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viernes, 30 de diciembre de 2016

ELISABETH AUSTER: POEMAS



PUNTOS
Tu sur es mi norte
(lo que unos callan, otros desearían gritarlo)
y hay un sur por debajo de todas las cosas
                                                                 que quiero que explores
                                                                 en el que no querés perderte.

CONCLUSIÓN
¿Es que vas a dejarme aquí
y vas a olvidarme así:

extraviada sin tus besos,
abandonada de tus manos,
ajena a tu mirada,
expulsada de tu almohada,
resistida por tu pene,
ignorada por tus ojos?
Tu amor
no me perdona;
tu amor
me ha defraudado.


DE ESTE ROMANCE SOLO QUEDAN
De este romance solo quedan:

Tu mirada de fuego interpuesta entre mis ojos y los de cualquier otro;
La añoranza de la caricia de tus manos;
Sonreír como reflejo por tu nombre;
El dulce sabor perdido de tus besos;
Risas que se convirtieron en fantasmas y ahora deambulan por San Telmo;
Un color mediterráneo condenado a extinguirse en mi memoria;
Bailar con los ojos cerrados;
Canciones que por siempre serán nuestras;
El beso perfecto recibido entre las piernas;
El beso que te debo y ya no habré de darte;
Tu obelisco diseñado a mi gusto y medida;
Los poemas que te escribí en noches que no venían al caso como anotaciones al margen de mi historia;
La dulzura ausente después (la distancia y el hambre erosionan los modales);
Mi entrega;
Tu entrega;
Mis sentimientos;
Tus emociones;
Tu miedo a mi cariño;
Tu pánico a volver a enamorarte;
Tu confianza en mi patriótica lealtad;
Mi ilusión de que alguna vez estarías a la altura de las circunstancias;
La honestidad razonada;
Mensajes encerrados en botellas perdidas en el mar;
Pieles que duermen desnudas;
Brindar sin excusas ni razones, brindar de puro gusto;
Los espectros (en realidad, nunca se fueron);
Diplomacia preparándose para la guerra;
No saber lo que queremos;
No querer lo que necesitamos;
Lágrimas de noche y vestido de hielo para el día;
Hablar de más;
Hablar de menos;
Gritar de felicidad a los cuatro vientos;
Descubrirse gritándole a una pared;
La memoria de cuando todo;
Esta abundancia de nada;
No importarte más;
El acre sabor del “no se pudo”
.

Elisabeth Auster

Elizabeth Auster nació en Buenos Aires en 1974. Poeta y narradora, colaboró en diferentes revistas literarias de Argentina, entre ellas Morimbia y Nueva Generación. Realizó para la editorial La Sombra del Membrillo, de España, la selección, introducción y notas del e-book Poemas Reunidos, de Luis Benítez (2005). 
fuente: revistapanero.wordpress.com - paginadepoesia.com Foto: unidiversidad.com

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