HOLLYWOOD

Por Walter R. Quinteros

"Cada mañana, para ganarme mi pan, voy al mercado donde venden mentiras y lleno de esperanza, me coloco en la fila de los vendedores". 

(Bertold Bretch)

Nada explica mejor la desesperación que tienen algunos por vivir de arriba, mamando de la teta del Estado y mostrando total desprecio por los ciudadanos como —algunos—, de nuestros concejales cruzdelejeños. Solo basta con repasar, con mirar sin lupa y recorriendo los archivos de las ordenanzas o, el diario de sesiones y ni hablar en algunos casos, de expedientes judiciales para saber de quiénes se trata. Basta con ver las votaciones con la manito levantada de -algunos-, en medidas antipueblo, pero simpáticas para el Ejecutivo. Basta con tener algo de memoria y saber ejercitarla. Porque de acuerdo con el poema de Brecht, están en la fila de los vendedores de mentiras, aquellos concejales que no presentaron un solo proyecto que favorezca al ciudadano. 

Ya retirado de los dimes y diretes locales que huelen hediondo para mi paladar negro, encontré a un concejal y le pregunté —por preguntarle nomás—, cuando iba a trabajar de oposición. La respuesta confirmaba los presagios más temibles, aquellos que nos quitan el sueño a todos. "A mi la gente me votó para que gobierne". 

—¿Cómo? —Le respondí con los ojos llenos de sangre y saltándole a la yugular—. ¿Y entonces qué carajo hace sentado como concejal?

—Hago cosas, hemos presentado dos pedidos de informes que la municipalidad todavía no ha contestado...

—¿En ocho meses cobrando un fangote de guita sólo han presentado dos pedidos de informes?

—Bueno, lo que pasa es que la gente me votó para que gobierne y en ésa gestión ando...

—¿Y quién carajo opera a favor de los ciudadanos?

—Lo que pasa es que los tiempos administrativos...

—¿Porqué no dejan las bancas a alguien que tenga ganas de pensar la ciudad y no en cuándo depositan el sueldo?

—El hecho de que sea el mejor periodista de la ciudad no le da derecho a faltar el respeto...

— Y ustedes rascándose el pupo, ¿a quién carajo le faltan el respeto?

Literal.

Estamos parados en Hollywood esquina Cruz del Eje. El sol nos recuerda que somos humanos y si hace calor hay que quitarse el buzo a media mañana, el que nos pusimos de madrugada.

Después del bocadito político con que desayunamos siempre los hombres curados de espanto, caminé hasta dónde me cobran el servicio de internet, entregué dinero por dos cuotas, la señorita me dijo que no debía nada, que estaba al día, pero que si quería me cobraba el mes adelantado. Le dije que bueno, si. Como se puede apreciar, ando despistado.

El domingo almorcé con un amigo en el dique, nos acompañó un pelotón de patos. Otro amigo me invitó a ver un partido de fútbol. La señora del delivery me alcanzó seis pastelitos para los mates, ravioles de cena. Cuando hube terminado de desangrar el malbec en mi copa, recién ahí, abrí la agenda. La agenda estaba en blanco. Primer día de mi segunda jubilación.

Me levanto por costumbre de madrugada. Escucho radios de Buenos Aires mientras tomo mate. Escribo cartas de amor que nunca serán contestadas. Entro a las páginas de los diarios, pego un tincazo donde dice "borrar suscripción". La departamental me sigue enviando los partes policiales. Siguen cayendo al WhatsApp los chismes, los datos. Me ofrecen en alquiler un monoambiente en CABA, un depto en Córdoba, gimnasia de mudanzas. 

Para cocinarme una paella compré los "frutos de mar" en el supermercado, les aseguro que por ningún lado encontré azafrán. Una cliente —que como yo navegaba perdida entre los productos de las góndolas—, me dice que use esto y esto otro que son más baratos y sale rico y que no gaste en esto ni esto otro, que use el arroz risotto. 

Le pedí al peluquero un corte de cabello como tiene el actor Andy García. Al rato sonó mi celular, atendí, le dije al fígaro de la cuadra que me había llamado Andy García, que dice que quería un corte como el mío. Me di cuenta que la risa en la vida, se ve así de chiquita, poquita, no dura nada, el veranito de ayer amaneció vestido de invierno hoy.

En la esquina un enano sube con cierto esfuerzo a un banquito de madera y hace sonar su redoblante, la gente se acerca, a su lado y parado sobre una pesada tarima, el pregonero saca un bando del interior de su chaqueta y lee:

"Este documento normativo, emanado por su horrible majestad el intendente, dispone rogativas y faculta a quiénes se desempeñan en la Secretaría de Desarrollo Humano, Dirección de empleo, Emprendedurismo e innovación, a realizar la primer Expo Feria de emprendedores y productores de Cruz del Eje, en el club ferroviario del dique". 

—¡¿El club ferroviario del dique?!

De nuevo el enano hace sonar el redoblante. Un gordo parado en la vereda de la farmacia levanta la mano con una receta que agita y le pregunta ¿Y en qué vamo pa' allá bobo? El pregonero se da vuelta, lo mira y le contesta: 

—Sepa el señor, que Cruz del Eje, no es para cualquiera.

"Cada mañana, para ganarme mi pan, voy al mercado donde venden mentiras y lleno de esperanza, me coloco en la fila de los vendedores". Abrazos al cielo Bertold.

DALIDA & ALAIN DELON: "Paroles, paroles" (Gentileza YouTube)

(diceelwalter.blogspot.com)



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