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viernes, 16 de noviembre de 2018

MAO CORREA: PINTURAS





duchamonap




Las Tres Gracias




Calma



Chato



 
Colombia en llamas




Purple rain




La ciudad de la furia





Santana




Mao Correa nos dice: 
Reciclar, reutilizar, y recuperar son las acciones que subyacen a mi obra. Dedico mi trabajo a la fusión de la expresión artística con la conciencia ambiental, creando piezas pictóricas únicas hechas exclusivamente a partir de materiales reciclados. Desde madera y piezas de cartón, hasta pinturas olvidadas y expiradas, que después de un proceso especial "renacen " para crear nuevas e interesantes texturas; desde vidrio y metal hasta tornillos, y muchos otros materiales atemporales y no convencionales, hacen mi arte muy ecléctico, vibrante y fuera de lo común. Mi actual trabajo artístico de pintura y ensamblaje conspira para profanar mi viaje interno como artista y nuevo inmigrante en Canadá. Reflejando mi propia experiencia y resignificando mi estética a través de la mirada de la diversidad, estoy hoy no sólo fragmentando materiales preexistentes, reinterpretándolos y ofreciéndoles una nueva forma con un nuevo propósito, sino también reintegrando mi alma a un nuevo país. 

Mao Correa nació en un paraíso colombiano llamado Santa Marta, aunque la mayor parte de su vida la vivió en la capital del país cafetero, Bogotá. Por decisión, Mao siempre ha precisado que todos los aspectos de su vida estén matizados por alguna interpretación artística. Profesionalmente hablando, trabajó como diseñador gráfico en piezas publicitarias, medios impresos, y en ese mismo camino se encontró como creador de imágenes a través de la fotografía arquitectónica y el registro de curaduría urbana. “Recientemente me he concentrado por completo en la evolución de mi exploración artística a través de la pintura y el ensamble”.

La inclinación por el arte le viene a Mao prácticamente de cuna. Creció escuchando verdaderas tertulias familiares que discurrían sobre la manera correcta de aplicar técnicas de creación de texturas o aplicación de colores. Una familia relacionada de forma total en la creación y recreación de sentimientos, ideas o sensaciones a través de diversas expresiones artísticas. Dos de sus tíos son ilustradores, una tía artista plástica; y varios primos promulgan el arte desde la escultura, la arquitectura y el diseño. Este ambiente, en el que la creatividad discurría entre libros de arte, exposiciones o visitas a galerías, se fue convirtiendo en una necesidad casi que primordial por buscar un medio propio por el cual comunicar su forma de entender la realidad. Un cultivo a una inagotable imaginación abonado con largas conversaciones sobre historia del arte, escuelas, pintores, aciertos y perplejidades del arte contemporáneo. Entonces llegó el momento de conocer Canadá.

Para más información o conocer a fondo la obra de Mao Correa no dude en visitar su página web www.maocorrea.com

Fuente: laguiamagazine.com - maocorrea.com

JORGE VLADIMIR ALACEVICH: POEMAS

Jorge Vladimir Alacevich
Nació en Villa Ascasubi, provincia de Córdoba, Argentina en 1961. Reside actualmente en la ciudad de Río Tercero. Es embajador del Parlamento Internacional de Escritores de Colombia en Argentina.
Su trayectoria cultural ha sido declarada de Interés Legislativo Municipal, siendo distinguido por el Honorable Concejo Deliberante de Río Tercero, como Embajador Cultural.
Es también reconocido por La Honorable Legislatura de la Provincia de Córdoba.
Es académico asociado de la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna, con sede en Acapulco, México, y presidente de la Academia Argentina de Literatura Moderna.
Entre sus logros recibió la distinción "César Vallejo", otorgada por la Unión Hispanoamericana de Escritores. Autor además de: "Desde el alma"2014 Ed. Pirca y "El peregrino de las palabras" 2017 Ed. Sagitario.
Los poemas aquí editados, fueron extraídos del libro "Peregrino de amores..." 2018 Ed. Pirca.
Dice el poeta José Luis Thomas: "Peregrino de amores, es un título que se sustenta en su sonido, puesto que da la sensación de un andar y andar los caminos: Podemos considerar el término desde su interpretación devocional, religiosa, y también en el sentido de deambular por lo lejano, extraño, diferente y conflictivo. Al leer los poemas, al caer en el hueco de su brevedad, se comprende al poeta transido en un tiempo de andares aledaños a una incertidumbre, por momentos, abismal".



