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viernes, 24 de octubre de 2014

AE QUINTERO: POEMAS


Intento creer
que somos mejores que las plantas,
que podemos con nuestra soledad
sin mirarnos secos.
Que logramos un mejor clima
cuando llevamos algún animal en los ojos
-en esa historia de amores y desamores
que son los ojos-.

Nunca he sido mi mejor consejero, ni mi mejor amigo.
No soy de los que le piden fantasmas a otros
para sobrellevar su propio miedo.
Vivir
ha sido una lenta y solitaria labor de cada día,
ruidosa
como la cocina de un restaurante
donde la soledad tira los cubiertos
y se reparte en porciones desiguales.

Lo mío son los sueños,
de ahí siempre regreso mejorado,
con esa buena disposición que tienen
ciertos animales a la jaula.
Con esa aceptación
con la que los arbustos se deshabitan en otoño.

Porque todo es irse deshabitando,
dejarse atrás todos los días,

recobrar muertos, olvidar vivos,
y jurarse un amor que no se rompa,

prometerse la puerta de un sueño diferente
donde asuma el cuerpo
lo que le debe al mundo.

Una alegría que alcance, que rinda,
que no nos deje a mitad de nuestra sed.

Porque todo es irse completando.
Irse de uno mismo
y del atropello en el que cada noche
nos dejamos solos.
(Sentidos de permanencia, Editorial De Otro Tipo, 2014.)


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La niña está de pie
tapando con sus manos su cuerpo desvestido.
No tiene suficientes manos. La niña
para cubrir el sabor de corazón
en su lengua, y que durará años;
piensa en los cerditos que se quedaron sin madre. La niña
tiene un llanto que rompe los vasos, que ayuda a matar cerdos,
que no hace mucho ruido. Su llanto
como el sonido de una hoja de papel
que alguien rompe por la mitad. Desorientada, muy aturdida.

Abuela decidió quitarle su vestido limpio
y dárselo a su hermana, y darle los novios que pudiera tener,
y darle una escoba, y un biberón comunitario
para los más chicos.

Aquel día fue de veinticinco horas.
Su diario dice
que se llenarán de sangre sus muslos esa luna; 
no puede ser bella una niña con sangre, con óvulos y ovarios.
Su diario dice 
que tendrá una noche de bodas, en un día como ése.
www.periodicodepoesia.unam.mx









A. E. Quintero
A. E. Quintero (1969) es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió el doctorado en Teoría de la Literatura en la Universidad Autónoma Metropolitana. Fue finalista del Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe en 2007 con el poemario Hacia el fondo de sus manos y del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma en 2010. Ha sido becario del Fonda Nacional para la Cultura y las artes en dos ocasiones. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa. Su libro de poemas Cuenta regresiva obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2011.

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