COQUITA COLAPINTO

EDITORIAL

Somos una sociedad con sed de ídolos


Por Walter R. Quinteros

Franco Alejandro Colapinto es un joven corredor de autos de Fórmula 1, corre para la escudería Williams. Nació en Pilar, el 27 de mayo de 2003. Fue campeón del Campeonato de España de F4 en 2019, tercero en los campeonatos de Toyota Racing Series y Eurocopa de Fórmula Renault (ambos en 2020), Asian Le Mans Series (2021), cuarto en el Campeonato de Fórmula 3 de la FIA (2023), y compitió en el Campeonato de Fórmula 2 de la FIA con el equipo MP Motorsport durante diez rondas en 2024. Es miembro de la Academia de pilotos de Williams desde 2023. En Argentina corría karting.

Dice Wikipedia que ​desde el 1 de noviembre de 2023, Williams Racing anunció su participación en los entrenamientos postemporada 2023 de Fórmula 1 al volante del FW45. En 2024 se subió al FW46 en los entrenamientos libres del Gran Premio de Gran Bretaña.​ Pasó a ser piloto titular de Williams a partir del Gran Premio de Italia en reemplazo del estadounidense Logan Sargeant hasta el final de la temporada.
Hasta el momento disputó tres carreras: Monza (Italia), Bakú (Azerbaiyán), donde terminó en la zona de puntos, por delante de grandes campeones, como Lewis Hamilton y, en Singapur, el piloto de Williams terminó 11°. Puesto 8, luego puesto 11 y lo alaban porque le hace ring raje al timbre de las puertas del Olimpo.

¿Y nadie alaba a doña Rosa que llega a fin de mes con las 200 lucas de sueldo para 30 días de supervivencia? 

Cartel en la ruta: "Tome Coquita Colapinto"

Dicen, que tiene un innegable talento al volante, que apenas arribó a la F-1, las cámaras y las redes sociales quedaron enloquecidas por él. 

¿Por qué? Si nadie mueve un músculo gratis hoy en día, menos para sacar una foto. 

Otros afirman que es porque posee "un aura, una especie de magnetismo tal que logra cerrar grietas, acercar las posturas más disímiles e irreconciliables detrás de una idea común o de un entusiasmo positivo". 

La grieta que dicen que cerró es mentira porque este fin de semana descalificó a River por su fanatismo por Boca demostrando que no posee una postura que hable de una idea común o de un entusiasmo positivo. Grieta pura. Así le fue. 

¿Tanta necesidad tenemos de fabricar un ídolo?

¿Todos ahora somos Colapinto?

Cartel en la ruta: "Tome Coquita Colapinto"

Dicen que nuestra sociedad se encuentra profundamente fracturada. Miremos por caso los tuits de Cristina la que se percibía abogada y ahora se percibe economista tratando de hacerse un lugar por su baja medición en cualquier encuesta, y lea la respuesta a sus dichos del ministro de economía. La grieta de nunca acabar sigue sana y fuerte.

¿Pueden creer que un deportista pueda unirnos y cerrar esta fascinante grieta?

¿Lo hizo Fangio? ¿Reutemann? ¿Bonavena? ¿Monzón? ¿Vilas? ¿Sabattini? ¿Maradona? ¿Messi? ¿Álvarez? ¿Quién?

¿Quién gana tras las sombras de la sonrisa de Colapinto?

Le ponen chicas guapas para las fotos y leen sus chats, también hay fotos de chats, le averiguan que calzoncillos usa, el perfume, lo que escribe en las redes sociales, lo que canta, la canción de cuna que le cantaban de bebé. Y cómo cantaba el Himno en las Fiestas Patrias...

¿Eso nos gusta?

Salió octavo gracias a un choque y luego décimo primero... Y los intendentes le están buscando una calle para que lleve su nombre. ¿Qué nos pasa? 

¿Y de los cráneos que van a buscar su horizonte a otro país llámense médicos, ingenieros, colchoneros, rey de basto o polizón?

¿Tanta es nuestra ambición por instalar a alguien que trascienda a nivel mundial?

Cartel en la ruta: "Tome Coquita Colapinto".

¿Quién manda las cámaras a filmarlo como una diva? ¿A los periodistas especializados a sentir y analizar los gases que expele por el ano?

De nuevo, ¿tanta sed tenemos de un ídolo, de crear un líder? ¿Por qué?

¿Qué nos enseña Colapinto? ¿Qué nos deja? 

El ruido ensordecedor de su auto, ¿ayuda a apagar el fuego en las sierras?

Ni siquiera sabemos si Williams lo va a querer el año que viene, o Sauber, o Thompson & Williams, o Gath & Chávez. No interesa. Algo le van a encontrar. Desde una carrera de embolsados en Villa de Soto hasta una Ferrari en Monza.

Interesa que somos una sociedad que está sedienta de ídolos.

El cartel en la ruta dice: "Tome Coquita Colapinto".

Y por fin enontramos una estación de servicio en medio de este desierto para acomodar la carga de combustible en el auto y nos metemos locos de sed al bar: 

"Déme una Coquita Colapinto".

Nos lavan el cerebro con eso. 

Tenemos al pueblo de  Tulumba nominado como el más lindo del mundo. Nadie dice nada. Tenemos a la maestra chaqueña nominada como la mejor maestra del mundo. Poquitos medios dijeron algo. Nosotros fuimos el segundo medio en informar sobre Gloria.

Pero esas cosas no venden, como Coquita Colapinto.




MICHEL FUGAIN: "Atención damas y caballeros"


(diceelwalter.blogspot.com)



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