TRADUCTOR

viernes, 29 de agosto de 2014

BERENICE WEBER: LAURITA Y LA MÁQUINA VOLADORA

-Ante el requerimiento de las autoridades presentamos los planos del proyecto, pues cada una tenía una copia para asegurarnos de nuestra autoría. 

-Y por si ganábamos el primer premio con nuestro invento. El soñado viaje de fin de curso a las sierras de Córdoba.

-La directora de la escuela no salía de su crisis nerviosa y debió ser internada de urgencia.

-En la semana de la inventiva, nuestras profesoras nos dejaron solas.

-Nosotras estábamos entusiasmadas por los avances de nuestra "Máquina Voladora."

-Ante la jueza de Cuarta Nominación, el padre de Josefina, mecánico herrero de profesión, dijo que él colaboró aportando su eficaz mano de obra, sus conocimientos en la materia y en montar el complejo mecanismo en nuestro invento.

-Nuestras profesoras también fueron demoradas luego de que se les tomara declaración.

-Nosotras dijimos en nuestras declaraciones que la tarea asignada a cada curso, era la de desarrollar un invento y demostrar cómo funcionaba.

-También había que validar su aplicación en la vida del hombre.

-La mamá de Laurita era consolada en la sala de música por un equipo de psicólogas.

-Se hizo presente un señor muy arrogante, aunque con claros signos de nerviosismo, que fumaba en los lugares donde estaba prohibido.

-Leía las currículas.

-Nosotras permanecíamos sentadas en el aula.

-Nos enteramos que era el señor ministro de Educación.

-También vinieron unos ingenieros que debieron abrirse paso a los empujones entre los periodistas que estaban en la puerta.

-Estudiaron los planos.

-De arriba a abajo.

-Los daban vueltas.

-Nos miraban.

-Una de las porteras entró corriendo y llamó al servicio de emergencia, porque la mamá de Laurita se había descompensado.

-Julia pidió permiso para levantarse y abrir el armario. 

-La vicedirectora, los policías, el ministro, la inspectora zonal y hasta los ingenieros la acompañaron.

-Julia expuso con toda claridad...

-Y con la ayuda de todas nosotras...

-Expuso el funcionamiento de la "máquina voladora."

-Era un complejo mecanismo montado en un triciclo, donde las partes de acero fueron reemplazadas por duraluminio y piezas de plástico resistente.

-Debían soportar el andamiaje de poleas, engranajes, correas dentadas y comandos guiados por palancas desde el manubrio.

-El papá de Josefina se encargó de las soldaduras y la distribución del mecanismo con precisión porque había que equiparar los pesos.

-Compensar el peso de la máquina en su volumen.

-La novedad era la genial idea de desplegar las ruedas traseras para que adopten la forma de alerones.

-Los alerones se desplegaban con un movimiento de una palanca que está en el manubrio y le otorgaba a nuestro invento, mayor estabilidad.

-Adquiría velocidad en los movimientos.

-Respecto a aumentar la mayor cantidad de revoluciones posibles considerando la fuerza en cada vuelta de pedal.

-No nos dejaron darle un abrazo a la mamá de Laurita.

-Si, a la señora se la llevaron en la ambulancia.

-Las alas de nuestro invento consistían en una estructura de alambre y reforzada en los bordes de ataque.

-Que nosotras recubrimos con una fina lona impermeable.

-Y las adherimos con un pegamento tipo "dope."

-Nacían en cada punta del manubrio, por las manoplas.

-Nancy hizo la prueba de funcionamiento de la maqueta en el patio, bajo una fuerte custodia policial, y la pequeña maqueta apenas voló dos, o tres metros, y cayó.

-Por orden de la jueza secuestraron la maqueta de nuestro invento.

-Entre todas, a la hora de la exposición, habíamos subido la máquina voladora al techo de la escuela.

-Nadie nos vio.

-Laurita era nuestra compañera más menuda, pecosa, sonriente, inquieta.

-No, no tenía novio ni pensaba en eso.

-Se colocó el arnés entre risas.

-El casco para motos le tapaba el flequillo sobre las cejas.

-En realidad, por su físico, su contextura, era la única que podía dirigirla.

-Cuando nos tocó el turno de presentar nuestro invento, les dijimos a todos los presentes que miren hacia el tejado.

-Allá, en el segundo piso.

-Laurita se asomó por la cornisa montada en la máquina voladora.

-Parecía una reina...

-Era todo un griterío pidiéndole que se baje.

-Si, gritaban que se detenga, que no lo haga.

-La policía encontró las zapatillas de Laurita en uno de los techos.

-A la mañana siguiente fue que la Fuerza Aérea, desplegó sus aviones para ir a buscarla.

-Se llevó mi vincha, le quedaba bien.


(A Ibarrechea, por su "Ráfaga")













Berenice Weber
www.diceelwalter.blogspot.com







    

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.