TRADUCTOR

viernes, 30 de octubre de 2015

IBARRECHEA: EL SEÑOR JOSÉ ANTONIO VIAJABA EN TREN

Él me decía porque como siempre, hablaba él y solamente él, y parecía que las opiniones de los demás no tenían peso y encima no me dejaba meter un bocadito sabiendo aún que yo también era hijo de ferroviario como él. No le importaba, hablaba de los trenes como si él fuese su inventor y sabía de los accidentes y justificaba los atrasos y le gustaba mirar las maniobras en las playas y las formaciones entrando a los talleres. Siempre me decía eso. 

Pero la otra vez, en que nos juntamos en un bar de la avenida Colón, en Córdoba, el señor José Antonio estaba melancólico, y aunque yo le dije que hablemos sobre los trenes, el me mostraba un artículo que hacía referencia al último viaje del Tren "Rayo de Sol" en un diario de nuestra ciudad.

Me lo alcanzó gentilmente, y mientras tomaba su café yo lo leía con atención. 
La nota me pareció interesante.

Me contaba que el había viajado esa última vez y que llegó a Buenos Aires a eso de las once de la mañana y que no tuvo tiempo para estrecharlos en un fuerte abrazo a los Guardas y Maquinistas ni a la señora que viajó a su lado y que durmió toda la noche cansada, y apoyada en su hombro.

Entonces ahí lo vi recobrando el entusiasmo y le dije que me contara sobre eso y pedí otra vuelta de café y el señor José Antonio se acomodó su sombrero claro y se aflojó la corbata mientras miraba algunas fotos del diario. Intenté devolvérselo y él me dijo que me lo regalaba porque los trenes viajan por sus arterias y que cuando alguno se descarrila tiene que ir a la clínica de la calle Deán Funes, donde está guardada su historia, me dijo.

Y mientras la señorita moza nos alcanzaba el café, el señor José Antonio parecía descansar su vista en el tremendo escote de la remera blanca de María  Eugenia, según constaba en la cucarda, que así se llamaba, y que estaba sujeta a su prenda por pequeños alfileres.

Y él se arremangó el saco y la camisa juntos, en un solo movimiento y empezó contándome que él, en aquel entonces, era el delegado por Córdoba ante una comisión de no se qué cosa y que Córdoba mandaba dos delegados, que uno era de la ciudad de Rio Cuarto que esperaba al de San Luis que había estado esperando al de Mendoza para viajar juntos, y que el otro era él, por parte de la capital. 

Entonces me dijo que su opinión era tal vez la más respetada, no por que el señor José Antonio sea lindo y les hablaba lindo. Sino porque sus conclusiones eran irrefutables.

Así, me contaba mientras la sombrilla de la vereda ya no nos escondía del fuerte sol de Octubre, y seguía diciéndome que recordaba que la reunión del cuerpo de delegados estaba prevista que empezase a las nueve de la mañana de no se acuerda bien qué día, en un lugar del centro de Buenos Aires y que cuando llegó a la estación Retiro eran las once y que llamó por teléfono para avisar que había viajado en el último tren Rayo de Sol y que ya iba para allá, porque estaba muy emocionado y que quería primero saludar a la tripulación de aquel penoso acontecimiento, despertando por esos dichos rencores y amores en el resto del cuerpo de delegados y de la comisión directiva que lo veían como única oposición fuerte a los proyectos que ellos tenían y que nada de eso estaba relacionado con los trenes y que disponiendo de tantos vuelos y pasajes en avión a él se le ocurría semejante disparate. 

Y me contaba que después que él llamó avisando de su llegada los integrantes de la comisión directiva les dijeron al resto de los delegados que no podía ser que un irrespetuoso venga a cambiar lo que ya se había aprobado y que no se dejen engañar por sus palabras y anécdotas retrógradas y sensibles, por más pragmático y dinámico que se lo considere.

Y que cuando el llegó a la reunión pidió el acta de lo hasta ése momento debatido y basado en los artículos veintiuno, treinta y tres, treinta y cuatro, y treinta y seis respectivamente, reclamó que se vuelvan a debatir ciertos temas que el consideraba carecían de toda legalidad y rayaban la figura penal de escándalo y dijo que él no había viajado en el Rayo de Sol desde Córdoba a Buenos Aires en dieciséis horas, para aprobar lo que estaba a punto de aprobarse porque no tenía ganas de pasar el resto de los días de su vida en prisión. 

Que fue así de contundente en sus dichos, que accedieron a escucharlo y que en una sentida exposición cargada de melancólicas anécdotas, se aprobaba finalmente su moción de dejar sin efecto lo anteriormente tratado, argumentando también la ausencia de los delegados de  las provincias de Salta, Jujuy y La Rioja y de su propia llegada tarde y que: Amigos míos, compañeros, Dios no quiera, pero ellos pudieron haber sufrido un terrible accidente.

