TRADUCTOR

viernes, 24 de junio de 2016

A.E.QUINTERO: POEMAS ( de: 200 GRAMOS DE ALMENDRAS)

SI NO TUVIERA TANTAS HORAS PEGADAS 
al cuello
saldría a buscar la calle,
lo que de noche las calles dejan suelto
para que uno lo levante y se lo lleve.
Cuando la niebla
encuentra en el hombre un lugar seguro,
uno debería quitarse lo hombre como un zapato
y lanzarlo lejos,
alejarlo,
quedarse de animal, de bicho,
de arena que el mar jala con sus muchas lenguas.
Quedarse sin ese maltrato profundo
que llaman conciencia,
sin ese caballo deforme
que no sabe
hacia que noche sin domicilio
pegar la carrera.

Como el perro que al correr
supone librarse de la correa.

Esa conciencia de uno mismo
que se rompe como esos frutos pesados
cuando caen
como la sandía, con todo su peso explotado
contra el suelo.

***********************************************************************

HACE DOS DÍAS ME CONTARON 
que la muerte
le rompió el cuello a un vecino
(que la muerte y una soga);
y que esa misma muerte
- o quizás otra-
anos antes intentó sacarle el mundo
por las venas; y antes
otra muerte
lo llevó al hospital
para hacerle un lavado de estómago.

¿Cómo se entera uno 
de estas cosas?

Que tenía el televisor a todo volúmen
y todo el día,
como llenando los vacíos y los espacios.
Que caminaba mucho adentro
de sus cosas y de su casa, 
sobre todo de noche.
Que en el techo se oía
ir y venir y seguir buscando.
Que era solo, solitario,
de soledad aislada y soledad huraña,
molesta soledad
de todos los días. Diaria, levantada,
lo primero del día.
Que se le veía pelear
con nadie,
gritarle
a nadie; llorar.
Incluso era voluble hastaon sus animales y sus plantas.

Un vecino que veía niños
y parecía un niño odiando niños. odiando demonios,
odiando.
Luego huía
como quien sale de la banqueta al ver venir un loco,
o al ver acercarse a un borracho, o a un drogadicto.
Pero los niños son peores. Dicen que decía,
que decía No
por decir tal vez árbol o tal vez casa o familia o visitas.
Dicen que decía No en lugar de niño.

Lo cierto es que se suicidó
este vecino, este invierno,
que vivió a tres puertas de la mía
durante dos años.
Y no lo recuerdo. 

Me hubiera gustado haberlo visto; recordar su cara.

Ahora es famoso entre vecinos
el vecino y su soga,
y su decir No en lugar de hola, en lugar de adiós.



A.E. Quintero
Alfredo Espinosa Quintero, Nació en Culiacán, Sinaloa en 1969 y radica en el Distrito Federal. Es Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió el doctorado en Teoría de la Literatura en la Universidad Autónoma Metropolitana. En 1996 ganó el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa por el poemario Los postigos del verano.
En el año 2011 obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes con el Poemario Cuenta regresiva. Su libro La telenovela de las cuatro no se detendrá porque alguien logró matarse fue seleccionado como mejor libro de poesía del 2014 en La Feria del Libro Independiente de la AEMI. 
Poemas extraídos del libro 200 gramos de almendras - Editorial Simiente, Colección Simonía - México

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.