No ocupo espacios


Yo no ocupo espacios,

ni invento amores eternos.

No beso gastando suspiros.

Ni pierdo horas en tu memoria.

Soy una antigua magia de piel eternizada, entre palabras y brisas.

Yo soy parte de este memorioso día...

...Un amor a la antigua.




Mi alma


Mi alma tiene el apuro de años no vividos.

Mi tiempo, nace y muere en cada verbo latido.

No hay mayor fortuna que guardar tus besos.

Ni mayor ingenio, que tus ojos escribiendo.

Mi alma tiene el apuro de los años vividos.

Y mis sueños, guardan uno a uno tu tiempo ido...




Te invito a soñar

Te invito a soñar, a dibujar tu piel en colores inciertos.

A escribir en el alma, lo que tu corazón dicta.

Te invito a caminar por sendas que no acaban.

A que seas mi hada; mi mágica pasión.

Te invito a crear palabras inciertas.

A que nos abracemos, aunque se acabe la vida en ello.

Te invito a que seas el semblante de ese bosque que invento.

Que seas luz en mis silencios; y luna, que bañe mi cuerpo.

Ven, te invito a soñar los recuerdos. Los ojos que se callan,

Y el mundo que aún tenemos...



Te espero


Te espero mañana, con la madrugada.

Guardo tu nombre en sueños que pasan.

Te espero, sin prisa ni pausas, como el tiempo se acaba.

Te guardo en besos, como el primer cuento de una abuela imaginaria.

Escribo y dibujo, hora a hora, en páginas pausadas.

Eres historia que no acaba. Letra de una música callada.

Te espero en el mismo andén de cualquier terminal...

...Te espero; tu nombre empieza; mi vida calla.




Jorge Vladimir Alacevich



DANIEL SALZANO: TRECE ELONGACIONES LITERARIAS TRAS SIETE DÍAS DE ABSTINENCIA


1) Creo en las grandes bestialidades sentimentales: la del mono King Kong, la del fantasma de la Ópera y la de aquella película de Fellini en la que Anthony Quinn se envolvía el pecho con cadenas y con un solo golpe de corazón las destrozaba.

2) Creo en el baño de la casa de la calle Lamadrid: si ponía en marcha la ducha mientras me lavaba los dientes, el cuarto se llenaba de vapor y, enfrentado al espejo, súbitamente desaparecía.

3) Creo que aquel día fue extraordinario. Mi abuelo, el italiano, me llevó hasta el sótano, se subió a una silla de madera y del techo de un armario bajó un paquete pringado de aceite envuelto en una página del diario La Mattina. Ceremoniosamente, sin perderme de vista, abrió el paquete y sacó de entre los trapos una pistola pesada y fría. Cerró un ojo, apuntó al reloj de la pared, disparó y la bala hizo centro en el número seis. La pistola era una Luger. Me lo dijo mi papá cuando murió el abuelo y, entre los hijos, se repartían los bienes gananciales.

4) Creo en los barrios que se hacían a sí mismos, a escala de la gente. Acá estaba la casa del zapatero, acá vivían los Donatti, acá el maquinista del Belgrano, acá vivía Orestes, el peronista y, antes de llegar a la esquina, estaba la casa de la modista. La modista era mi mamá. Mi mamá, cuando me llevaba a misa, me apretaba muy fuerte la mano. Lo mismo que cuando íbamos al cine Avenida y, de complemento, daban una película de Chaplin. Si me portaba mal, me daba a elegir entre estudiar el catecismo o coser botones. Yo elegía coser botones. Todavía soy bueno haciéndolo. Creo en los hombres que se encierran en el garaje y, de una sentada, cosen los botones de toda la familia. La famosa elongatsione lacrimale.