Me aclaró que los otros tres aparecieron por la tarde en un claro estado de ebriedad. y que solo venían a firmar para justificar los viáticos, pues no alcanzaron propuestas y que los debates posteriores en dos días de interminables reuniones de dimes y diretes, terminaron acelerando las elecciones internas por efectivizarse algunos pedidos de renuncia y que finalmente tras arduas discusiones, a la mañana de un día lunes el señor José Antonio fue electo Secretario general por unanimidad, mientras el estaba durmiendo por haber concurrido al cabaret de la avenida Pueyrredón casi avenida Santa Fe, la noche del domingo. Cuando por la tarde de ése mismo día domingo había concurrido con sus amigos al hipódromo y había apostado cincuenta pesos a la potranca que tenía el número once y que con la plata ganada por los tres cuerpos de ventaja que la once había sacado en la competencia, les había alcanzado para una cena muy especial con señoritas que se prolongó hasta la madrugada del día de su elección.

Pero me dijo que de eso no quería hablar. Me dijo que quería hablar de que se sentó en el último asiento del último coche de la formación del Rayo de Sol y que a su lado se sentó una señora con un bebé, que cenaron juntos mientras el tren salía de Córdoba y que conversaron mucho. Me dijo que ella, su compañera de viaje tendría entre quince y veinte años menos que él y que le dijo que escapaba de su marido a la casa de una tía de la calle Crámer en el porteño barrio de Colegiales. Y que finalmente para que ella pudiese dormir, él tomo al bebé en brazos y ella se apoyó en su hombro hasta que estuvieron en Boulogne, donde despertó para desayunar.

Pero hay algo que me quería contar y que no era nada de eso, me dijo -mientras la señorita María Eugenia de pechos turgentes, nos traía ahora dos filet de pescado con puré y vino torrontés bien helado-.

El señor José Antonio se saca el saco, se deja el sombrero algo ladeado hacia atrás, hinca el pescado con el tenedor y lo corta con el cuchillo, sobre ese bocado agrega un poco de puré de papas y lo mastica despaciosamente, cadenciosamente, es como si lo saboreara resignadamente.

Había dos clases de pasajeros en los trenes de largas distancias, me decía mientras le agregaba limón al pescado. Los que viajan porque no les queda otra y los que miran el paisaje como una bendición. No se con certeza, cuál de los dos vive más.

En uno de mis viajes en tren, recuerdo haber visto un paisaje maravilloso. Era una dama, como de mi edad, ella estaba parada en la estación de trenes de no me acuerdo qué ciudad, y miraba hacia los vagones -me decía nostálgico-. Yo la vi, y me parecía que estaba rodeada de un aura que solo tienen las mujeres dignas. Y quise bajarme del tren sin que me importe más nada para decirle que podía afirmar que existe el amor a primera vista, y declararme en rebeldía ante cualquier prejuicio y declarar mi independencia de cualquier atadura que no sea su mirada angelical y -hace una pausa- ella me miró. Nos habíamos descubierto a través del vidrio de la ventanilla del vagón clase pullman y no dejamos de mirarnos por toda la eternidad que dura lo que demora un tren en una estación, y supe que quería bajarme y me pareció que ella quería subir al tren y el tren se puso en marcha y alcancé a bajar la ventanilla y sacar la mano para saludarla y ella hizo unos pasos hacia el tren y luego caminó más rápido para tomar mi mano  y se le acabó el andén y nos quedamos con la mano levantada hasta que nos perdimos en la distancia, y estaba oscuro.

Le dije que era una anécdota interesante, como para escribir una linda historia de amor.

Ahora comamos escribidor, otro día te cuento porqué se escribe poesía -me dice a los postres-, y quiero que sepas que el médico me dijo que el asado de falda con chorizo criollo y los cigarrillos Marlboro, que el jamón y los salames deberán irse junto con mis trenes, hasta perderse en las playas de maniobras de mis memorias. 
Pero también quiero que sepas que nunca más dejaré que se me escape una dama que me guste.

Eso me dijo, mientras tomaba su medicación. 
Después se fue, como pateando tarritos.















Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com
de "Cada loco con su tema"

ALBA MARÍA BARREIRO: LA CHINITA

Ahora quien sabe cuanto tiempo me tendrán encerrada en el cuarto. Tendré que esperar que la señorita Isabel deje de llorar y se les pase el susto.¿Para qué se me habrá ocurrido robarle el frasco de tinta roja y las tijeras y desparramar la tinta y hacerme la muerta?. Cuando sentí los pasos y que me andaban buscando me reía, un poco nerviosa es cierto, pero nunca creí que la señorita Isabel se quedara así. Abrió la puerta y cuando gritó, la miré y estaba blanca como un papel. Después se desmayó ¿Qué aspaviento! Y bueno, que se joroben. La que me da lástima es la señora mayor. Es muy vieja y no es tan mala como la señorita Isabel. La señorita Isabel es mala, mala. Ella fue la que me mandó buscar y fue la que me rapó la cabeza por los piojos cuando me trajeron. Me acuerdo muy bien. Pero buen susto se dio al otro día cuando me corté los pelos de las cejas.¡Qué risa! Igual no me dejan andar por la calle. Dicen que tienen miedo de que me pase algo, pero yo creo que es para que les limpie la cocina y todo lo demás. No me mandaron a la escuela y eso que la promesa era criarme y mandarme a la escuela. La señorita Isabel no me enseña porque no quiere. Cuando me mandaron prestada a lo de doña Fermiana, por lo menos estaban los gurises y me divertía con ellos. Me parece que siento pasos...no...no vienen para acá. Deben andar buscando algún remedio para la señorita Isabel. Bueno, aunque doña Fermiana tampoco me mandara a la escuela, me gustaba más allá Me gustaba cuando Albita se disfrazaba con la colcha y bailaba. ¡Qué lindo que baila Albita!. Pero también es diabla esa chiquilina. Me acuerdo la vez que se me encocoró y anduvimos a los manotones y la encerré en el sótano y gritaba y yo me reía de ella y disparó para la puerta que daba al patio del fondo y como nadie la podía oír y yo le hacía burla por detrás del vidrio, ella empezó a mirarme fijo hasta que le salieron brasas de los ojos y rompió el vidrio con la mano y se cortó toda. Un lío y un susto…¡ay! La madre vino corriendo, le envolvió el brazo con lo primero que encontró y salió para la calle. Horas esperando que volvieran. Por suerte la mano no le quedó torcida, pero estuvo como un mes sin ir a la escuela. Y doña Fermiana....dale, todos los días...”china desagradecida, te sacaron de entre las chircas para hacerte gente y mirá cómo pagás”....pero yo la quiero a Albita porque me hace acordar a mi hermana más chica y disfruto cuando doña Fermiana y la señorita Isabel rezongan con ella porque anda saltando por las azoteas en vez de estar jugando a las muñecas como todas las niñas, aunque yo con mis nueve años que dicen que tengo nunca jugué. Ahora cuando me saquen del cuarto quien sabe lo que va a pasar. Para Paso del Barro no me van a mandar, porque mi madre ya se debe haber muerto, digo yo... Si supiera donde está mi hermana, la que vino primero.¡Pobre María! Esta desgraciada de la señora Isabel me dice que anda por Buenos Aires, con un vestido negro, bailando con cualquiera. Estoy segura que es mentira porque ella es gorda y las que salen en las revistas son flacas. Ella me dice eso para que me de vergüenza y queda malísima cuando le contesto que no me importa y que yo la quiero igual. Lo mejor sería que me mandaran otra vez para lo de doña Fermiana. A lo mejor aprendo a leer con los chiquilines. Albertito y Carlos no quieren saber de nada con enseñarme, pero Albita estoy segura que me enseña, porque a ella le gusta que yo le haga cuentos de lobizones y de todo lo de allá. Cuando viene a visitar a la abuela yo me quedo contenta porque se escapa para mi cuarto y saca de los bolsillos algún regalito como la pulserita con un corazoncito colorado... ¡Otra vez andan a las corridas en el piso de arriba!...¿no terminarán más? Le mostré a Albita como aprendí a remendarme las bombachas y nos reímos mucho de la tía Isabel y de que nunca se va a casar aunque sea maestra porque la señora mayor le corre los novios. Si la vuelvo a ver...ay si, Dios quiera, le voy a contar lo que me pasa con el cuadro. No se si me voy a animar. Tengo miedo de que le cuente a alguien, pero le voy a hacer prometer que no lo va a contar. Es horrible, me da miedo pensarlo y miro el marco dorado y los colores y el Jesús tan lindo y ...pobre...con un corazón que le sale fuego y con espinas alrededor! Y le vuelvo a mirar la cara tan linda y ya estoy pensando cómo será el culo de Jesús. Esto Dios no me lo va a perdonar, estoy segura.¡Cómo tardan en venir a sacarme de la penitencia.! ¿Habrán llamado a un médico?.....Ya estoy aburrida de pensar y ...además voy a tener que lavar toda esta ropa y la sábana y la funda.....¿saldrá fácil la tinta? Y bueno...si no me mandan otra vez con doña Fermiana, capaz que me mandan para afuera y me quedo en lo de doña Hilda, pero doña Hilda ya tiene otra para criar. Aunque sería más lindo volver al rancho de mi madre y levantarme tarde y andar buscando leña cerca del monte o ir con mi madre a lavar al río...Debe hacer más de una hora que me encerraron...Ya ni me acuerdo cuántos hermanos éramos... a ver...Margarita, Amelia, el Tito... me parece que tengo ganas de llorar. Ahora si creo que viene alguien para acá...¡Qué Dios no me castigue por lo del cuadro!




