TRADUCTOR

domingo, 6 de enero de 2013

TU DESTINO


Tu destino

Marcos tiene 67 años. Trabajó toda su vida en la misma empresa, tiene tres hijos y doce nietos. Desde que se jubiló se pasa el día viendo la televisión. Él dice que su vida ha sido un fracaso, que no ha conseguido lo que quería. Su ilusión hubiese sido viajar mucho, ir a países lejanos, pero nunca ha salido de España. Bueno, una vez fue a Lourdes con la parroquia. Su mujer dice que siempre se lo toma todo mal, que cualquier cosa buena no le da importancia, pero sí a todo lo negativo.
Angelita es hija de un gran empresario. Nunca ha estudiado ni trabajado. Hizo el bachillerato porque eso era importante en aquella época, se casó a los 18 años con un amigo de su padre, que le pasaba veinte años, no han tenido hijos. Su marido murió hace diez años y ella no tiene ninguna amistad. Está todo el día sola, va a misa, pero no se relaciona con nadie. Tiene una gran depresión. Piensa que nunca ha podido hacer lo que a ella le hubiera gustado, estudiar, trabajar y casarse por amor.
Alicia tiene 20 años, ni trabaja ni estudia. Lo único importante para ella es salir de fiesta los fines de semana y emborracharse. También le importa ir a la última moda y tener el mejor teléfono inteligente. Está todo el día enviando mensajes de texto, en twitter crea campañas para un cantante que se llama Bieber y está todo el día hablando por teléfono. ¿Quién lo paga todo? Sus padres. Sus padres han tratado de no darle dinero, pero ella les amenaza con marcharse de casa. Sus padres se sienten culpables por el monstruo que han creado, pero no pueden dejar que se vaya.
¿En qué consiste el destino? ¿Nuestra vida está determinada ya cuando nacemos? ¿No podemos alejarnos del destino? ¿Nuestro destino no lo podemos modificar?
Lo que llamamos destino no es más que el resultado de nuestras decisiones ante los acontecimientos que se nos van presentando a lo largo de la vida. Una decisión que tomamos hoy, será el resultado de nuestro destino. Pero esa decisión que tomamos hoy, también la podemos modificar más adelante.
Los animales sí que tienen un destino, porque no pueden cambiar sus pensamientos. Los seres humanos somos libres, podemos tomar decisiones fuera de un contexto determinado. Tenemos imaginación y podemos cambiar nuestros pensamientos. Si somos capaces de conocernos a nosotros mismos, nuestro destino será maravilloso. Si nos centramos en los errores de nuestra vida, entonces le llamaremos un destino que no hemos podido  modificar y que ya lo teníamos cuando nacimos.
El primer paso para romper un supuesto destino es conocerse a sí mismo, cambiar nuestras creencias, nuestras conductas y pasar a la acción.
William James dice: “Sembrad una acción y cosecharéis un hábito. Sembrad un hábito y cosecharéis un carácter. Sembrad un carácter y cosecharéis vuestro destino”
Lic. Ricardo Ros    Mi twitter: https://twitter.com/ros_ricardo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.