5) Creo en las máquinas de coser Singer y en el dedal que recibí como herencia cuando la modista murió. Sus cenizas pesaban como 100 gramos de tapioca, 200 de Quáker, 300 de azúcar impalpable, 400 de queso rallado y medio kilo de alpiste. Yo no dije nada. Cuando uno pierde a su mamá, no hay que decir nada. Sólo esperar a que alguien te pregunte.

Si en lugar de un dedal hubiese heredado 10, me los hubiera puesto a todos para escribir una nota sobre la edad dorada de la Metro y las obras maestras de Fred Astaire. Taracataracata tac.

6) Creo en los chicos que no son buenos para jugar al fútbol y que, por descarte, deciden jugar al básquet. Creo en los chicos que no son buenos para jugar al básquet y que, por descarte, deciden correr en bicicleta. Creo en los chicos que no eran buenos para andar en bicicleta y, al atardecer, se instalaban en el taller de Pedro Salas, en la calle Lima. No hacían nada más que mirar los trofeos y observar al campeón arreglando una Legnano. Creo en mí, que no era bueno para nada más que para volver a casa, caminando; a veces negociaba con Dios:

–Ojalá no llegue nunca a casa.

7) Creo que esto es mentira, que nunca sucedió, pero ya lo escribí como 14 veces. Yo estudiaba dactilografía en una academia de la calle Eufrasio Loza y me portaba mal, muy mal. En lugar de poner los deditos en la eñe y en la a, los ponía en las de al lado: la ele y la ese. Las páginas que escribía parecían papiros egipcios. Un día, la profesora se enojó y con una varilla me golpeó las manos. Una varilla de junco. ¡Basta!, gritó, mientras discaba el número de mi casa para poner las cosas en su sitio. Creo que esto es mentira. Lo que sí es cierto es que me prohibieron ir al cine durante tres semanas. Me perdí El coloso de Rodas, El hombre araña y El hijo de la calle. Pero no me moví de donde estaba: todavía escribo con ocho dedos.

8) Creo en el olvido, porque no me queda otro recurso. No consigo recordar quién dirigió Duelo al sol. Podría buscar el dato en los archivos, pero no creo en los archivos. La cultura –justamente– es aquello que nos queda después de quemar los libros.

9) Elongamiento de Pablo Neruda: “Demasiados relojes para tan poco tiempo”.

10) Está bien, no recuerdo quién dirigió Duelo al sol, pero cada vez que entro a un cine las butacas me saludan como si fuera el rey Arturo. Yo duermo y Clint Eastwood se encarga del trabajo sucio.

11) “Creo que creo en lo que creo que no creo”. Lo dijo Girondo. Creo.

12) ¡Me acordé! Duelo al sol fue dirigida por King Vidor y termina con Jennifer Jones y Gregory Peck abrazados bajo la lluvia, agonizantes, porque previamente los dos se han cocinado a balazos. Peck mata a Jones y Jones mata a Peck. Uno de los dos dice “¡Amor mío!”. O los dos.

13) Creo en los fumadores compulsivos, forzados a deambular por la ciudad como leprosos. Creo que va siendo hora de que regrese el invierno, para dibujar corazones en la ventana. Creo en la telepatía, en los hechizos y en el pan con manteca. Creo que me muero por besarte aquí y aquí. Creo en los puentes de madera de París y en ese almacén de San Vicente donde, si comprás un kilo de arroz, te lo envuelven en una hoja de La Voz del Interior. A ese tipo de elongaciones me refiero.