Alba María Barreiro
Uruguay
(sin mayores datos de la autora)
Fuente: servicioskoinonia.org
foto: bradisenografico.wordpress.com

LOVIS CORINTH: PINTURAS

selbstportrat-mit-seiner-frau-und-sektglas-1902
Lovis Corinth nació en la mitad del siglo XIX, en un pueblito llamado Tapiau en ese entonces bajo el dominio del Reino de Prusia. Tras la segunda guerra mundial Prusia del Este se esparció entre lo que hoy es Lituania, Polonia y Rusia.

witches_1897

Este pintor, ayer prusiano hoy alemán, es quizás uno de los más grandes olvidados de la historia del arte.

der-kunstler-und-seine-familie-familienportrat-1909 
Las razones las podemos apreciar en su vida, obra y quizás en lo más relevante: la época que le tocó vivir.
walchensee-landschaft-mit-kuh-1921
Una época esa, del siglo XIX, que era regida por parámetros censuradores bajo el canciller “de hierro” Von Bismark,  y luego los Kaisers Guillermo I y II. Para rematar hasta la mitad del siglo XX fue controlado por las ideas de la gente del poder en ese entonces, Hitler y sus muchachos, que catalogaron su Arte como “Degenerado”, con mayúscula. Esto hoy es signo de buen “hombre” y buen artista pero en ese periodo era algo frustrante, sinónimo de penurias económicas, sociales y carente de todo reconocimiento estatal, un paria en definitiva. 
the_deposition_1895
Conociendo la obra y vida del artista, poco le importó los aplausos en vida, quizás si los aplausos después de muerto; una lastima tanta demora.

inocencia-1890
  
susanna-im-bade-1890
Corinth estudio Arte en la Academia de Munich, que por ese entonces era la ciudad rival de París en todo lo relacionado con Arte de vanguardia. Viajó a París, a finales del siglo XIX, donde conoció a Coubert y su estilo Impresionista, ahí cambia su paleta formal y académica por esta nueva manera de tratar el color, con un pincel más suelto y revolucionario.
selbstportrat-mit-ruckenakt-1903
Claro que esta es una interpretación libre de mi parte, Corinth siempre negó conocer los impresionistas, quizás por el hecho que el Grupo jamás lo aceptó, las envidias e intrigas habituales entre artistas.
frauengruppe-1903
La vida de Corinth fue un exceso de todo tipo, se casó con una de las primeras estudiantes de su Academia, Charlotte Berend, mujer que retrató en numerosas ocasiones, como el autorretrato del inicio, realizado de una forma transgresora, sin tapujos morales. Fue la “Musa” de toda su Obra y el pie a tierra para enfrentar el desenfreno de su vida.
neubau-in-monte-carlo-1914
A su regreso a Munich forma parte del Grupo berlinés “Sezession” del pintor Max Liebermann, el cual llegaría a liderar tras el retiro de este.
carmencita-1924
Su paleta se torna más expresionista en 1911, algunos críticos atribuyen el cambio a una parálisis de su mano que lo obliga a trazar sin tanto detalle, coloreando para tapar el defecto. Para mi modo de ver, este juzgamiento es apresurado y liviano; el vuelco al expresionismo es producto de seguir los vaivenes del tiempo, como también es producto de la necesidad del hombre de encontrar un nuevo camino para representar los objetos con una mirada innovadora y libre.
selbstportrat-mit-glas-1907
Con un carácter excesivo, rayando lo paranoico, Corinth realizo autorretratos en todos sus cumpleaños, a partir del comienzo del siglo XX, en ellos vemos la evolución del hombre como vemos la evolución de su estilo. Siempre buscando romper las tradiciones estéticas, ya sean estas relacionadas con todo lo del Arte o de la belleza humana. 
morgensonne-1910
Corinth experimento con casi todas las técnicas de la Pintura, excepto la aguatinta, utilizó el óleo, el grabado, el dibujo, la litografía, etc., para  sacar esas ideas de su cabeza, más de 900 obras son su legado.

die-ersten-menschen-1919
Los desnudos, el sexo, la muerte, temas bíblicos y mitológicos, todo esto entró en su gran producción, siempre con un estilo que buscaba choquear al espectador, con Obras intensas, grotescas, llenas de significado y humor.

der-hase-1921

Talvez su vida nos deja un cierto aroma a Anders Zorn, por el gusto a las mujeres y el alcohol, pero se nota el elemento germano de principios de siglo XX en Corinth, un expresionismo latente, vivo y rompedor.

