TRADUCTOR

viernes, 25 de octubre de 2013

COLORES


Nos repartiremos los colores
con los que pintamos nuestros sueños,
antes de mi partida.

Por ejemplo el blanco.
Deja pintado de blanco las paredes,
el muro y la tapia.
Así como están las fundas y las sábanas.

El azul.
Claro como el cielo que nos acompañó siempre,
deja que merodee entre las cortinas, 
y las ventanas de la habitación.

En cuanto al verde.
Sabemos que es tu color favorito.
Como el brillo de tus ojos. 
Simples cosas que me emocionan.

El rojo.
Deja a tus labios pintados en rojo.
Y regálame cuando me veas, 
un repentino pedazo de tu risa.

El amarillo, sabes.
Está escondido entre los manteles
Y en la vajilla de nuestras alegrías.

Como puedes ver, a vos te dejo el arco iris.
Yo solo quiero llevarme los tonos grises y las sombras... 
de mis electros, de los ecos y de las radiografías.
Como pasaporte para el resto de mis días.

Entrarán con mi corazoncito.
Todos juntos, apretaditos.
Allá en el desencanto del fondo...  
de mi valija.











Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com

INSOMNIO

Roe mi frente dura
el lobo de la media noche.
Jacobo Fijman



Muerte en mi rostro

de las cuencas secas asoman diluvios

el sol se esconde detrás de violenta luna llena

y estalla en mis puños

emanando centellas,

fuego, dolor

tanto tiempo dominado.

Los caminos tapiados en cada destino

llevan locura, muerte

temor de destruir todo.

Kamikaze soy

estallo en mil pedazos

rompo esta valla piel.

En mi cuerpo tieso

rugen tambores

danzan zulúes

con su milenario grito guerrero

amordazado en mi garganta

                                                      apretada por mil crucifijos.





  







Cristina González
escritora

LA PELÍCULA DEL MES: LOS HÉROES DE MESA VERDE

viernes, 18 de octubre de 2013

FOTOGRAFIA



FOTOGRAFÍA

Miremos esta fotografía.
Pero la miremos de atrás hacia adelante, dejemos el primer plano para el final.
Como acostumbramos a recordar.
Como si estuviésemos memorizando, con un dejo de nostalgias rumorosas.

Esta fotografía es de color sepia y les pido que presten atención a los detalles que podamos observar.
La pared del fondo, por ejemplo.
Es de color crema claro y el cielorraso se ve más claro aún pues es de color blanco.
Hay un cuadro grande colgado en la pared. Ese cuadro tenía un marco de madera, que contenía una lámina imitación con un hermoso dibujo de un florero con girasoles, creo. A pesar de la mala calidad, el colorido que tenía, ambientaba muy bien la pared y le daba algo así como un toque de buen gusto.
Luego se ve una puerta, por ella se podía salir hacia otras dependencias de la casa y más hacia la izquierda, hay una ventana sin cortinas.

Ahora venimos nosotros, las personas que estábamos allí. y que no dejamos ver los otros muebles.
Pero de nosotros hablaremos después.

Prestemos atención a la mesa.
En la mesa que rodeamos entre todos, hay un montón de cosas, como verán la misma es ovalada. Está cubierta con un grueso mantel bordado con hilos, a la usanza, que yo no sé bien como describirlos.
Probablemente, si le preguntasen a ella, sabría contarles mejor, pues a eso, ella le daba más atención que a otras cosas.
Pero miren, hay varias botellas de vino fino y de champán, copas y algunos platos con resto de comida.
El menú fue variado en esa cena.
Comprendía desde fiambres, quesos, pizzetas, pollo, carne, helados y masas finas.
Todo abundante para una simple reunión de amigos.

A alguien se le ocurrió lo de esta fotografía.

Ahora, pensándolo bien, creo que no era el momento para tomarla, pues como verán, todos estaban absortos mirándola a ella, que se había puesto de pié para hablarnos y que al final, lanzara aquella frase inesperada, cargada de una relevante insensatez, que nos fue llevando a un desconcierto casi inocente de la situación planteada.

No habíamos puesto música.
Nos parecía que era mejor así y conseguimos con eso, prestarnos una mayor atención, sin incurrir en suficientes distracciones.

