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viernes, 6 de septiembre de 2013

PERO ES ASÍ COMO TU ERES


La recuerdo ahora, casi siempre apresurada. 
Sus movimientos me resultaban graciosos cuando sacudía su cabello, envuelta en la toalla de baño. Y cuando parecía caminar en puntas de pies desde el dormitorio hasta el living, de allí hasta la cocina, cuando abría la heladera, encendía el televisor, cuando se sentaba y cenaba. Cuando contestaba el teléfono, cuando fumaba. Y luego, cuando comenzaba con la dulce ceremonia, definitivamente sensual de meterse en la cama. Tenía por costumbre la de tomar un libro y de leerlo hasta que apagaba la luz. Ella entonces me miraba.

Yo siempre estaba contemplándola.  En calma.

En nuestra primera salida juntos, fuimos a la inauguración de un local bailable. Al comenzar la fiesta, apenas quedó una luz tenue que iluminaba únicamente el pequeño escenario. Los mozos dejaron de atender, en la barra no había ruidos de copas ni de botellas, todos hicimos silencio y dirigimos nuestras miradas hacia allí. El anfitrión apareció con un soberbio saco a cuadros en tonos grises y negros. Ya estaba algo calvo y tomó el micrófono, parecía buscarnos en la oscuridad del lugar y nos saludó con voz temblorosa. No esperó respuesta y empezó diciéndonos que nos daba la bienvenida, que a partir de aquel momento esta casa, su casa, era ahora nuestra casa, que podíamos cantar, beber, bailar, conocernos, empezar noviazgos, historias lindas. Tal vez, -agregó- recomponer algo que la rutina nos está llevando al fastidio impiadoso que nos va empujando hacia la soledad.

No quiero equivocarme, pero me parece que parte de su relato aquella noche, fue algo así.

"Hola a todos, bienvenidos a ésta, mi casa, la casa de todos nosotros... ¿saben una cosa? He soñado con tener este lugar desde siempre. Aquí pueden ustedes bailar, reír, cantar, beber, conocer nuevos amigos, quizás hasta empezar algún noviazgo... escribir historias lindas, historias que ayuden a aquellos que sienten que la rutina los va llevando a ése fastidio impiadoso que termina en una cruel soledad. Se que aquí hay gente que está sola. 
Hasta esta noche."

Los acordes de aquella canción que cantaba Gloria Gaynor, empezaron a sonar, apenas audible, mientras Daniel nos agradecía y nos daba la bienvenida, mientras él se acomodaba la corbata y cada tanto en un gesto que denotaba su estado nervioso, se pasaba la mano por su transpirada frente.
 "No puedo creer que seas verdad
no puedo quitar mis ojos de ti..."
Hubo una pausa y la tomé de la mano, fuimos hasta el centro de la pista en el preciso instante en que nos agradecía nuevamente y nos invitaba a salir a bailar. 
Ella estaba feliz y las luces se encendían pausadamente, la canción seguía así.
"...Te amo nena
y si tu estás bien,
te necesito nena"
Los aplausos y el bullicio se hacían sentir y un haz de luz blanco, iluminaba a mi compañera de baile, que sacudía su cabello moviendo la cabeza y contorneando su delicada figura. Fuimos los primeros en bailar y después, en el tumulto, nos encontramos en un beso. 

Yo la recuerdo, con sus brazos alrededor de mi cuello, y con sus suspiros haciendo eco en mi almohada. 

A ver, acá está. Cero tres cinco uno dos cuatro cero...
- Hable.
- ¿Hola cómo estás? 
- ¡Hola caballero desaparecido! te extrañaba. ¿Y vos?
- Yo como siempre, pensando en usted señora y desde la distancia que nos une, te llamo para desearte un muy feliz cumpleaños, para desearte que seas muy feliz, flaca.
- Qué loco. Pero es así como tu eres.


NADA NI NADIE (escrito por aquella dama y con su permiso)
Tu sabes que lo que ambos tenemos,
es fuerte, sano y tierno.

Nada ni nadie debe interponerse.

Por eso es que quiero que recuerdes,
que si esto es de verdad, 
es bueno, querido Walter.

Porque se trata de Fe.
Porque se trata de confianza.

Nada ni nadie debe interponerse.

Para tratar de separarnos.
Para tratar de alejarnos.

Tu sabes el significado de todo esto.
Lo nuestro es cálido, dulce y suave.

Nada ni nadie debe interponerse.

Por eso es que quiero que recuerdes,
que si esto es de verdad, 
es bueno, querido Walter.

(En aquellos años cantaba en un coro, y su guitarra estaba adornada con el signo de la paz y tenía cinco palomas blancas pintadas.)














Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com

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