1911
 1897
Corinth le dijo a un amigo, Leo Michelson, el modelo para la figura de Cristo: “Quizas este sea mi último cuadro” era “Ecce Homo”,  un mes después de finalizarlo murió, mientras visitaba Holanda viendo las Obras de su querido Rembrandt.
ecce-homo-1925
El Musée d´Orsay realizó una exposición de la Obra de Corinth con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, que será también presentada en Leipzig, Museum der Bildenden Künste, del 9 de julio al 12 de octubre 2008 y en Ratisbonne, Kunstforum Ostdeutsche Galerie, del 9 de noviembre 2008 al 15 de febrero 2009.

bacchanale-1896


1899

Un sitio, en alemán,  con un muy buen catalogo de las Obras de Corinth:

portrat-frau-halbe-mit-strohhut-1898

Un muy buen libro, en inglés, con una completa mirada al artista en:

Lovis Corinth 
Pintor, escultor y grabador alemán nacido en Tapiau, en aquél entonces bajo el dominio del Reino de Prusia. Estudió en el taller de Bouguereau de Paris, junto a entre otros, Gustave Courbet y más tarde en Munich. En 1900 se instala en Berlín y se convierte en uno de los miembros más activos, junto a Max Liebermann y Max Slevogt, del movimiento artístico llamado Secesión. Su pintura en un principio impresionista, evolucionó más tarde hacia un expresionismo dramático, por lo que podríamos decir que realizó una síntesis de las dos corrientes. A partir de 1911 sufrió una parálisis en un brazo por lo que su trazado ya no fue tan limpio ni firme. Desde entonces evitó los desnudos aunque siguió haciendo paisajes impresionistas. Entre sus obras destacan, Ecce Homo (Basilea, Pinacoteca, 1925), el Autorretrato con esqueleto (Galería Estatal de la Casa Lenbach, 1896) y La familia del dios Marte (Kunsthistorisches Museum de Viena, 1910). Murió en Zandvoort, Holanda.
Fuentes:arteyartistas.wordpress.com - www.epdlp.com

ALEJANDRO NICOTRA: POEMAS


En memoria de A.E.A., poeta.

EL PAN DE LAS ABEJAS

El pan de las abejas, la miel de todos,

Sopla el tiempo
sobre la galería de tu casa: nadie
sino la luz sorda, vacía,
entre pilares rotos.
Ni tu sombra, ni el rumor del poema

("El agua con racimos y la luz con abejas".
Patio sin parras. Seco aljibe.

Ayer,
la madre pasa con un plato de miel.

He visto las colmenas devastadas
y en el aire de marzo,
espacio azul,
el humo que subía desde los panales.

He visto al hombre enmascarado,
los torpes guantes,
y el pueblo de la brisa
y de la flor:
gota a gota,
los pequeños
cadáveres.

He visto al sapo gordo
saciado de saqueo.

Sopla el tiempo 
desde la fresca sombra de las parras,
los cántaros, las flores. (El temblor
y la luz de las abejas.) Oigo
tu voz.

Un niño pasa con un plato de miel.

He visto las colmenas devastadas,
el humo por el aire de marzo.

Y he visto,
entre las ruinas y la sombra,
el pan hecho de sol;
quiero decir
lo sabes: vi tu muerte
y tu vida. (La galería rota
de tu casa, las páginas
doradas). Y mi vida
y mi muerte,
seguramente iguales.

Un hombre pasa con un plato de miel.

El pan de las abejas,
la miel de todos.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

MUJER DORMIDA  O  DUNAS

Apenas unas dunas 

que sobrevuela un pájaro
y un caballo contempla desde su blando límite.

Alrededor, el cielo. Las distancias.

Un sol sin sol, un viento oculto,
mueven su cálida respiración, apenas.

Uno sueña las fuentes.

Despertarlas con crines y con furias.
Cavar con cascos hasta el grito. 

Sólo es posible
enredarse las alas en espinas
y morir.













