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viernes, 25 de diciembre de 2015

IBARRECHEA: LA CURANDERA DE MOMPOX


Una señora me dijo que esto de la curandería no se aprende, que viene solo. Fue un día, mientras estaba atrás del mostrador de mi negocio, donde vendía mis cosas y entró esta señora que me dijo que si yo no sabia medir para curar el empacho. Yo le dije que ni siquiera creía en el empacho. Estoy descompuesta y tu tienes cara de curandera, me decía. Entonces me dijo que hiciera así y asá y la medí como ella me dijo y dice que se compuso pero yo no. Yo me caí desmayada del dolor. Eso que me pasó con ella fue como una cosa, como que alguien me mandaba un aviso, porque de ahí, a partir de ese día, la gente empezó a venir a medirse, y no sé por qué, pero yo les componía.
Esa señora fue la que me llevó a ver a una ancianita que se llamaba Ángela que dicen que era Colombiana, de la zona de Mompox y que ya estaba en cama, ella no se podía mover de viejecita que estaba. 

¿Tu me tienes fe?
Fue lo que me preguntó cuando me vio, y yo entonces le dije que si, y ella me dijo que me iba a dar su poder y que debía para eso invocar al Espíritu Santo, vas a ver que Dios te va a llamar, y bueno, a partir de esos momentos me fueron pasando un montón de cosas raras. Había un montón de cosas raras que me dieron mucho miedo, pero que no eran feas, no eran malas, no. Pero cerré mi tienda.

Entonces comprendí que esas señales eran parte del llamado. Entonces aprendí las palabras que debía decir, la técnica que hay que emplear para curar y el poder que me dio ella, la curandera de Mompox. Todo me lo enseñó desde su lecho, me fue enseñando cómo se curaba tal cosa, cómo se curaba lo otro. yo empecé a curar, primero a la gente conocida de acá y después a gente que no conocía, porque anduvieron pasando la voz, mas aún cuando ella, la señora Ángela, falleció

Ahora te digo que no solamente viene la gente que es de acá, también vienen de otros lados, y me mandan cartas contándome que tienen tal y cual cosa, y luego que yo les curo, ellos me vuelven a escribir contándome que se compusieron de sus males.

"Jesús, dulce nombre de Jesús, donde Jesús se nombró todo el mal se quitó, donde Jesús se ha nombrado todo el mal se ha quitado. Santa Ana parió a María, nuestra señora Santa Isabel y a San Juan Bautista, así como estas palabras son santas y verdaderas, permíteme señor quitar este mal quebranto y espanto que en el cuerpo de José Antonio se encuentre."



Voy a medirte tres codos, desde la punta de esta cinta de color rojo y voy a hacer una cruz en tu estómago y también he de tirarte el cuerito en la espalda y voy a rezar.

"Jesús Jesús, mil veces Jesús. Donde Jesús sea nombrado todo el mal sea quitado. Bocado mal comido, bebida mal tomada, tumor, sangre, cólico o quebranto, que en la barriga de José Antonio esté. Yo lo corto con mi mano pecadora y con la tuya de gloria. Así como Jesús entró en Belén y murió en Jerusalén y estas palabras son ciertas y verdaderas, yo te corto con mi mano pecadora y la tuya de gloria y te tiro al fondo del mar." 

Y quiero que también te ayudes aflojándole a esa cosa de tomar whisky por demás.
¿Tu me tienes fe?















diceelwalter@gmail.com

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