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viernes, 19 de agosto de 2016

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA: YO VI MATAR A AQUELLA MUJER


En la habitación iluminada de aquel piso vi matar a aquella mujer. 



El que la mató, le dio veinte puñaladas, que la dejaron convertida en un palillero. 


Yo grité. Vinieron los guardias. 

Mandaron abrir la puerta en nombre de la ley, y nos abrió el mismo asesino, al que señalé a los guardias diciendo: 

-Este ha sido. 

Los guardias lo esposaron, y entramos en la sala del crimen. La sala estaba vacía, sin una mancha de sangre siquiera. 

En la casa no había rastro de nada y, además, no había tenido tiempo de ninguna ocultación esmerada. 

Ya me iba, cuando miré por último a la habitación del crimen, y vi que en el pavimento del espejo del armario de luna estaba la muerta, tirada como en la fotografía de todos los sucesos, enseñando las ligas de recién casada con la muerte... 

-Vean ustedes -dije a los guardias-. Vean... El asesino la ha tirado al espejo, al trasmundo.





Ramón Gómez de la Serna
(Madrid, 1888 - Buenos Aires,1963) Escritor español. Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad.Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por los noventayochistas, y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo.

Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, las greguerías, definidas por el propio autor como «metáfora más humor». Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.
Fuentes: biografiasyvidas.com - ciudadseva.com - Foto: estafeta-gabrielpulecio.blogspot.com

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