Daniel Salzano

Daniel Nelson Salzano nació en Córdoba, 22 de mayo de 1941 - ibídem, 24 de diciembre de 2014​ fue un periodista, poeta y escritor argentino.
Sus poemas fueron publicados en distintas revistas literarias: Barrilete, Mitos, Monólogos, Acento, El Lagrimal Trifurca, El Escarabajo de Oro, Horizontes y Crisis, así como en los diarios La Opinión, Clarín de Buenos Aires y Últimas Noticias de Venezuela.
Recibió múltiples premios y distinciones, como la Cruz de la Corte de la Real y Americana Orden de Isabel la Católica, otorgada por el Rey Juan Carlos I de España (2001) y el Premio J.L. de Cabrera (1998).
Durante sus últimos años realizaba la columna Quienes y Cuándo​ en el diario La Voz del Interior, matutino donde escribía desde 1968. Estos escritos solían estar acompañados por una o dos ilustraciones a cargo de uno de los dibujantes del diario, Juan Delfini.
Junto a Jairo compuso numerosos temas musicales. Fue director del Cine Club Municipal Hugo del Carril de la ciudad de Córdoba. Falleció el 24 de diciembre de 2014 a los 73 años. 
Fuente: Quiénes y Cuándo - Diario La Voz del Interior - Wikipedia 



ERNESTO LANGER MORENO: EL MUERTO


El muerto estaba ahí sin decir una palabra. Y si alguien debía entonces decir algo ese era él, tendido allí en medio de la pieza dentro de un cajón mirando de frente hacia la otra vida, mientras los otros, todos los otros se agitaban a su alrededor. No había cruzado hace mucho esa delgada línea que separa los dos mundos pero, ya su cuerpo se estaba enfriando, tomando el color de los seres inanimados, aunque podía escuchar lo que sucedía y verse a sí mismo como si se viera en un espejo.

Algunos de sus parientes llegaban apurados, con una cara de pena ceremoniosa, y estrechaban las manos de sus hijos abrazándolos y besándolos en las dos mejillas mientras les decían al oído palabras cariñosas.

El personal del servicio funerario lo había hecho bien. Acomodaron su cuerpo y lo dejaron tendido allí como en el más confortable de los lechos. Y habían encendido a los cuatro costados unas luces en forma de velas para que todos pudieran apreciarlo mejor a través de una pequeña ventanita en donde su rostro sin gestos aparecía para que le dijeran adiós.

Al principio había gritado con todas sus fuerzas pero, rápidamente había comprendido que era inútil. Poco a poco fueron llegando todos sus hijos y sus nietos, los que a medida que llegaban se ponían a llorar. Al menos era confortable ver esas espontáneas manifestaciones de cariño, muestras claras de cuanto lo querían y del dolor que les provocaba verlo así, en ese estado.

Pero él estaba bien. Tranquilo.

En eso llegaron los vecinos y el ambiente comenzó a ponerse denso entre tantas personas amontonadas como nunca en aquella habitación. Algunos lo besaban en el rostro sin que él pudiera sentir nada. Era extraña esa sensación de estar y no estar al mismo tiempo, observándolo todo como si fuera el espectador de una película.

Por la noche lo dejaron solo. Sumido en un silencio casi sepulcral. Entonces recién tuvo tiempo para echar una mirada a su vida. Pensó en lo feliz que se pondrían todos aquellos que habían deseado su desgracia de todo corazón. Y en esos que por fin podrían aspirar a un ascenso profesional gracias a su ausencia desde ahora definitiva y permanente.

Pensó también en su perro y en como lo extrañaría todas las tardes cuando con infaltable cariño le llevaba su comida y éste movía su cola especialmente para él.

Podía ser que también lo echaran de menos en la garita de los juegos hasta donde llegaba impajaritablemente cada viernes con su cartilla ganadora. El hombre del servicentro, también.

Por su mujer no tenía porque preocuparse. Todos sus hijos eran grandes y había dejado para ella una suculenta suma pactada con una compañía de seguros.

Habían tenido una vida larga y bendecida, sin grandes tropiezos y muchas pero muchas veces habían conversado sobre este posible acontecimiento. Ella lo honraría, claro, con sus familiares y amigos. Derramaría bastantes lágrimas pero, continuaría su camino hasta reencontrarlo más adelante nuevamente.

