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viernes, 10 de febrero de 2017

FERNANDA MARÍA OSTERA: POEMAS


Presagios oníricos recurrentes


Hace mucho tiempo atrás, mientras dormía.
Soñaba con una casa en ruinas.
Despertaba y la imagen anidaba en mi subconsciente como real.
La miraba a medida que corría hacia ella,
mi corazón se estremecía; la reconocía como propia.
¡Era mía!
Todas las noches la visitaba, trepaba sus paredes roídas,
ni el miedo a la oscuridad; ni la soledad me atemorizaban.
¡Era mía!
Un gran amor yacía allí, su sutileza me llamaba;
podía percibirlo inhalando el viento suave de aromas vivas.
Mis pequeñas y livianas pisadas hacían rodar los trozos de escombros.
El espíritu bueno y sereno me daba paz.
Seres invisibles moraban allí.
Esperaba con ansiedad que el sol se fuera,
y la noche me cobijara envuelta en blancas sábanas;
“ dormir y soñar con mi casa”.
¡Era mía!
Aún está la imagen onírica viviente.
Los sueños fueron haciéndose menos frecuentes.
Comencé a añorarlos, correr por los pasadizos;
mirar por los espacios abiertos que fueron ventanas,
desde allí admirar un valle verde; iluminado por la luz de la luna.
Podía ver el cielo oscuro en las noches de infinitas estrellas brillantes.
Intentaba contarlas, el cansancio me despertaba.
Siempre supe, “desde el vientre de mi madre
recorrí con ella mi casa”,
que el fuego y los años devoraron;
sin piedad la alegría de mi niñez.
¡Mamá! te soñé toda la vida.
Lo siento.
“La casa no recurre a mi estado onírico”.
Pero la imagen está intacta y real.
¡Era mía!.




Yerba Mate

Estíos de duendes,
sinfonías y ensueños.
Grillos, ranas y delicados violines.
Rumores bajo el yerbal.
Perfumadas alfombras:
marcela, carqueja, poleo, cedrón,
ruda macho ; uña de gato.
Sube morena de sol la rivada.
En su falda canta el ruiseñor,
Nubes de pesadas gotas.
Techo dorado de sol.
Voz embriagada de amor;
Susurra…
¡Vendo! ¡Vendo!
“Yuyitos para el amor”
¡Yerbal!
Plantíos, troncos añejos.
Nidos de gorriones.
Copas de pito güé.
Raíces, culebras, serpientes.
Tiesas y silenciosas.
En tierra color sangre.
Quimeras reverdecen,
benditas y generosas.
¡Hojas de yerba mate!
¡Sabor y elixir!




Fernanda María Ostera

Oriunda de Ticino, provincia de Córdoba, donde realizó sus estudios primarios. Maestra normal nacional. Estudió en el instituto “San Antonio”-Villa María, provincia de Córdoba. Profesora de psicomotricidad, recibiendo su título en el Instituto dr.Domingo Cabred. Córdoba, Capital.
Se radicó en Posadas en el año 1976. Misionera por adopción. Se dedicó a su profesión: escuelas especiales, equipos interdisciplinarios, profesora de la Unam, en la carrera de educación especial, cátedra de psicomotricidad. Desde edad temprana amó el arte, en especial “la escritura”, siendo autodidacta.
Fuente y foto: misionescultural.com.ar 

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