FALLAN LOS CONTROLES SOBRE EL CONTROL

 EDITORIAL

Debiera haber un instructivo sobre palabras a emplear  

Por Walter R. Quinteros 

Una muestra es la Resolución 187/2025 de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Parece que nadie lee, que no hay correctores ni "Defensores de los lectores", antes de cada publicación, pues se usaron  términos ofensivos para clasificar a las personas con discapacidad intelectual en evaluaciones médicas para acceder a pensiones por invalidez laboral. 

En el anexo de esta resolución, se emplearon expresiones como "idiota", "imbécil" y "débil mental". Lógicamente, eso ha provocado una enorme cantidad de críticas, tanto por expertos en el tema, familiares y organizaciones sociales. La pregunta es; ¿Nadie lee lo que firma?

Suena lógico que ante el rechazo de la sociedad, el gobierno haya reconocido que se trató de un "error", con la promesa de modificar esos términos. Es tarde, ya se posó el dedo en el disparador, ya el percutor golpeó al fulminante, ya la pólvora se quemó y los gases impulsaron el proyectil. Es antes, el tema es antes, se trata de una Resolución y eso debe pasar por varias manos antes de llegar a una firma. El control sobre el control parece que no existe.

Se usaron términos despectivos que parecen desconer los avances sociales en esta materia. Es como que despertaron, con esa mentalidad retrógrada, si se quiere decir así, a viejos prejuicios dejando a un lado la dignidad de esas personas. 

El mismo daño al que se encamina el proyectil disparado, el uso de estas palabras, se encaminan a alentar todo tipo de intolerancia. Los responsables mismos son los que nos retrotraen. Alguien se va a creer "superior" al discriminado por este lenguaje utilizado por la misma ANDIS. Y eso es lamentable.

Opino que tanto los funcionarios políticos como cualquier empleado, deben tener la conciencia suficiente para expresarse en materia de inclusión. No se trata de corregir y "aquí no ha pasado nada". No se trata de despedir a quién debe controlar a los que dicen controlar. Se trata, creo, de que la Agencia de Colocaciones que es el Estado, sepa a quién designa y su capacidad para ocupar tal o cual puesto, porque la vocación ya no existe.

Debe haber aparte de conciencia, un instructivo para aplicar el lenguaje relacionado. Una especie de "Esto no se dice, esto no se hace". Porque parece que así, seguimos con eso de discriminar. Me gusta siempre, relacionar lo que escribo con el fútbol. Hay partidos en que los árbitros paran el juego por cánticos discriminatorios desde las tribunas.

Y, para colmo de males, estamos todos pasando por una época altamente propensa a enojarnos por nada. Estamos sensibles y revoltosos. Un buen síntoma sería que algunos "asesores" paren la pelota que incita despropósitos y va para todos, desde nuestro presidente verborrágico, la oposición, mercenarios del micrófono y de la lapicera, hasta el último troll.





Comentarios