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viernes, 22 de julio de 2016

MÚSICA: OLGA GUILLOT

SOY  LO  PROHIBIDO
Soy ese vicio de tu piel 
que ya no puedes desprender
Soy lo prohibido
Soy esa fiebre de tu ser 
que domina sin querer
Soy lo prohibido
Soy esa noche de placer

la de la entrega sin papel
Soy tu castigo
Porque en tu falsa intimidad 
en cada abrazo que le das
Sueñas conmigo

Soy el pecado que te dio 

nueva ilusión en el amor
Soy lo prohibido 
Soy la aventura que llegó 
para ayudarte a continuar
En tu camino

Soy ese beso que se da 

sin que se pueda comentar
Soy ese nombre que jamás 
fuera de aquí pronunciarás
Soy ese amor que negarás 
para salvar tu dignidad
Soy lo prohibido
Soy el pecado que te dio 

nueva ilusión en el amor
Soy lo prohibido 
Soy la aventura que llegó 
para ayudarte a continuar
En tu camino
Soy ese beso que se da 

sin que se pueda comentar
Soy ese nombre que jamás
fuera de aquí pronunciarás
Soy ese amor que negarás 
para salvar tu dignidad
Soy lo prohibido

"Soy lo prohibido"
de Roberto Cantoral
Subido por: Julián Andrés Marín Silva
Gentileza: YouTube estándar



"Vete de mi"
de Virgilio y Homero Expósito
Con la orquesta de Humberto Suárez (1959)
Subido por: TheFeelingClub
Gentileza: YouTube estándar




El 10 de octubre de 1922 la señal de la PWX (de la Cuban Telephone Company) inauguraba oficialmente la era de la radio en la isla. Con el variado programa artístico presentado ese día memorable la música prometió ser el eje esencial de las futuras programaciones. 

Sin embargo en un país con tan rica producción musical no existía una industria fonográfica nacional. Eran Columbia, Brunswick y Victor (poderosos emporios discográficos norteamericanos de la época) los que incorporaban a sus catálogos lo más sobresaliente. Esta situación se mantuvo durante las cuatro primeras décadas del siglo XX. A pesar de los tímidos atisbos de algún que otro empeño discográfico, como el sello STAR, no fue hasta 1944 que el ingeniero de sonido Ramón Sabat fundó el primer sello cubano: PANART.

Este era el panorama que encontraban las nuevas promesas como Olga Guillot en el ambiente musical de los años 30. Ante la imposibilidad de llegar a los discos contaban al menos con un medio de difusión como la radio cuyo alcance no era del todo despreciable teniendo en cuenta que las señales de la CMQ o RHC Cadena Azul cubrían buena parte del continente latinoamericano, y para finales del 30 operaban, sólo en la capital de la república, más de cuarenta plantas de radio. 
En 1938 un concurso de aficionados emitido por CMQ -emplazada por esos años en las calles de Monte y Prado- obtenía muchísima audiencia. Haciendo un acoplado dúo junto a su hermana Ana Luisa, Olga debutó en la célebre 'Corte suprema del Arte'. 

La Corte Suprema se hizo célebre por el uso de una campana que el jurado hacía sonar sin muchos miramientos al concursante que fallara durante su presentación. Casi todos los cantantes que debutaron allí: Celia Cruz, Elena Burke, Tito Gómez, Carlos Embale, fueron estrellas de la música popular en años posteriores.

Con innegables cualidades vocales recibió clases de canto de una reconocida figura del canto lírico cubano de principios del siglo XX: Mariano Meléndez, pero, probablemente quien más influyó en su estilo fue Hortensia Cohalla, una de las voces predilectas del gran Ernesto Lecuona. 

El decir de la Guillot nunca estuvo del todo exento de la influencia lírica de la Cohalla, y esto se puede apreciar sobre todo en su debut en discos Panart en 1946. Ya en 1954 colocaba sus primeros grandes éxitos como parte del staff artístico del sello Puchito de Jesús Gorís. 
En su formación fue muy importante la compositora, arreglista, repertorista y pianista: Isolina Carrillo. 

Después de una temporada presentándose en Mil Diez, (importante emisora que en 1944 oxigenaba el éter con las propuestas de los 'Tres Grandes': Arsenio Rodríguez, Arcaño y 'Melodías del 40') en 1945 la Guillot pasó a escucharse en las ondas azules de la RHC que emitía 'en directo' el show presentado por el cabaret habanero: 'Zombie Club'.
En Cadena Azul, integró el cuarteto vocal 'Siboney' organizado por la Carrillo. Era la época de oro del swing y el bebop y esto permitió que en el espectro vocal cubano surgieran formaciones similares a las que aparecían en los grandes musicales hollywoodenses. Bajo este influjo se fundaron, entre otros, el cuarteto de Orlando de la Rosa (donde debutaron Elena Burke, Omara Portuondo y Aurelio Reinoso) y más tarde el cuarteto D'Aida --creado en 1952 por la directora coral y pianista Aida Diestro, máximo exponente de este tipo de alineación en los 50.

Temperamental y con absoluto dominio del escenario, completó una carrera extensísima donde destacó por el inmenso poderío del corazón puesto en función de un estilo que la sabiduría de los años moldeó ante los públicos más diversos. 
Hizo suyas infinidad de canciones. Se ganó con su arte el aplauso y el reconocimiento en todo el mundo, convirtiéndose en emblema imprescindible de la canción romántica. 
Sentimental -como todo lo que cantó- y cubana hasta la médula, hasta el final de sus días la animaron los inmensos deseos de regresar a su tierra y contemplarla verdaderamente libre e independiente. Por eso quiero imaginar que su alma, definitivamente libre, alzó vuelo este 12 de julio de 2010 para acompañar y abrazar por siempre la isla de sus anhelos.

René Espí
Madrid, julio 2010.
feelinclub@hotmail.com

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