FELIZ CUMPLE, MAFALDITA

HISTORIAS

¿Se dieron cuenta de todo lo que a Mafalda le debemos?


Antes de fallecer, Daniel Salzano nos dejaba una nota sobre Mafalda, la hija predilecta de todo el país, que mañana cumple 61 años.

Tenía 27 años Joaquín Salvador Lavado, Quino, mendocino, cuando una empresa de electrodomésticos –la Mansfield– le encargó la creación de un muñequito como elemento central de una gran campaña publicitaria. Planchas Mansfield. Lavarropas Mansfield. Aspiradoras Mansfield. Eso sí, le impusieron una condición: el personaje debía llevar un nombre que incluyera una efe y una eme.

Quino respondió al reto dibujando una nena cabezona a la que primero coronó con un moño de dos lazos y después rellenó con un mar de tinta china. Después la bautizó: Fátima.

Pero la Mansfield, inopinadamente, cambió de caballo en mitad del río, reformuló la orientación de la campaña, y Quino, como única retribución, se quedó con la propiedad del dibujito. Y así fue como Fátima, de rebote, se convirtió en una heroína de historietas.

Eso sí, por cábala, Quino le hizo el aguante a la efe y a la eme y cambió Fátima por Mafalda. Dio un par de vueltas por algunas redacciones y finalmente –consta en su fe de bautismo– Mafalda debutó en la revista Primera Plana, el 29 de septiembre de 1964. Septiembre 29. Libra. Leo en la Biblia de Horangel que los nacidos bajo la tutela de la Balanza tienen a los ángeles volando para atrás y que puestos a elegir entre la tristeza y la nada se mandan a mudar.

Dennos Hoagland, que hace muchos años fue editor del Washington Post, afirmaba que en el siglo pasado no hubo más de media docena de personajes o situaciones sobre los que, por su complejidad, fascinación y hondura, valiera la pena escribir: Castro, Auschwitz, Mandela, Kennedy, Joyce y el astronauta Neil Armstrong.

No incluyó a los Beatles. Ni a Wojtyla. Ni a la Monroe. Y tampoco incluyó a Mafalda, cuya última aparición se produjo el 25 de junio de 1973 en la revista Siete Días. Después, Quino se borró. Ya saben: “Prefiero morir a ser famoso”.

De Mafaldita (la hija predilecta del país), imaginamos todo pero ignoramos el resto. Unos dicen que desapareció como consecuencia de la fatiga de su autor. Otros que la niebla de los años la rodeó hasta mezclarla desordenadamente con la niebla de la historia.

No se si dieron cuenta de todo lo que a Mafalda le debemos.



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