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viernes, 9 de octubre de 2015

IBARRECHEA: RÁFAGA

Tu madre me dijo que la primera vez que desapareciste, fue una tarde de otoño.
Ella estaba calentando el agua en la pava para tomar unos mates y que a vos te miraba a través de la ventana. Y veía cómo jugabas con la soga para saltar debajo del fuerte sol de la siesta. Cuando de repente llegó una fuerte ráfaga de viento que te levantó envuelta en una blanca nube que pasaba y te alejó de ella para siempre.
Por eso, ella guarda tus zapatillas en la mesita de luz.

En la secundaria me dijeron que también te recuerdan.
Ellos dicen que una tarde, mientras arriabas la bandera, llegó una fuerte ráfaga de viento, que te envolvió en ella, y que te elevó hacia al cielo, ante el griterío ensordecedor de tus compañeros asombrados.
Compungidos, me afirmaron que nunca más tuvieron noticias tuyas.
Por eso, la Directora, guarda tus guillerminas en la Dirección.

Algunos recuerdan tu paso por la Facultad de Arquitectura.
Dicen, haciendo un gran esfuerzo en recordar con sincera certeza, que vos estabas dibujando en tu tablero, cuando de repente por los amplios ventanales, entró una fuerte ráfaga de viento que te arrojó hacia afuera envuelta en una de las cortinas.
Por eso, el decano entregó tus mocasines a la Policía.

Anda dando vueltas por aquí, un señor que dice ser tu marido legal, para ello, me muestra la libreta de casamiento expedida por el Registro Civil de la Seccional Novena.
Fue una mañana, me dice, y que por la noche se iban a casar en la Parroquia Santa Inés, cuando de repente y ante los ojos de todos los invitados, cuenta que llegó una fuerte ráfaga de viento que te elevó envuelta en tu blanco vestido de novia y con un ramillete de violetas en las manos.
Por eso, el cura Ramón, guarda tus zapatos en la sacristía.

La prensa se hizo eco de tus desapariciones y brindó una amplia cobertura del caso.
La policía aún mantiene un hermético silencio.
La Iglesia estudiaba los acontecimientos en sus archivos.
La oposición elevó un pedido de informes al oficialismo, para que se le brinde a la opinión pública explicaciones sobre lo ocurrido, llamándole a tus desapariciones, causa de interés Nacional. Las presiones sobre las instituciones se fueron haciendo insoportables y se registraron algunas renuncias a ciertos cargos.

Nosotros, los que te queremos, los que te conocimos, cada vez que hay un fuerte viento, miramos hacia el cielo con la secreta esperanza de volverte a ver, envuelta esta vez en vaya a saber qué cosa.
Yo te recuerdo cariño. Te recuerdo cuando una vez, de madrugada, abriste la ventana del dormitorio de mi casa del barrio Rosedal, y envuelta en una de mis sábanas, te fuiste con la fuerte ráfaga que soplaba del sur. Sin decirme adiós.
Por eso, tus sandalias, están guardadas en mi placard.














© José Antonio Ibarrechea

http://anaquelliterario.blogspot.com/2014/12/antologia-microfono-abierto-2014.html
Publicado en diversas antologías regionales y el diario de San francisco

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