Ahora, como pueden ver, los que estamos alrededor de la mesa, somos siete.
Para presentarlos, voy a iniciar un recorrido anti horario, de derecha hacia la izquierda.

Este es Gabriel.
Antes de la foto habló pormenorizadamente de la situación política del país, dando su particular punto de vista del gobierno nacional y populista, como se hacía llamar.
Cuando ella acertó a pararse para hablar, Gabriel dejó la copa de champán en la mesa, como pueden ver. La mira fijamente, como buscando en las frases que ella pronuncia, algún indicio.

Mateo es el que sigue.
Apreciamos que acaba de dejar, por la posición de las manos, una botella en la mesa.
Casi toda la cena, Mateo habló de fútbol y se mostró muy interesado en la política y en mis cuentos de "Peremerimbé", insistiéndome también en que quería  saber algo más sobre "Cúter" mi personaje que obraba de asesino serial.
Igual que los demás, sale en la fotografía mirándola atentamente, como procurando en las palabras de ella, alguna señal.

Ahora vemos una silla vacía.
Allí estaba Magdalena, que se levantó a tomar la foto, lo hizo segundos antes que ella se pusiese de pié, y me siguió con la mirada, como toda la noche, quizás Magdalena recordaba nuestro pasado.
Habló poco, se reía nerviosa y afirmaba siempre con la cabeza, las otras conversaciones.

La que sigue es Mónica.
La dueña de la casa, vemos que tiene una taza de te entre sus manos y parece mirarla de reojo a ella, en una actitud examinadora, como buscando en cada manifestación, interponer su opinión. Pero permaneció callada, sin esgrimir conceptos y con una clara candidez en su rostro, registrando el discurso, buscando algún signo.

A su lado está Perla.
Perla y ella fueron las más locuaces de la noche, ayudaron siempre a Mónica con la comida, cambiaron los platos, intercambiaron comentarios de sus vidas y de la actualidad, rozando temas alegres y riéndose por todo. Perla algo sabía del asunto.
Y aparece en la foto adoptando una posición expectante, como para precisar sus sospechas. Con los brazos cruzados.

Semi tapada está Berenice.
Berenice se había alegrado al verme. No sabía que ella estaba conmigo y su presencia esa noche debió sorprenderla, quizás porque pensaba que la visita perturbadora de Magadalena y mi inscontancia en esos asuntos, marcaría algún reinicio en la relación antigua, frustrada tantas veces.
Berenice había permanecido esa noche registrando cada detalle y ahora, mientras ella hablaba, aparece en la foto como exasperada, escudriñándola.

Segundos antes que Magdalena se ofreciera a tomar la fotografía, ella se puso de pié. Estaba vestida con esmero y prolijidad.

Ella es la que sigue ahora.
Cuando comenzó a hablar, todos hicimos silencio para escucharla.
Ensayó un gesto tierno y conmovedor que aún hoy recuerdo.
Apoyó su mano derecha en mi hombro.
Como puede verse, y con la izquierda entrelazó los dedos de mi mano derecha, que yo cruzo como bandolera sobre mi pecho.
¿Lo ven?
Y ella habló con claridad, aún con algunos momentos de tartamudez nerviosa, sin gesticular.

Un segundo antes del disparo, yo bajo la cabeza buscando los dibujos de las baldosas.

Entonces, éste soy yo.
En primer plano.
Tengo un traje de saco cruzado y pantalón de corte italiano color tabaco, medias claras y zapatos de cuero color marrón. Mi mano izquierda está apoyada en la mesa, mi mano derecha toma una de las suyas, mis ojos están cerrados, había cruzado mis piernas, y si se fijan bien, si observan con detenimiento en mi cara, que está algo inclinada hacia abajo, notarán que hay un detalle.

Que la mismísima Magdalena toma al apretar el disparador.
¡Clic!

El flash impertinente muestra un punto luminoso en mi mejilla.
¿Ven?
Observen con atención.
¡Aquí, miren!
Es una lágrima.
¿Vieron?
Es una lágrima. Solitaria y triste.
Apenas eso.
Apenas eso.

