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jueves, 7 de abril de 2016

A.E.QUINTERO: CUENTA REGRESIVA (Número 3)

No es  soledad de ti
ni de tus brazos.

No es soledad de amor
o de lo que el mundo muere.

Es solo este silencio que se agarra de mi pierna
como un niño en su primer día de colegio.
Este silencio
que es como quien se pone en disposición de viajar,
de mudarse, de irse hacia la arena movediza
con la resignación de un ciervo, que cae y se hunde,
que cae
y sus ojos permanecen abiertos
mientras la arena le cubre los párpados. Soledad de cierva
que piensa en el cachorro que deja solo
mientras una bala apaga su frente.

No es soledad de ti,
ni de tus muchos abrazos en mis noches de mucha lluvia.
Es soledad antigua,
soledad de mi, de la mitad que soy siempre.
Pasando sin quedarme.

Soledad de niño que crece.
Soledad de adulto.
Una furiosa soledad de vino tinto
que se hace viejo, diariamente.

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Un amigo poeta
-no tan amigo
y si poeta- escribió
que giro como polilla de luz
sobre la indefensión,
sobre esa minoría decodificada
(si, yo tampoco entiendo)
Pero la indefensión
ciertamente es algo que se queda pegado
entre la suela y el descuido de la banqueta.
Y no hay modos ni maneras
ni palabra
que al acercarse no se tire al piso, como en un bombardeo,
y haga de niño y de llanto y de sirena de ataque,
   en un solo tiempo.

Dice que me imagina en un pronto de la noche
salir,
como sale una mujer en camisón
o un hombre en bata, tras si mismo,
 a dar un solo de barítono
o de coyote.

Pero si yo pudiera gritar así,
salir así
al vaciado puro, no escribiría.
Menos indefensión. Porque eso
justamente es la indefensión, no gritar.
   Saber que no sirve de nada.

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Me preguntas acerca de los libros
de superación personal.

A mí,
que creo en la capacidad de vuelo
de una rama. En la resistencia
de una mosca a otra, sobre el papel atrapamoscas.
Que creo
en el sueño de salvarse
y de salvarnos;
y en los holanes entregados de abuela y su imaginaria
   popelina.

Pues bien.
Yo busco un libro de superación personal
que me enseñe a desanudarme la corbata.
Que me explique lo que pasó
en los dientes de aquel chico
después de su primera eyaculación, y lo prevenga:
en los vidrios de agua rota
que solo pensaban en bañarse, en quitarse el mar
y volver al útero seco, limpio, de las sábanas.
Un libro que hable por mi, con mi madre,
y le diga que un hijo gay no es un hijo roto,
   Y que una persona
no se puede pegar con resistol blanco y paciencia.
El corazón del pollo no regresa al pollo
aunque el niño le pida a abuela que lo regrese.

Un libro de superación personal
que pudiera ser armadura contra las piedras y los penes
   del colegio.

Que te quite lo muchacha
y te enseñe los registros de una barba al ras.
Y cosas más simples
como doblar el papel higiénico
para limpiarte adecuadamente la joven soledad del culo.
El cómo sonarte la nariz delante de la gente.
Las técnicas de un beso seguro,
sin salivar como un bisonte;
los modos correctos de para hablar con un pene
o una vagina.

Porque debería haber alguien
que te enseñe a ir viviendo limpio.
Cada etapa.
Las muertes que dejan puntitos en los ojos
de un niño de 10 años.
El lodo blanco, pegajoso,
que se seca como una tiniebla, como un grito,
como una sentencia de reformatorio que grita
   tus 13 años.

Y el vello púbico
que siempre nos mueve de lugar la conciencia,
   y la cambia, y la rasura, y la regresa
con el hocico roto y sin dientes.
Y los malditos cuarenta años.

Que te diga que para todos es igual. Todo.

Para que esta cosa, esta poquedad, tan breve,
se lleve lo mejor posible.


A.E. Quintero
Alfredo Espinosa Quintero, Nació en Culiacán, Sinaloa en 1969 y radica en el Distrito Federal. Es Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió el doctorado en Teoría de la Literatura en la Universidad Autónoma Metropolitana. En 1996 ganó el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa por el poemario Los postigos del verano.
En el año 2011 obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes con el Poemario Cuenta regresiva. Su libro La telenovela de las cuatro no se detendrá porque alguien logró matarse fue seleccionado como mejor libro de poesía del 2014 en La Feria del Libro Independiente de la AEMI.
Poemas extraídos del libro Cuenta regresiva (Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2011) - Ediciones Era - www.edicionesera.com.mx 2011


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