Alejandro Nicotra


25 de marzo de 1931. Sampacho, Provincia de Córdoba.
Licenciado en Letras, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba. Profesor.
Premio Nacional Iniciación, Comisión Nacional de Cultura, 1951. Premio Regional de Literatura (1957-1959), de la Dirección General de Cultura de la Nación, por su libro inédito Nuevas canciones, 1960. Premio Arturo Capdevila, del P.E.N. Club internacional, por su libro El tiempo hacia la luz, 1968. Premio Leopoldo Lugones, de la Universidad Nacional de Córdoba, por su libro Detrás, las calles, 1969. Accésit del Premio Adonais, Madrid, por su libro Detrás, las calles, 1970. Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, por su libro Puertas apagadas, 1977. Premio Esteban Echeverría, de Gente de Letras, 1991. Premio Konex, 1994. Primer Premio Consagratorio de Letras, junio de 2003.
OBRAS: Poesía: Cuaderno de Córdoba, Santa fe, 1957. Nuevas canciones, Buenos Aires, 1965. El tiempo hacia la luz, Buenos Aires, 1967. Detrás, las calles, Madrid, 1971. Puertas apagadas, Rosario, 1976. Lugar de reunión, Buenos Aires, 1981. El pan de las abejas y otros poemas,Buenos Aires, 1983. Puertas apagadas / Lugar de reunión, Córdoba, 1986. Desnuda Musa, Córdoba, 1988. Hogueras de San Juan, Miramar, 1993. Il pane delle api e altre poesie, Venecia, 1993. Poesía (1976-1993), Córdoba, 1994. Ensayo: Antonio de la Torre, Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires, 1966. 
COLABORACIONES EN: Cuadernos Hispanoamericanos, Madrid. La Nación, Buenos Aires. La Prensa, Buenos Aires. La Gaceta, Tucumán. La voz del interior, Córdoba. La Capital, Rosario. El litoral, Santa Fe.
Fuente: www.aal.edu.ar - Foto: poesiasigloveintiuno.blogspot.com

CANAL ENCUENTRO: CONTINUARÁ, LA HISTORIETA CORDOBESA





Subido por: Gaspacho de piojo
Gentileza: YouTube
 Programa conducido por: Juan Sasturain

Esta excelente serie de programas pertenece al canal ENCUENTRO. (http://www.encuentro.gov.ar/sitios/en...).


Canal Encuentro es el primer canal de televisión del Ministerio de Educación de la República Argentina. Funciona en el marco de Educ.ar Sociedad del Estado. Fue creado en mayo de 2005, a través del Decreto N.° 533/05. En diciembre de 2006, fue reconocido por la Ley de Educación Nacional N.° 26.206. Comenzó su transmisión el 5 de marzo de 2007.
Si bien se dirige a todo el público, esta señal constituye una importante herramienta para la comunidad educativa. Es un canal federal que incluye contenidos de todas las regiones de la Argentina, además de producciones adquiridas de prestigiosas productoras de América Latina y del mundo. Se trata de un servicio público de comunicación y no posee publicidad.
Canal Encuentro alcanza a más de seis millones de hogares de todo el país, durante las veinticuatro horas, a través de una red de mil cuatrocientos cableoperadores; mediante franjas horarias en distintos canales locales de televisión abierta; en la Televisión Pública (Canal 7) de aire de Argentina, de alcance nacional; a través de la Televisión Digital Terrestre (TDA). Además puede verse en vivo a través de Internet, posibilitando el acceso a los contenidos por parte de los países de Latinoamérica y el mundo.
Encuentro en la Web complementa la emisión televisiva y vincula la transmisión con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para potenciar ambos medios y generar un espacio de convergencia. El sitio --www.encuentro.gov.ar-- posee información sobre programación, recursos educativos multimedia e interactivos, noticias y novedades institucionales, propuestas audiovisuales especialmente pensadas para su consumo on-line y acceso a otros sitios de Educ.ar S.E.
Desde el inicio del proyecto, Encuentro trabaja con la firme convicción de que el Estado puede desarrollar una nueva televisión educativa y cultural.

APOLINARIO FITZGERALD "CHUÑI" BENITE: EN LA CARNICERÍA DEL NEGRO MOREIRA


No sencontrábamo con el Ñacaniná Albare en la carnisería del negro Moreira, esperando que le deje de atendé a Doña Maurisia, cuando dentró Doña Cala con toda esa mala onda de siempre, arrugando la jeta por el olor que ay siempre en el local del negro, como si él tubiera la culpa de que la gente no le compra eso ígado y esas tapa de asado que tiene desde enero del año pasado en las batea questán debajo del mostradorsito lento.
-Buenos día, porque cuando ay educasión se saluda- dijo con su vos de cotorra, la boca to torsida y al lado la empleada con el delantal poronga que le ase usar a la pobre desde que ase cuarenta año vio a la asistenta de Mirta Legran y quiso tener una igual.



-¡Ey, Doña Cala, felis día!- le contestó Doña Maurisia.



La gorda le dio dos beso ruidoso en la mejilla pero la vieja carachenta saludó con esos beso de mierda que dan las tipa angaú finoli, que son en realidá beso al aire, porque asen todo lo posible pa que los labio no se apollen en la jeta de la otra persona, y si ase falta tuersen todo el pico asta casi tocarse la oreja con el yurú.



-Grasia, me contaron que está estrenando un eletrodoméstico- dijo la vieja.

-Ay, sí –se agrandó Ña Mauri-, se re jugó el nene, ¡sunamor!

-No savia que ya estaba en libertá-le tiró la vieja chota mobiendo la cejita derecha como cada ves que lestá por cagar el día a algien.

Ña Mauri sintió el impato vamoecí, pero se iso la que no le dolió.