Por último, nada tenía en su conciencia que le pesara de algún modo inusual. No había sido ni bueno ni malo, según él.

El día llegó y con éste, la gente de la funeraria otra vez.

Ellos lo llevaron al que sería su último paseo por este mundo. Lo instalaron frente al altar en una iglesia y nuevamente vio a la gente llorando desfilar frente a su ventanita. Ahora hasta pasaron junto a él personas a quienes ni siquiera conocía. El cura dijo unas palabras a las que, premeditadamente no puso atención. ¡ Pamplinas ! dijo él. Luego vio como lo rociaban con agua que no debió ser más que agua de la llave, mientras el llanto de los presentes aumentaba.

Después lo volvieron a pasear. Y esta vez el paseo fue más largo porque cruzaron toda la ciudad. Hasta que allá lo pusieron sobre una especie de camilla con ruedas y lo arrastraron cruzando por lóbregos y silenciosos portales de cemento y de metal.

Al final del camino se juntaron todos para decirle el , ahora si, último adiós. Algunos cantaron, otros rezaron el rosario y otros no pudieron siquiera pronunciar una palabra, entre ellos su mujer.

Después de un rato prudente se marcharon y él les gritó. Olvidándose de que ya no lo podían escuchar. Hasta que entonces murió definitivamente, junto al ruido de los pasos de los suyos que también desaparecían en la distancia, allá al final del corredor.



Ernesto Langer Moreno
Ernesto Langer Moreno, poeta y narrador, nació en Santiago, Chile, el 23 de mayo de 1956. Estudió en el Liceo San Agustín de Santiago y en la Escuela Militar General Bernardo O`Higgins. Posteriormente, estudió Administración de Empresas en Francia.
Actualmente es el editor del Portal de Literatura Chilena en Internet escritores.cl.
Ha publicado libros de poemas, cuentos y novelas cortas, además de haber sido colaborador de diversos diarios nacionales como Las Ultimas noticias y varios suplementos semanales. En 1983 y 84 fue propietario y director de un periódico provincial llamado El Trapiche el que fue clausurado por el régimen militar del general Augusto Pinochet. Fuente: escritores.cl. 

HANG MASSIVE: MÚSICA


"Kanthi Song"
Featuring:  Craig R Ninjah
Subido por: Hang Massive
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Thanks to Maria Massouh for the epic video. We filmed in a busy day in Moscow in the autumn of 2013!
The instrument played is called Hang and originates in Switzerland!
Gentileza: YouTube




"Once Again"
Subido por: Hang Massive
Enjoy a short hang drum duo video filmed on an autumnal morning in the beautiful town of Bath Spa, UK 
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The instrument played is called a Hang. It is a new hand crafted instrument, made in Switzerland since the year 2000. The music is by the duo Hang Massive - Danny Cudd and Markus Offbeat. 
In the time since releasing this video we have recorded and released a great range of music in a variety of styles. All can be listened to and enjoyed freely on our website audio player:
http://hangmusic.com/music
We have CDs of all of the music available and many of our downloads can be enjoyed on a donation basis.
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Thank you for all of the shares and likes and comments on this video. It is an amazing thing how we can share our art with so many around the world regardless of our physical location. In more and more ways we become interconnected with the whole world and can share our experience of that. Sharing and liking and posting the video helps us out in so many ways supports us to continue on. Thank you to all that support our mission.
Gentileza: YouTube



Danny Cudd y Markus Offbeat Johansson han estado tocando juntos como dúo desde el verano de 2010 y desde entonces han actuado en todo el mundo. Han ganado reconocimiento a nivel mundial, cautivando a sus audiencias con sus actuaciones únicas y entretenidas. Hang Massive están ahora en una gira Global y actuando en muchos lugares interesantes y variados y eventos. Su estilo único de música y la fusión más reciente con la producción electrónica ha establecido Hang Massive en un mundo y género propio.

Fuente: YouTube - last.fm - Foto: wikiwand.com