TRADUCTOR

viernes, 23 de febrero de 2018

DANIEL PAREDES: TRES VERSIONES DE UN MISMO CUENTO

Salomón y Azrael
Por Yalal Al-Din Rumi

Un hombre vino muy temprano a presentarse en el palacio del profeta Salomón, con el rostro pálido y los labios descoloridos.
Salomón le preguntó:
—¿Por qué estás en ese estado?
Segunda versión Yalal Al-Din Rumi

Yalal Al-Din Rumi
Y el hombre le respondió:
—Azrael, el ángel de la muerte, me ha dirigido una mirada impresionante, llena de cólera. ¡Manda al viento, por favor te lo suplico, que me lleve a la India para poner a salvo a mi cuerpo y mi alma!
Salomón mandó, pues, al viento que hiciera lo que pedía el hombre. Y, al día siguiente, el profeta preguntó a Azrael:
—¿Por qué has echado una mirada tan inquietante a ese hombre, que es un fiel? Le has causado tanto miedo que ha abandonado su patria.
Azrael respondió:
—Ha interpretado mal mi mirada. No lo miré con cólera, sino con asombro. Dios, en efecto, me había ordenado que fuese a tomar su vida en la India, y me dije: ¿Cómo podría, a menos que tuviese alas, trasladarse a la India?


Segunda versión Jean Cocteau
Jean Cocteau
El gesto de la Muerte
Por Jean Cocteau

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
—Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza —le responde— sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.



La Muerte en Samarra
Por García Márquez
Tercera versión García Márquez
Gabriel García Márquez

El criado llega aterrorizado a casa de su amo.
—Señor —dice— he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho una señal de amenaza.
El amo le da un caballo y dinero, y le dice:
—Huye a Samarra.
El criado huye. Esa tarde, temprano, el señor se encuentra la Muerte en el mercado.
—Esta mañana le hiciste a mi criado una señal de amenaza —dice.

—No era de amenaza —responde la Muerte— sino de sorpresa. Porque lo veía ahí, tan lejos de Samarra, y esta misma tarde tengo que recogerlo allá.



Daniel Paredes
Escritor, corrector de San Nicolás de los Arroyos - Buenos Aires.
Editor del blog tierradetrampas.blogspot.com - Foto: Daniel Paredes

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.