Ahora les voy a contar como es que me siento cuando está por terminar el día y ella no me ha llamado todavía.
No se
si han fijado en la cara de espanto de los monos que deambulan por las rejas
verdes de las jaulas del zoológico. Esa es mi cara, despeinado y con la misma
sonrisa del yacaré de la fosa, al fondo a la derecha entrando por la puerta
principal. Vale.
Habrán visto ustedes cuando se rompe
un espejo. Bueno, las mil astillas despedazadas equivalen a la cantidad de
sueños multiplicados a una razón de siete por noche, que no podrás soñar porque
ahora no hay quién te devuelva esa porción de alma que estaba escondida atrás
del vidrio y que vamos dejando un poquito todas las mañanas cuando nos
levantamos.
Absoluta cara de perdedor. Ya lo saben.
Algunos tipos que venden billetes
de loterías debieran decir que tienen en sus manos el billete sin premios, en un acto de total sinceridad
y mostrar mi foto con ojos espantados y bigotes de pandillero mexicano que
llegan hasta aquí.
Hola amigos soy el escribidor de La Cañada. A ver si saben quién no me ha llamado todavía.
Cuando se espera, hay que tener
a mano papel y lápiz, y escribir con mucho encanto esto es lo bueno, y esto es lo malo de esperar animosamente.
Ahora les voy a contar que es
lo bueno.
Lo bueno de esperar es tener
un corazón que aguante semejantes atropellos.
Una mente que lo acompañe sin
decirle nada, ni siquiera: alto ahí
maldito, no fumes.
Ahora les voy a contar qué es
lo malo.
Lo malo es tener un corazón
que no aguante nada de nada.
Una mente
perversa que te haga pensar esto: oye, que tal un
disparo entre ceja y ceja.
Hola amigos, soy el escribidor de La Cañada, A ver si saben quién no me ha llamado todavía.
Ahora les voy a contar lo que
haré mañana, cuando me levante.
Anoten para que luego me lo hagan recordar, por si lo olvido: Dejaré un pedazo de mi alma
dormida en el espejo. Caminaré por el centro de mi Córdoba, incluidas las calles peatonales.
Cruzaré la plaza de la feria de los libros, como si fuese Ulises regresando a Itaca, después de las guerras de Troya, y me sentaré a desayunar en el Sorocabana.
Cruzaré la plaza de la feria de los libros, como si fuese Ulises regresando a Itaca, después de las guerras de Troya, y me sentaré a desayunar en el Sorocabana.
-Hola regalador de sonrisas, ya le traigo el cafecito.
Leeré la cartelera del Teatro Real. Cruzaré de
nuevo la Plaza de la feria de los libros, como si fuese el hombre de acero con
corazón inoxidable y venderé mi teléfono celular.
Ya sabe amigo, -le explicaré- tiene hasta "guai
fai." La garantía dura hasta el primer llamado, pues como sabrá usted, es un teléfono que sólo espera. Buenos días, buena salud.
Ahora les voy a contar como es que me siento cuando está por terminar el día y ella no me ha llamado todavía.
Atropello todo y lanzo manotazos al aire como King Kong que estaba enamorado de la rubia, y quería voltear los aviones que lo rodeaban. Con el aliento que tiene el león hambriento que no durmió la siesta, al fondo a la izquierda, entrando al zoológico por la puerta principal. Vale.
Habrán visto ustedes el aplomo que tiene un payaso cuando se desviste y guarda prolijamente la ropa, y la cara real que aparece del mismo payaso que se quita lentamente el maquillaje frente al cuadro de los sueños, hasta la próxima función.
Absoluta cara de tristeza. Ya lo saben.
Pero un regalador de sonrisas no se rinde porque una bella mujer se olvidó de él, jamás.
Así es que voy a poner música. A ver a ver, aquí está.
Escuchen y miren relajados amigos míos el vídeo que está abajo, es bueno de verdad.
Atropello todo y lanzo manotazos al aire como King Kong que estaba enamorado de la rubia, y quería voltear los aviones que lo rodeaban. Con el aliento que tiene el león hambriento que no durmió la siesta, al fondo a la izquierda, entrando al zoológico por la puerta principal. Vale.
Habrán visto ustedes el aplomo que tiene un payaso cuando se desviste y guarda prolijamente la ropa, y la cara real que aparece del mismo payaso que se quita lentamente el maquillaje frente al cuadro de los sueños, hasta la próxima función.
Absoluta cara de tristeza. Ya lo saben.
Pero un regalador de sonrisas no se rinde porque una bella mujer se olvidó de él, jamás.
Así es que voy a poner música. A ver a ver, aquí está.
Escuchen y miren relajados amigos míos el vídeo que está abajo, es bueno de verdad.
Yo voy a pensar en las madres
parturientas que esperan internadas en los hospitales.
Y en la resignación de los
guardias nocturnos mientras esperan el relevo.
Y en los niños que esperan los escasos momentos de ternura.
No niño, ¡detente!
No te atrevas a crecer.
No te atrevas a crecer.
Ibarrechea 2013 PASEN Y VEAN
diceelwalter@gmail.com
http://diceelwalter.blogspot.com
Música: "Darbari N.Y.C."
Intérprete: Prem Joshua
Gentileza YouTube (Shterian Pilidov)
versión remixada en masalladelamedianoche.blogspot.com
Premjoshua.com
Premjoshua.com
Como siempre caballero, si, a usted le digo escribidor de la cañada, deja estelas de esperanzas...
ResponderBorrarGracias por leerme. Quizás más adelante escriba inspirado en ésa frase... "Estelas de Esperanzas..." Buenas noches, Buena Salud!
BorrarQue tipo loco. Eres un maestro!!!!! Cristina.
ResponderBorrarGracias Cristina, eres muy atenta...
BorrarCuánto me estás dando. Gracias! Cuánto esperabas de mí...y yo así, con los brazos pegados al cuerpo y el alma triste....Perdón!
ResponderBorrarUn abrazo!
ResponderBorrar