-Se, se, seee, por supuesto, el jué le dio la escarselasión ensegida, si el Choli no tubo nada que ver, los cana jueron lo que le plantaron todo eso pa joderle nomá.

-Debe sé que tiene tiempo libre la policía pa podé plantarle 87 bisicleta en el patio…

-Como mucho eran 84, Ña Cala.

-En el diario salió que eran 87. Pero debe ser que la prensa miente je je je.

La vieja de mierda se reyía con esa sonrisita venenosa della. En la carnisería asta las mosca iban bajando el bolumen. Ñacaniná me codió como abisando que no quédemo porque podía aber quilombo, que siempre viene bien pa tené algo que contá en las choriseada con lo vago.

-A mí también el Julián me homenajió por el Día de la Madre –retomó la guampachata-. Flor de sorpresa me dio: me trajo un esplí Sansun de 5.000 fregoría sistema frío-calor 24 programa y control remoto. Anaranjado el control, ensima.

Ña Mauri segía contra las cuerda. Ensima justo el negro le pregunta qué va llebar.

-Tresiento de molida-contesta en vos bajita.

-No será tresiento peso, ¿no? Je je je

-Nooo ja ja - la risita de Ña Mauri rebela el intinto asesino insipiente.

-¿De la espesial?-pregunta el negro.

Ña Mauri siente la miraba filosa de la otra.

-No, don Moreira, la común nomá, la otra tiene muchos produto químico, escuché en las radio.

La Cala é como un tiburón que persibió sangre. Le mete otro estiletaso.

-A mí, mi estimado carnisero étnico, por fabor vaya preparándome dos kilo de lomito. O capas que tré.

Ña Mauri respira agitaba. Las teta de unos ocho kilo cada una suben y abajan bajo el vestido floreadito. El pelotudo de Ñacaniná pela el célu y empiesa a filmá descaradamente. Lejo de intimidarse por la videorrealisasión vamoecí, la Cala vuelbe a embestir.

-¿Y a usté qué eletrodoméstico espesíficamente le regaló el Choli?

Ña Mauri tranpira. La frente le brilla como narí de borracho.

-Eeeh… Un… un coso… un… un despositibo generador de flujo eólico circulatibo intra-abitasional vamoecí.

-Claro, un ventilador, como me dijo el Juli. Porque él justo dentró al Fábrega cuando el Choli salía con el venti. El Juli ay jue que me compró el esplí de 5.000 fregoría con control. Control anaranjado. Lleno de botonsito é. Al contado. ¿El Choli tubo que aser con Credicompra, no?

Ña Mauri tanbalea, todo asemo juersa pa que se recupere, pa que aguante contra las cuerda, pa que suba la guardia, pa que se banque la palisa y le calcule una mano, una sola mano, en el medio de la jeta que le tumbe a la vieja de mierda. No ay otra. Por punto está perdiendo por goliada. Tiene que noquiá. No queda otra.

“Sigan, sigan, no se callen pué que me estoy quedando sin batería”, reclama el Ñacaniná como si la sotra jueran atrise bajo su mando. A Ña Mauri le late too el cogote. La Cala ase golpesito contra el suelo con el pie, como midiendo el ritmo de la matansa.

Le miro al negro Moreira, que ase rato se quedó con la mano hundida en la carne molida y mira con cara de pedirle a la Cala que por fabor la mate de una vé a la pobre gorda, que no le aga sufrí má.

Ña Mauri, en un ejemplo de coraje y guapesa dicno de un boseador mejicano, no se rinde.

-A mí no me gustan los esplí, ni lo saire condicionado en general. Ese frior ase mal, porque no sé si usteden vieron –y nos mira como pidiendo ayuda- que si uno dentra a una piesa con aire, y despué sale, ajuera ay tanta calor que ese cambio de temperatura é terrrrrible… Yo me quedo toda la vida con el ventilador. Aparte é un Niclamar de 20 pulgada, cuatro paleta y tres velosidade. Botón de estoc también tiene, pa pararle sin tené que desenchufarle.

A todo nos conmuebe ese intento miserable de sacar la cabesa del agua. Moreira tiene lo sojo lleno de lágrima.

-En cambio a mí me dijo el Juli que el venti era de diesisiete pulgada y media, y tres paleta- cachetea la Cala, preparando la faena final- Y si quiere vamo a su casa y miramo...

Silensio total. Todo esperamo que Ña Mauri siga viva. Tranpira y respira, tranpira y respira, tranpira y respira. Ñacaniná le arrima el célu hasta dies centímetro de la jeta, pa registrá mejor la sufrisión de la gorda. El Catinga Ayala, que dentró resién, aprobecha la tensión pa pegarle una flor de apoyada a la mujer del dentista, que se ase la que no se da encuenta.

