TRADUCTOR

viernes, 3 de agosto de 2018

MARÍA SOTOMAYOR: POEMAS

Nos cruza una niña jugando
lleva el pelo recogido en forma de llave
y una lluvia pálida en cada mano
parece hambrienta
siempre ansiosa por estar adentro

antigua
desnucada
algo resbaladiza

la arena entonces en sus pies
y lo lento del girar en el sentido de las manos
con sus golpes, sus rodillas violetas
me pregunto
si su ombligo tiene forma de paloma
la invisible cicatriz umbilical
dentro de una cáscara de rosa

escribo sobre sus pies torcidos
su labio rojo tan lejos, tan lejos
de los tobillos huérfanos de charcos
del significado de lo puro cuando encaja
convirtiendo a los árboles
en animales heridos junto a la carretera
y los juegos infantiles son bombillas rotas de la tarde
tal vez la infancia sea un hilo en el suspiro del viento

***************************************************************
No tiene prisa, olvida un zapato
pero no el sabor verdadero de los grifos
los hijos pasan silbando blancos por los caminos
y ella detrás del visillo deja correr la lluvia en sus dedos

se ha separado el pelo
y cose un jarrón milenario dentro de las azucenas
también afuera una cierva con el vientre hinchado
ha llegado hasta tu puerta
con un corazón de hombre en la boca

por qué ya no os conmueven los partos de los animales
por qué

el tiempo sería más lento en los ojos
si aprendiéramos a alimentarnos del goteo de leche
de las cicatrices redondas de los cuerpos
del ritual anémico de lo salvaje sobre la vida

****************************************************************
He despertado en medio de un puente gris
soplando pequeños pasos
como insectos torpes que saltan
y saltan y remueven sus patitas
en mi carne abierta en mi carne blanda
una luz
naranja
de tarde
se derrama
por la garganta
y lo cubre todo de tierra brillante, incluso la cintura

allí dentro estoy a salvo porque el silencio avanza
y no lo he dicho aún, pero mi pena es redonda y roja
con el mismo aspecto de la tripa de mi madre
cuando ella no era mi madre y yo aún no era yo
tan sólo éramos hambre
entonces
tan chiquita era
que no podía llorar
después me soltó la mano
y las hijas dejaron de hacer pie en las bolsas
para quedarse dormidas dentro de una trapo azul
en el cielo de los niños
en las casas furiosamente extrañas

************************************************************* 
Si toda la luz se quedara quieta
contemplando las manos sacudirse
motitas de polvo alrededor de las farolas
y yo sintiera que me estaba enfermando
no pararía de acariciar el pequeño diente
que me empezó a crecer dentro del cráneo
en lo liviano de mi condición de mujer hacia dentro

más tarde
más tarde aún de encaminar mis pies por las aldeas
de bajar feliz de la cama y bautizar a mis doce hijos
más tarde aún de estar siempre del lado de las tormentas
pero en distintos lugares                     lo supe

hay que seguir tragando flores con los ojos muy abiertos
para seguir oliendo bien por dentro

así que detrás de todos mis intentos de llorar pétalos
sólo me quedó ponerte a navegar en lo hueco de los tallos
por los ríos, por las rayas lisas y pequeñas de tus manos
por la nostalgia luz barullo de los naranjos

y no hizo falta estar limpia para arrastrarse
cuando el gallo cantó su dibujo infantil
contra tu primer llanto blanco de animal sin amo

*************************************************************

Una vez a mis cinco años tuve una hija
no pude llorar lo puro de su carne
la mancha cobalto que dejó en la tierra

la parí a escondidas debajo de un árbol
y no encontré señal alguna de los lobos
más tarde fui la madre de una cierva
y también gorrión dentro de una rosa
clavada en el dobladillo de un vestido blanco

la primera sangre tuvo aspecto de miel púrpura
me hizo nudo y sonrojo las mejillas
despeinada de cintura para abajo

después, la cierva murió tatuada en la ternura
en un pedazo de cielo inmenso que nos hizo sombra
la mañana que nosotras también quisimos el amor
más allá del hambre, de la tripa limpia de los hombres únicos

************************************************************

Tenías una belleza tan líquida colgando del labio
que hubo un tiempo que olvidé cómo nombrarte
más tarde el puño sobre la mesa
y quedarte tan flaca después del nacimiento
en los objetos punzantes que han llenado tu cabeza
la casa tan vacía
el grito tan alto
que no te reconoces
en el olor de la cocina sucia después de los adultos
de la ceremonia salvaje de ser dorada

ningún espejo va a devolverte tu imagen de cierva
como ningún hombre te va a volver a llenar el vientre
estás seca, te doblas como un junco
y su pequeño corazón se derrama
en tu belleza tan líquida
colgando del labio
en algún lugar de una niña
que hace una acrobacia en la ventana
y lo pone todo perdido de cabellos
sonando a barro en los ríos
en la vida entera


María Sotomayor (Madrid, 1982). Poemas suyos han sido traducidos al portugués y publicados en diversos formatos digitales como: Letralia, Ácracia pour les porcsInspirulina o Permítanme ser hombre, entre otros. Ha participado en varios fanzines, como el nº1 de Aerostático Grotesto (ediciones Aerostáticas). O en los libros digitales de Dara Scully “Tus ramas/mis huesos” o “Dientes de leche”. Publicó su primer poemario en 2013 “Estoy gritando, me conocí de esa manera”(Canalla ediciones) y en unos meses publicará el que será su segundo libro “Nieve Islandia”. En la actualidad compagina su trabajo de interiorista con la publicación de libros de otros autores en la editorial Harpo libros, y "La paciencia de los árboles"  (Letour 1987, 2015) (La bella Varsovia 2018) y "Blanco y negro es animal" (Ejemplar Único, 2016). En octubre de 2016 ganó el IX Premio de Poesía Joven, Pablo García Baena por mayoría, al libro "Nieve antigua" (La Bella Varsovia, 2017) dice que así hace de sus miedos un lugar más habitable. Se la puede leer en su blog : “Cartas desde Reykjavik” (mariasotomayor.blogspot.com.es).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.