Copyright 2012 Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com

viernes, 11 de octubre de 2013

IBARRECHEA: RECURRENCIA

Me bajo del auto de marca alemana con mi amante y subo a mi otro auto de marca Italiana con mi pareja y me bajo de nuevo solo jubilado y divorciado y subo a otro modelo del auto de marca Italiana esta vez con otra pareja y me bajo de ese auto para subir de nuevo solo, a otro auto de marca francesa con otra amiga con derechos y de nuevo subo a un auto de marca alemana con mi futura ex y otra vez a un auto de marca Italiana con mis hijos y no me acuerdo quién y juego al fútbol y pongo música y todos a mi alrededor bailan y de allí subo a mi bicicleta rodado veintiocho y pedaleo entre amigas de la secundaria y las dejo a todas por mi otra bicicleta más pequeña de la primaria y subo al triciclo y pedaleo por la vereda hasta donde está mi mamá, que me alcanza y que me abraza y que me besa porque aprendí a caminar. 

Soy aquel niño otra vez. 
Y lloro. 

Lloro cuando a ella, a mi madre que descansa en las aguas 
de su tumba que la guardan, le arrojo una flor. 
Y le pido y le cuento y le canto y le prometo y le digo que la quiero y que la extraño, y que sepa, que le doy las gracias. 

Todo en un ensordecedor silencio que atraviesa mi alma.
Entonces, ella me vuelve a empujar y vuelvo a pedalear.
Y ahí voy, para empezar de nuevo. 
Ahí voy.



"Recurrencia" en la voz de la escritora LELIA RECALDE DEPONTI

Vídeo de Carlos Eduardo Julián
YouTube



"RECURRENCIA" By  José Antonio Ibarrechea
Copyright 2013 PASEN Y VEAN
Tema musical: "Easy Love"
Intérprete: LOUIE AUSTEN
Vídeo de YouTube 
Gentileza: Wertuose



DEPENDENCIA

Los ojos de los demás me sonríen

el espejo del Alma

me devuelve imagen

de gusano reptando,

vano intento de mutar a mariposa.

Sublimar mi esencia

imposible...

Desde ese sótano

comienzo a subir,

peldaño a peldaño.

Vía crucis de autoestima

el mayor suplicio

-no ser aceptada-

se torna en soga necesaria

para el ascenso al cielo

y así reconocerme mujer sin cadenas

                                 halcón en vuelo.













Cristina González
Escritora

MEMORIA DE PATRIA

Tanto verde
          tierra fuego
          frutos pájaros.
          Cobrizo desnudo tótem
          ritual arco flecha.
          Agua y estrellas.

          Naves armaduras arcabuces
          espejos lenguas cruz.
          Herencia de sangre socavada.


Tanto gaucho
          pampa soledad
          poncho cimarrón
                        guitarra y danza.

          Polvareda lanza sable
          viento
                        dolor y grito.


Tanto eco
          ojos historia
          ideal     cadenas rotas
                        Patria.

Y solo cielo y nube
y solo paño y franjas
y la memoria             aguardando.




  







Mely Almada
escritora

viernes, 4 de octubre de 2013

MALA SANGRE


Taurino apasionado en todo lo que emprendía. inmensos ojos negros devorándose la tierra y el cielo, el tiempo y la vida, el miedo propio y ajeno.

El alma cosida a cicatrices en el cuerpo.

Con voz inexpresiva contaba que a los nueve años su padre intentó atropellarlo con el auto. Él tuvo la la convicción de que el caño que empuñó para defenderse lo habría dejado huérfano.

De adolescente, una estrella de cinco puntas iluminó su cielo y abrazó la lucha popular armada. Lo hirieron, fue preso. El país también se desangraba. Años después, al ganar su libertad, comprendió que el aire para él siempre sabría a sangre. Se hizo pirata del asfalto, lo atraparon. Volvió a la cárcel y a la guerra contra reos, adicciones y fantasmas. Al salir supo que jamás terminaría.

Nunca se daba un respiro ni lo daba. Los domingos en su barrio desafiaba a pelear a los jugadores desde los alambrados de las canchas de fútbol. No importara quién ganara o perdiera, era él solo contra el mundo.

Por un lapso breve bajó las armas, amó y fue amado por una mujer a sangre y fuego.