-Sí… puede ser… diesisiete, veinte… son todo número de dó dígito vamoecí- dise la pobre con una vosesita de grillo.

Él final. Ñacaniná, sin dejar de filmá, me mira como disiendo “agarrá el cuchillo de Moreira, tené piedá y cortale el cuello a la Mauri”.

-Lo otro –musita la vítima entre su súltimo estertore-… lo otro é que el ventilador parese que mejora los proseso de apareamiento de los mamífero. Porque fijesé Ña Cala que usté siempre tubo aire, y yo siempre ventilador, y a mí el Cacho me tiene bien bombeada por lo meno do vese a la semana todabía, y a usté no sólo que su marido no la toca ni con una tacuara, como me dijeron que usté contó en la peluquería de la Cesilia, sino que todo sabemo que ase como veinte año que le claba a la concuñada y todo se asen lo pelotudo nomá pa que no haiga quilombo.

Ña Cala se desfigura. Quiere ablar y no abla, dá un paso atrá, otro adelante, ase como que rebisa la carterita, tose, se pone violeta, se coloca la mano en el pecho, mira a los costado.

La Mauri ni le mira. Se arrima al mostrador, agarra la bolsita de molida, le pide a Moreira que le anote, y se va.

Ñacaniná le ensima haora el selu en la jeta de Ña Cala, que sige como muerta de pie. El Catinga aprobecha y se le apoya a ella haora. “Felí Día de las Madre”, le dise al oído, y una baranda talacastiana rebota por toda las parede de la carnisería.

Uno de los nocause má simpresionante que vi en mi vida.


Chuñi Benite
Literato
Chaco, Argentina.
Fuentes: Acsión Ñerética Resistencia - http://www.angaunoticias.com.ar
Foto: Subida por el autor en Facebook - Apolinario Fitzgerald Chuñi Benite 
Nota: Relato sin correcciones por la administración de este blog. 

COMPAY SEGUNDO: MÚSICA


"La Negra Tomasa"
Subido por: djMambito2
Agradecimiento a: YouTube 

Estoy tan enamorao de la negra Tomasa
Que cuando se va de casa
Que triste me pongo
Estoy tan enamorao de la negra Tomasa
Que cuando se va de casa que triste me pongo.

Ay ay ay 

Esa negra linda
Que me hecho bilongo
Esa negra linda 
Que me hecho bilongo.

Na' ma' que me gusta la comida
Que me cocina
Na' ma' que me gusta la café
Que ella me cuela
Na' ma' que me gusta la comida
Que me cocina
Na' ma' que me gusta la cafe
Que ella me cuela

Ay ay ay

Esa negra linda
Que me hecho bilongo
Esa negra linda
Que me hecho bilongo.

Estoy tan enamorao de la negra tomasa
Que cuando se va de casa
Que triste me pongo
Estoy tan enamorao de la negra tomasa
Que cuando se va de casa
Que triste me pongo

Ay ay ay

Esa negra linda
Que me hecho bilongo
Esa negra linda
Que me hecho bilongo

Quiquiribu mandinga
Quiquiribu mandinga.

Allá en la habana tasajo
Y allá en oriente mabinga.

Quiquiribu mandinga 
Quiquiribu mandinga.

Yo conocí a un cocinero
Que cocinaba mabinga.

Quiquiribu mandinga 
Quiquiribu mandinga.

Y machacaba los ajos
Con la cabeza el mortero.

Quiquiribu mandinga 
Quiquiribu mandinga.

Como bailaba Tomasa
En el barrio de la timba.

Quiquiribu mandinga 
Quiquiribu mandinga.

(Aquí con el Grupo Fabuloso, primera voz: Hugo Garzón Bargalló)



"Guantanamera"
Subido por: Daniel Crako
Agradecimiento a: YouTube

Guantanamera, guajira guantanamera
Guantanamera, guajira guantanamera

Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma
Y antes de morir yo quiero
Echar mis versos del alma
Guantanamera...

No me pongan en lo oscuro
A morir como un traidor
Yo soy bueno y como bueno
Moriré de cara al sol
Guantanamera...

Con los pobres de la tierra
Quiero yo mi suerte echar
El arroyo de la sierra
Me complace más que el mar
Guantanamera...

Tiene el leopardo un amigo
En su monte seco y pardo
Yo tengo más que el leopardo
Porque tengo un buen amigo


Guantanamera, guajira guantanamera
Guantanamera, guajira guantanamera
¡Dilo Compay!
¡Ahí na' ma'!
Guantanamera, guajira guantanamera
Guantanamera, guajira guantanamera...





Máximo Francisco Repilado Muñoz 
(Siboney, 18 de noviembre de 1907 - La Habana, 14 de julio de 2003), más conocido como Compay Segundo fue un músico y compositor cubano de amplia trayectoria mundial.
(fuente: archivo del blog)
Foto: YouTube