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viernes, 8 de enero de 2016

MARTÍN GIL: COSAS DE ARRIBA


El cielo profundo y sereno como el abismo, brilla y palpita suavemente.

La Vía Láctea que atraviesa de banda a banda el firmamento con su luz mortecina, semeja extraña proyección lejana de un faro gigantesco sobre un mar inmenso.

Entre las joyas de nuestro cielo Austral, la Cruz del Sur fulgura con cierta sencillez encantadora, inclinada hacia el Polo como una flor, blanca como un lirio, que lo señala eternamente.

Un poco hacia el Este de la Cruz, centellea inquieta la preciosa estrella doble Alfa Centauro, con su luz rojo pálido, se parece a una granada al madurar.

Próxima a ella cual enorme serpiente que quisiera tragarla, la via láctea,cierra sus dos brazos bifurcados.

Al este, la hermosa estrella Antares, la balanza, la Espiga de la Virgen, de luz suave y celeste, como una violeta.

Al sudoeste, como un trozo de diamante, va alejándose Sirio, la estrella gigante, blanca como un armiño, la que anuncia a los Egipcios las crecientes del Nilo.

Mas al sur Cánopus, casi tan blanca y hermosa como Sirio, es el piloto que dirije la nave de los Argonautas que van en busca del vellocino de oro.

Arturo al Noroeste, como dorado fuego, y Archenar al sur, rozando el horizonte... Brillan solitarias.




Martín Gil 
Nació el 23 de octubre de 1868 en la ciudad mediterránea, tres años antes de la inauguración del Observatorio Nacional Argentino con sede en la misma. Perteneciente a una familia con un buen pasar económico, hijo de Isaías Gil y Secundina Martínez Carranza. Su padre fue un importante abogado, profesor universitario, Diputado Nacional por Córdoba (1884-1888) y autor del proyecto de Ley Orgánica de los Tribunales y del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la provincia de Santa Fe (1888) Estudió abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Se casó con Ernestina Centeno con la que tuvo cuatro hijos. Martín Gil fallece en la ciudad de Buenos Aires el 9 de diciembre de 1955 a la edad de 87 años. El telescopio Zeiss fue donado por su familia al Observatorio de Física Cósmica de San Miguel, donde aún hoy se encuentra. Fuente: historiadelaastronomia.wordpress.com
El casi olvidado Martín Gil fue un sabio argentino. En las efemérides lo califican, injusta y menguadamente, como “meteorólogo, astrónomo y escritor.”Aún esto no sería poca cosa. Pero fue, insisto, un sabio, conforme al modelo de los “savants” franceses… o aún antes, al de los Siete Sabios de Grecia.
Así quisiera que lo consideremos, porque su interés por el conocimiento no reconoció límites disciplinarios. Fue fundador de la meteorología nacional; impulsó y renovó el Observatorio Astronómico de Córdoba. Pero también fue doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Y ministro de Obras Públicas en el excelente gobierno de Ramón J. Cárcano, ese demócrata ilustrado, en la provincia de Córdoba, cuando se construyeron escuelas y caminos que renovaron la geografía y la mentalidad provincial. Por entonces Martín tenía 27 años de edad. Y también fue diputado y Senador provincial, y diputado nacional; y profesor del Colegio Nacional de Buenos Aires, y director del Servicio Meteorológico Nacional… y observó festejos y recopiló canciones en la sierra, y escribió muchos bellos libros, en una prosa tan poéticamente científica como científicamente poética. Fuente: elavesimurgh.blogspot.com - Foto: enteratefuerzadedios.com

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