TRADUCTOR

jueves, 28 de abril de 2016

ANA INÉS BONNIN ARMSTRONG: POEMAS


Te busco y no te encuentro

Te busco y no te encuentro. ¿Dónde moras?
¿Lates sin realidad? ¿Eres un mito,
una ilusión, un ansia de infinito?
Y si amaneces, ¿dónde tus auroras?

¿En qué tiempo sin tiempo van tus horas
desgranándose plenas? ¿Nunca el grito
humano dolor quiebra el bendito
silencio que te envuelve? ¿Nos ignoras?

Partículas de ti fueron llegando;
mi mar inquieto se convierte en río;
hay trinos en el aire, canta el viento.

Canta la vida toda. Por fin siento
que estés, pero, dime, dime: ¿cuándo
puedo saberte para siempre mío?




¡Si yo no pido tanto!

¡Si yo no pido tanto!
Amor es lo que pido.
Briznas de amor para esta sed del mundo,
tan grande y tan sumisa.
Un diminuto amor, pero constante,
que dé su mano al que su mano tienda,
que limpie las miradas y los ojos
llene de dulcedumbre.
Algo de amor en esos corazones
que no aman a los niños,
que son capaces de cegar a un pájaro,
de aplastar las hormigas.
Algo de amor; apenas un murmullo
de amor en cada pecho de criatura
hacia todos los seres,
hacia todas las cosas.

¡Si yo no pido tanto!
Briznas de amor para esta sed del mundo.


No me dejes, amor, en la añoranza...

No me dejes, amor, en la añoranza.
Dame, por fin, seguro y alto vuelo.
Desarráigame, fíjame. Recelo
que aquí no lograré paz ni bonanza.

Mi sed inextinguible se abalanza
y busca un ancho río, paralelo
de un mísero y exhausto riachuelo.
¡Amor! Sacia mi sed; dame pujanza

para volcarte en molde sin orillas.
¿Por qué, por qué te ciñes y encastillas
cuando posees fuerza de coloso?

Quisiera derramar esta ternura,
que rebasa mi pecho, en la mesura
de un pecho inmensamente generoso.


¡Oh buen amor!

¡Oh, ternura divina siempre en llamas!
¡Oh buen amor, paciente, generoso!
Llegas a mí, brindándome reposo;
no me impones tu afán, porque me amas.

¡Oh ternura divina! De tus ramas
presiento el florecer maravilloso.
Tú quieres que yo sea fruto hermoso,
cosecha de tu huerto. Me reclamas.

Escucho conmovida la voz tuya.
Me llega triste; no le doy consuelo;
rechazo su dolor y su agonía.

Perdóname, Señor. Cuando destruya
las ansias que me clavan en el suelo,
entonces iré a Ti sin rebeldía.



Ana Inés Bonnin Armstrong


Poeta puertorriqueña nacida en Ponce en 1902, hija de padre español y madre puertorriqueña de ascendencia escocesa. Desde muy pequeña fue llevada a Mallorca y posteriormente a Barcelona, donde cultivó intensamente la música y la pintura, pudiendo decirse que llegó a la poesía escalando esos peldaños para constituirse en una feliz cantadora del milagro de la vida 

y del amor. Cultivó también el teatro y el ensayo, habiendo sido destacada varias veces por el Instituto de Artes Teatrales de Puerto Rico.
Entre sus obras merecen destacarse: «Fuga» en 1948, «Poema de las tres voces» en 1949, «Luz de blanco» en 1952, «La calle», inédito y «Compañeros de ruta».
Obtuvo los premios «Juan Alcover» en 1963 y el «Ciudad de Palma» editado por el Ayuntamiento de Mallorca. Fuente: http://amediavoz.com - Foto: poeticous.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.