¿QUIÉN SE BENEFICIÓ CON LAS PROMESAS DE RASCHETTI?

EDITORIAL

La mentira pasea con sus mejores pilchas por las calles de esta ciudad



Por Walter R. Quinteros

Trato siempre de no caer en lo mismo, de no ser reiterativo, pero no hay caso, la pobreza de ideas y de ganas de trabajar que exhibe la administración que encabeza el intendente de Cruz del Eje, ya pasa a ser una pobreza moral y de espíritu. Desde que se mostró como un hombre falto de palabra, y de acciones, uno ha llegado a considerar si es real, si existe. 

Y la gente ilusa que cae y cae repetidas veces en estas trampas de políticas populistas donde la mentira pasea con sus mejores pilchas aparentando ser positivas para el ciudadano. En el fondo, hacer este tipo de política, siempre siempre de los siempres, terminan perjudicando a toda nuestra sociedad. 

Los beneficiados, casi con seguridad, deben ser el grupete de pésimos funcionares hacedores de nada y habitués de tomarse un cafecito en el centro y, por cierto los que la "pusieron" por algún beneficio de "retorno".

No lo quiero invitar a que se ponga a pensar, porque como dice el periodista Luis Carranza  que esa cosa de pensar implica un uso intenso del cerebro con alto consumo de energía, por lo que a lo largo de miles de años desarrollamos formas intuitivas y automáticas que nos ayudan a tomar decisiones de manera rápida y eficiente, pero que, a veces, nos lleva a interpretar la realidad o cambiar de opinión respecto a ciertos hechos.

¿Y si pensamos alguna vez y en serio, a quién y por qué lo votamos?

La decepción con el intendente de Cruz del Eje Renato Raschetti, es alarmante. Estamos tapados en mugre. O los responsables de eso, solo limitaron su tarea a limpiarle poltrona y oficina. Porque nadie más le vio la cara por los barrios con calles llenas de baches, calles de tierra que jamás vieron el camión regador y yuyos alarmantes de altos. En todo ese escenario, se amontona la basura. Raschetti no tiene noción de eso y si la tiene y nada ha hecho, lo descalifica no solo como funcionario sino, como la persona que se eligió para eso.

Es el intendente que no se preocupa en lo más mínimo por el estado de las calles en barrios periféricos, donde ratas y ratones nos cobran peaje para transitarlas.

Seguramente el intendente debe andar pensando en algún "cluster" de carozos de aceitunas o de ver qué lugar puede "bautizar" con el nombre de algún "olvidado" correligionario. O que carrerita de autos inventar porque ese es todo su repertorio. Y encima bautiza mal, porque con una hediondez admirable, a un Centro Cultural le puso dos nombres a la vez. Un espanto.

Una amiga cordobesa y por Tik Tok nos divierte a todos: Alguien la llama y le pregunta ¿qué hacés? —Estoy pensando, -responde ella-. Le vuelven a preguntar: ¿Pensando en mi? Y ella responde, —dije pensando, no perdiendo el tiempo.

Queda claro entonces que, como dice Carranza, pensar implica un uso intenso del cerebro con alto consumo de energía.

A la Terminal de ómnibus le puso el nombre de un exintendente y ni siquiera se tomó el trabajo de "ponerla en valor", como dicen los políticos escasos de ideas cuando pasan una brocha gruesa como mano de pintura a algo.

Debieran fumigarnos y/o exorcizarnos cada vez que pasamos por ahí. Saque fotos. "Foto, foto, fotos", decía un jingle. Ahora colgaron una especie de cartel de tela que señala a una radio. Las callecitas del porteño barrio de La Boca, lucen mejor. Todo es un espanto.

Todo es patético. Y no puede decir que no lee estos artículos porque antes de las elecciones nos llamaba y nos insistía que hablásemos bien de él. Hay archivos de eso.

Patético. Hasta para mentir.

Y no puede echarle la culpa al estado económico que le dejo el exintendente Claudio Farías por varios motivos, uno de ellos es que han pasado 10 meses desde que asumió y nunca llamó a la prensa para informarnos la situación económica que recibió ni nada de nada. Por lo menos a este medio. Tal es así que algunos concejales tuvieron que pedirle por nota lo mismo que este medio venía solicitando desde el año 2018 al exintendente Farías. Patético. Otro motivo, se dejó arrastrar por el ego inconfundible que tienen los faltos de personalidad al recibir la "llave de la ciudad", cuando asumió. Torpeza patética. Algo totalmente fuera de lugar.

El sitio mundo infinito, nos señala que: "Entregar la llave de una ciudad no es más que un simple gesto ceremonial que, en realidad, se le entrega a una persona que ha hecho grandes contribuciones a la comunidad o al municipio.

¿Qué hizo Renato Raschetti? o, mejor dicho ¿Qué méritos había hecho para eso?

A menudo —continúan—, los galardonados son personas que han vivido en la ciudad durante muchos años y han ayudado a mejorarla de alguna forma. Todo es patético.

Estamos ante más de lo mismo. Pero tirando como a un poco más inútil.

Lo cierto es que para conseguir algo, algunos políticos arguyen mentiras populistas desproporcionadas, y la gente les cree. Pero no miden que al hablar esa incoherencias, solo logran aumentar el gasto público. Y, por no pensar un poco, porque eso implica un uso intenso del cerebro con alto consumo de energía, nos encontramos que parece, digo parece, que por eso, la limpieza de la ciudad no se puede financiar. ¿Será?

Porque no los creo tan mugrientos.

En esta sociedad con cierta pobreza y donde se vislumbra una alta desigualdad social, las mentiras populistas como esgrimía Renato Raschetti, tienden a ser favorecidas en las elecciones, porque la gente, tiene la ilusión de que van a estar mejor o porque creen que no pueden estar peor. Nos pongamos en el trabajo de pensar y lo de Farías era horrible.

La escasa clase media, y el aumento de la clase pobre, terminan siendo los más perjudicados por esta administración espantosa. Las calles de los barrios periféricos siguen siendo una falta de respeto total y absoluta para con el ciudadano cruzdelejeño.

Para ser un buen cruzdelejeño —dice el manual—, hay que saber tropezar cuántas veces sea necesario con la misma piedra. Y tropezamos todas las veces y todas las veces caemos en las mismas trampas de las mentiras políticas populistas, que hábilmente disfrazan de positivas poniendonos cara de buenito.

Si sube por Duarte Quiros, entre los 300 metros de tanta basura acumulada, pague el peaje a las ratas con lo justo y en efectivo, porque no dan vuelto ni reciben otro medio de pago. 

Total, nadie las controla.




SERPENTINA: "Mami"



(diceelwalter.blogspot.com)





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