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viernes, 3 de agosto de 2018

ALEJANDRO DOLINA: ELISA BROWN

Pancho Drummond buscaba causas justas por las cuales batirse. Era escocés, pero luchaba en la marina inglesa. Peleó por la independencia de Brasil bajo las órdenes de Lord Cochrane, el enemigo de San Martín. 
Más tarde, quiso alistarse junto a las fuerzas argentinas que combatían a sus antiguos compañeros. Pero los brasileños lo metieron preso en Montevideo. Después de nueve meses, Drummond consiguió escapar e inmediatamente se incorporó a la escuadra argentina que comandaba el almirante Guillermo Brown. 
Se radicó en Buenos Aires y empezó a frecuentar la quinta del almirante en Barracas. Allí conoció a Elisa, la hija mayor de Brown. Él tenía veinticuatro años y ella, diecisiete. Despacharon velozmente los penosos trámites que entonces imponía una seducción. Se comprometieron y planearon casarse cuando la guerra terminara. Ahorraremos al relato las elegantes conjeturas acerca de los encuentros y los sueños de los enamorados. El 6 de abril de 1827, Drummond marchó a la guerra con la flota de Brown. 
Muy pronto sobrevinieron grandes dificultades. Las cuatro naves argentinas enfrentaron a dieciséis barcos brasileños. El Independencia, comandado por Drummond, quedó varado en un banco, con grandes averías y agotadas sus municiones. 
Siempre propenso al arrojo, Drummond, que ya estaba herido, tomó un bote y fue arrimándose al resto de los barcos en busca de municiones para contnuar la lucha. En el momento de  abordar la goleta Sarandí, lo alcanzó una bala enemiga. Drummond comprende que va a morir y, con la mayor premura, cumple sus deberes heroicos. Pronuncia unas palabras que evitan cuidadosamente la queja; entrega a su amigo, el capitán Coe, el anillo nupcial para Elisa y alcanza a mantenerse vivo hasta la llegada del propio almirante, en cuyos brazos muere. 
Lo velaron en la comandancia de marina y lo enterraron con honores en el cementerio protestante. Elisa recibió la noticia sin derramar una sola lágrima. Algunos dicen que la envolvió una silenciosa demencia. Pasaron los meses. Una tardecita de diciembre, se puso un inexplicable traje de novia y se metió en el río, cuyos juncales llegaban hasta el fondo del parque. Ella se ahogó, por suicidio o por accidente. 
El almirante Brown nunca pudo reponerse de aquella tragedia. Guillermo Enrique Hudson lo vio muchos años después, vestido de negro y parado en la puerta de su casa, mirando fijamente a la distancia. Le pareció un fantasma. 
Cuando Hudson escribió sus líneas, la pena de Brown ante el recuerdo de su hija era ya otro recuerdo y otra pena. Hoy, el propio Hudson es un fantasma. La quinta de Brown, con sus sauces, sus álamos y los dos cañones de Garibaldi adornando la puerta, forma parte del más perfecto olvido. 
En su lugar se alza la plazoleta Elisa Brown, pálido homenaje municipal a su memoria. Completan esta sustitución la fiambrería Il Parmigiano, el bar El remanso y El emporio de la fruta y la verdura. El río, ahuyentado por tanto progreso, ha retrocedido diez cuadras. La dicha de Francis Drummond y Elisa Brown duró tan poco que casi podríamos decir que fue una mera preparación de la pena, la pena incesante que fue de Brown y de Hudson y es ahora nuestra y será mañana de otros corazones sensibles, cuando adviertan que somos sombras y que nuestras vidas son tumultos sin sentido.


Alejandro Dolina

Alejandro Dolina nació en Baigorrita y se crió en Caseros. Ha publicado cuentos y notas en diferentes revistas. Desde 1985 ha conducido programas de radio y televisión.Ha compuesto numerosas canciones y ha integrado distintos grupos musicales como director y arreglador. En 1988 publicó su primer libro, “Crónicas del Ángel Gris”. Una edición corregida y aumentada de esta misma obra apareció en 1996.Es autor también de las comedias musicales “El barrio del Ángel Gris”, que obtuvo el premio Argentores en 1990; y “Teatro de Medianoche”, que protagonizó él mismo como actor y cantante. En 1998 grabó su opereta “Lo que me costó el amor de Laura”. En esa grabación representaron los papeles de la obra Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Ernesto Sábato, Les Luthiers, Horacio Ferrer, Sandro, Julia Zenko, Juan Carlos Baglietto y muchos otros artistas, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional. En 2000 fue llevada al teatro y obtuvo el premio Argentores a la mejor obra del año. En 1999 editó “El libro del fantasma”. Y en 2002, una recopilación de historias musicales escritas para la radio bajo el título de “Radiocine”. Durante el año 2003 realizó el ciclo televisivo “Bar del infierno”, con relatos, tangos y canciones compuestas especialmente para el programa. En el 2010 realizó, para Canal Encuentro y bajo la dirección de Juan José Campanella, una serie de trece capítulos que fue ternada para los premios Martín Fierro. En 2004 se editó el disco “Tangos del Bar del Infierno” y se representó el espectáculo teatral “Bar del Infierno” -a partir de la misma temática- en toda la Argentina, en Montevideo, en Sevilla, en Madrid y en Granada. Este espectáculo formó parte del 6º Festival Internacional del Tango de Buenos Aires, del cual Dolina fue padrino. Su programa de radio “La venganza será terrible” se mantiene desde hace veinte años al frente de las mediciones de audiencia de la medianoche. Alejandro Dolina es Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, distinción que le fue otorgada en 2001. Asimismo, en 2003 fue declarado Visitante Ilustre de la ciudad de Montevideo, Uruguay. Ha obtenido, además, distinciones tales como el premio Martín Fierro –en siete oportunidades-, el premio Coral del Festival cinematográfico de La Habana, el premio Argentores a la trayectoria, el premio Sadaic en 1997 y numerosos galardones por su labor radial, literaria y musical. Es también profesor honorario de la Universidad CAECE. Ha cantado y formado dúos o grupos musicales con Héctor Stamponi, Virgilio Expósito, Osvaldo Tarantino, Sebastián Piana, Lolita Torres, Nelly Omar, Suma Paz, Antonio Agri, la Orquesta del Tango de Buenos Aires, la Orquesta Juan de Dios Filiberto, José Luis Castiñeira de Dios, el cuarteto Zupay, los Huanca Hua, Horacio Molina, entre otros.En el cine, en el teatro, en la televisión y en la radio actuaron junto a él y representaron sus obras figuras como Alfredo Alcón, Julio Bocca, China Zorrilla, Jairo, Tincho Zabala, Lito Cruz, Lorenzo Quinteros, Esther Goris, Diego Maradona, Jorge Luz, Cecilia Milone, Gogó Andreu, José Ángel Trelles, Víctor Heredia, Guillermo Fernández, etc. Fue el más joven de los miembros fundadores de la Academia Nacional del Tango, en 1990. Ha dado charlas y conferencias en infinidad de foros académicos y culturales. Su presentación en la Feria del Libro de Buenos Aires convoca cada año a miles de personas. En 2004 su conferencia fue la de mayor asistencia en toda la historia de la Feria del Libro. En el 2005 publicó “Bar del Infierno” y en marzo de 2012 publicó su cuarto libro y primer novela CARTAS MARCADAS, ambos libros bajo el sello de editorial Planeta. Cartas Marcadas fue elegida por los lectores de la Feria del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, la mejor Novela del año.

Fuente: El bar del Infierno ed. Planeta - Foto: Archivo del blog

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