dan
saco mi pantalla y anoto
la escritura sin lápiz
flota 



Liliana Campazzo
Soy Liliana, escribo y leo todo lo que puedo. Trabajo mucho. Nací en Buenos Aires, tuve una infancia llena de abuelos que pusieron los libros en mis manos y una miopía hereditaria en mis ojos.
Desde el 77 vivo en la Patagonia, muchos años en un pueblo que se llama Sierra Grande y desde el 92 en Viedma, cerca del mar.
Escribo para no matar ni matarme. Escribo porque es el lugar de la memoria, leo porque es el lugar de lo posible.
Tuve la suerte de leer sin interferencias, como loca sin brújula, leí porque quería, escribí siempre. Copiaba padrenuestros a los que le cambiaba palabritas y después en esa música del rezo encontré mi propio verso.
Por suerte después de los catorce descreí de dios y de sus santos y aparecieron algunas palabras para contar mi mundo.
Publiqué después de los cuarenta, cansada de corregir el mismo libro casi diez años. Se llamó "Quieta para la foto" . Todavía lo sigo mirando con recelo y le cambiaría algunas cosas.
Después salieron otros, ahora estoy terminado "Los poemas del aire" (poemas y fotos). 

Fuente: elinfinitoviajar - Foto: elpoetaocasional 

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