Después enfermó gravemente. Cuando el dolor lo venció fue por ayuda al hospital, pero pronto comprendió que allí también debería luchar por atención, por remedios,  por una cama y por su vida, como siempre. Al tiempo murió de leucemia.

Los que no son médicos, dicen que los problemas en la sangre son por falta de júbilo. 

Los médicos en cambio, hablan de glóbulos blancos y defensas insuficientes.
Él hubiera estado de acuerdo con ambos. 

Cristina González
Escritora
Plaqueta 2008, mujer; Plaqueta 2012, Los miserables (otros).  

PRIMER VIERNES DE CADA MES


Mortales de Córdoba.

Si ustedes caminaban el primer viernes de cada mes por el Barrio Carola  en horas de la noche y les daba por pasar cerca del club del mismo nombre, seguramente quedarían atrapados por el aroma de la carne asada a la parrilla y sumergidos en la espesa niebla del humo embriagador.


Seguramente, mortales de Córdoba, perderían el rumbo y probablemente, alucinados, equivocarían las llaves de las puertas de sus casas, o las puertas y hasta las mismas casas.



Ir a comer un asado en "El Carola" era tocar el cielo con las manos, era sentirse por esas horas uno de los dioses que viven en las constelaciones y que desparraman los meteoritos en el extenso universo con un simple tincazo. Escena estremecedora si las hay.


No todos los mortales de Córdoba, tenían la puerta abierta en ese local predestinado a extraños aconteceres, fortuitos o planeados. Había que ganarse el "status" de habitué, en diferentes lugares de la ciudad, mediante el juego de naipes.


Cada uno debía llevar un mazo de cartas, abrirlo en presencia de los demás, contarlas, hacer crujir los dedos para sentirlos crocantes, arremangarse la camisa, contar los porotos blancos, mezclar y repartir empezando por la derecha, cuatro jugadores por cada  mesa de madera.


Más allá, sobre un paño verde, se desparramaban los huesos llamados dados, que luego de una ruidosa orgía en el cubilete, galopaban para mostrar el número de la suerte. Aquel trote parecía el sonido de una maraca vieja. 
Nunca el grupo selecto superaba la docena de jugadores / comensales.


"Los cubiertos con mango de madera se venden en juegos de media ó de una docena en los bazares," nos decía el rey de los asadores que a la vez, contaba medio kilo de carne por persona, doscientos gramos de ensalada por persona, ciento ochenta gramos de postre por persona, pan para famélicos y dos litros de vino por persona.

Matemática gourmet, nos decía.


En la efervescencia del juego, el rey de los asadores ponía la carne en la parrilla, con una mano, porque en la otra sostenía el vaso con vino tinto, que vaciaba antes de dar vuelta las delicias humeantes sobre las brasas.


Sepan ustedes, que esgrimen sus melancólicos recuerdos. Ustedes amigos, que soportaron estoicos en vuestras vidas épocas de bonanza y épocas de angustiantes malarias, que nosotros, los dioses de los dedos mágicos y trasnochadores, que sabíamos cuántas estrellas tiene la Constelación de Escorpio, sin mirar hacia el cielo, que siempre, pero siempre, tuvimos guardado en algún lugar secreto, el dinero para la reunión del primer viernes de cada mes. Rito pagano si los hay.

Nos congregábamos en silencio, expectantes al juego, aturdidos por el aroma, con un cigarrillo en la oreja y llevando la cuenta de los porotos con la misma precisión que tienen los contadores del Banco Provincia.


Hasta que, (no se pierdan esta parte, mortales de Córdoba) el rey de los asadores nos llamaba a comer.


Entonces, como si fuese un ritual oriental, nos poníamos lentamente de pié, nos saludábamos y nos deseábamos suerte para la próxima vez, luego pasábamos al estrecho baño a lavarnos las manos viciosas y en fila india ocupábamos el lugar correspondiente a cada uno en el largo tablón y en este orden establecido por el régimen interno.

En la cabecera, el rey de los asadores.

Luego nosotros, los dioses, de los dedos mágicos.

Y después, los reyes y las sotas de cada palo, sudorosos y estropeados.

Todos juntos y codo a codo.

Nunca en mi vida de sibarita buceador de las profundidades abismales y secretas de las parrillas de Córdoba, comí asados tan exquisitos como los hacía el rey.


Él, llevaba siempre el ritmo de la conversación, hablábamos de fútbol, porque él hablaba solamente de fútbol, vos les preguntabas como formaba Talleres en el `76 y te lo decía con precisión de un reloj suizo, le preguntabas del Belgrano del `69 y no fallaba ni en las comas, le preguntabas de Instituto y te contaba tantas pero tantas cosas , que te daban ganas de llorar y además de cómo se forma una barrera y de como se hacía para embolsar un centro y que era ser back y que era ser half y que era ser un inside, un forward. Córner, cabezazo, golazo.


No, amigos mortales de mi querida Córdoba. No había enciclopedia del fútbol con olor a chorizo y vino en damajuana como el rey de los asadores, y sabedores de eso, no se hablaba de otra cosa mientras comíamos aquel manjar, solo destinado para nosotros. Los dioses de los dedos mágicos y trasnochadores, los caminantes de sueños truncos, los poetas anónimos y con fecha de vencimiento claramente legible.


Luego, a los postres y con otras bebidas mas espirituosas, el rey, limpiaba sus oídos con los dedos meñiques, encendía un cigarrillo, nos estudiaba a todos con su mirada vidriosa y nos decía que ya era hora de hablar de mujeres. Vení para acá, Ibarrechea, sentate.


Entonces, nosotros, empezábamos a confesar nuestros pecados.


Comenzaba el que estaba a la derecha y repartíamos nuestras palabras entre conquistas irrepetibles y desamores estremecedores, que nos obligaba a vaciar las botellas con inusitada ligereza, como en una siesta de verano, bajo la canilla de agua del patio.


Hasta que el rey de los asadores cerraba lentamente los párpados, apoyaba su cabeza en el tablón y el corcho que jugaba entre sus dedos, rodaba por la mesa hasta caer y rebotar en el suelo y caer nuevamente para quedar quieto entre las patas de las sillas, como esperando el desenlace final, la llegada de la feroz escoba homicida que lo arrojara finalmente, al olvido del tacho de la basura. Como verán, todo es poesía...


Allí nos dábamos cuenta, que el rey de los asadores nos había bendecido, con su primer ronquido, un trueno ensordecedor en la noche.


Entonces, en un silencio respetuoso, nos poníamos lentamente de pié, nos despedíamos y salíamos en fila india por el portón del club Carola. El último estiraba el dedo mayor hasta la llave de la luz, pasaba la cadena por el portón y cerraba el candado. 


Hasta el próximo primer viernes, 
y libres de toda culpa.

Ibarrechea







diceelwalter@gmail.com
Vídeo gentileza de YouTube
Artista Pino D`Angió
Tema: Ma Quale idea

POEMA DE UN RECUERDO


Dime por favor donde no estás 
en qué lugar puedo no ser tu ausencia 
dónde puedo vivir sin recordarte, 
y dónde recordar, sin que me duela. 

Dime por favor en que vacío, 
no está tu sombra llenando los centros; 
dónde mi soledad es ella misma, 
y no el sentir que tú te encuentras lejos. 

Dime por favor por qué camino, 
podré yo caminar, sin ser tu huella; 
dónde podré correr no por buscarte, 
y dónde descanzar de mi tristeza. 

Dime por favor cuál es la noche, 
que no tiene el color de tu mirada; 
cuál es el sol, que tiene luz tan solo, 
y no la sensación de que me llamas. 

Dime por favor donde hay un mar, 
que no susurre a mis oídos tus palabras. 

Dime por favor en qué rincón, 
nadie podrá ver mi tristeza; 
dime cuál es el hueco de mi almohada, 
que no tiene apoyada tu cabeza. 

Dime por favor cuál es la noche, 
en que vendrás, para velar tu sueño; 
que no puedo vivir, porque te extraño; 
y que no puedo morir, porque te quiero.

Gustavo Alejandro Castiñeiras.



Vídeo YouTube - Gentileza:  Beatriz Pereira (Portugal)

martes, 1 de octubre de 2013

AL PERDERTE YO A TI - EPIGRAFE

AL PERDERTE YO A TI

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos, tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.




Grupo CANTORAL tema musical EPIGRAFE
Vídeo de YouTube gentileza: amigos del folklore













Ernesto Cardenal