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viernes, 27 de septiembre de 2013

RECUERDOS...(1)

NOSTALGIAS DE HUERFANITO

Quisiera tenerlos una vez más.
A mis abuelos. a mamá, a papá, a mis amigos, a mis amigas, que ya no están.
Que alguien me avise cómo es que se hace.

Quisiera verlos una vez más. 
A mis perritos mascotas, compañeros compinches.
Que alguien me avise cuando descubran sus pisadas en la luna.

Quisiera leer una vez más.
Tus cartas, mientras las busco donde nadie más las puede hallar.
(El papel de las cartas, tiene por costumbre, cambiar de color con el tiempo.)
Recuerdo una que decía así, "te quiero, Yo"

Quisiera ver una vez más.
A mis fotos, que no las encuentro donde debieran estar.
(El papel de las fotos, tiene por costumbre, cambiar de color con el tiempo.)
Recuerdo una en que yo sonreía así, "Whiskyyyyyyyy."

Quisiera retener una vez más.
A los recuerdos, mientras embalo mis cosas para mandarme a mudar, con la misma velocidad de tu pestañear, como cuando cruzas las piernas, o de repente sueltas un chau.
Recuerdo una de cowboy, el muchachito saca el revólver, el cine entero tiembla "bang, bang"

Que alguien me avise dónde queda y a qué hora abre el Club de los Corazones Rotos.

Quisiera tenerlas una vez más.
A mi señorita maestra de primer grado superior, ella decía que la "hache" es una letra muda pero que no es ciega ni sorda y se emplea en la palabra "Hablar"

A mi profesora de Lengua Castellana, ella decía que la sintaxis en la escritura, no es lo mismo que una amonestación por llegar tarde porque no hay taxis. Alumno Ibarrechea, pase y siéntese.

(Este es un secreto. Mi mamá me ponía en penitencia con una hoja del cuaderno "Lanceros" un lápiz "Faber" número 2 todo masticado y la goma para borrar "Dos Banderas") 
A ver hijo, vamos, inventá, escribime un cuento, empezá.

Compozición dos puntos cuando aze frio

"Hoi a mi ermanita menor ze le dio por levantarce com mucha tos coma entonces mi mamá priocupada coma me dijo que la ievara a tomar aire fresco que es vueno para los pulmonez coma ia que mi ermanita tiene una cosa que se llama asma coma pero como hace frio por las mañanas a eya la abrigo con acentoenlao con un tapadito color veige coma le puso la gorrita con oregeras porque eya dice que así no le salen sabañones en las oregas coma i unos guantecitos de lana punto i aparte 
Yó no tengo tantos pribilegios con mi ropa para el imbierno coma pero me dijeron que el saquito de corderoi es para mas adelante punto i aparte 
Entonzes voi a salí i voi a golpeá la puerta de mi casa i cuando mi mama con acentoenlaa pregunte ¿kien e? 
voi a decí así dospuntos 
Ola io soi el que ce llama mas adelante i vengo a vuscá mi saquito de corderoi punto final" 





SUEÑAS QUE VUELAS

Una nube así de blanca

es tu cama, en tu casa.

Un pijama que te abriga

que te arrulla y que te abraza.

Es entonces que descansas

en tu tierna soledad.

Manos de madre que te miman

y tu bebes de sus pechos.

Besos de padre que te animan

y empujan tu bicicleta.

Pedaleas contra el viento

y aterrizas sobre un techo.

Llueven todos los colores

sobre tu pelo y en tu piel

pero te ves en blanco y negro

en el espejo de la pared.

Cosas raras te suceden mientras duermes, sueñas que vuelas, en un barco de papel.

Haces rayas en el cielo,

que álguien sopla y te las borra.

Y en el piso dibujaste,

las formas de las sombras,

que entre risas pintaste,

con brochas y un aerosol.

Por aquellos ojos que te olvidan.

Por esa herida que aún lastima,

te escondes entre las ruinas 

de tus viejas poesías.

Como una canción abandonada

porque se quedó sin voz.

Llueven todos los colores

sobre tu pelo y en tu piel.

Pero te vez en blanco y negro

en el espejo de la pared.

Cosas raras te suceden mientras duermes, sueñas que vuelas, en un barco de papel.


ADIOSES

Antes, te conté que mi corazoncito latía así: Taca taca clic clic.
Un poco por mis escritos en mi vieja máquina de escribir Olivetti. (taca taca)
Otro poco por esas fotos guardadas. (clic clic)

A ver ahora si recuerdo algunos nombres que jugaban en el equipo de "Sesenta Palabras por Minuto." que dirigía el Sr. Pittman


Olivetti, 

Olympia, Lexicom, Remington y Hammond, 
Hermes, Continental, Oliver, y Royal, 
Adler, y Godrey Boyce.

A los hinchas y barra bravas de este equipo, se los llamaba Mecanógrafos.

La mujer más linda del mundo también escribía sesenta palabras por minuto, me decía.

Yo, para escribir, ponía el papel por las guías que estaban dispuestas a tal fin por el carretel de caucho, giraba las perillas y el papel aparecía con cara de yo no fuí.

Yo, lo alineaba, apretaba la tecla espaciadora y empezaba así.


      Muy señora mía.


      Hace usted muy mal, señora de los ojos color septiembre, en disfrutar del martirio inmenso en que somete a mi almita enamorada.


      La sabia naturaleza, no la adornó a usted, como la mujer más linda del mundo, para que se convierta en un instrumento atroz que me cause extraños e incomprensibles suplicios.


      No me tiene usted en cuenta, a pesar que la admiro y además con sus ingratos y crueles desdenes, ni siquiera le interesa mi dolor.


      No sabe usted, señora de los ojos color septiembre, de sus triunfos por predilecta y por hermosa y por ser la reina absoluta de mis afectos, que se rinden como vasallos sumisos ante su belleza.


      No sabe usted, señora de los ojos color setiembre, que en cada uno de sus triunfos con su cetro de reina, deshace los sueños que germinan al calor de su mirada en mi alma, que, en silencio, le da a usted, todo, pero todo mi cariño.


      Ah! perversa señora de los ojos color septiembre, si quiere alfombrar su paso con estas letras que ahora le regalo.


      Si quiere por corona en su cabeza esta prosa, si le halagan los aromas de la eterna adoración de este humilde esclavo suyo, no olvide, que debe despejarse de esa crueldad soberana conque usted me trata.
                                                                                  


                                                                                                suyo, J.A. Ibarrechea

Los muchachos de ahora dirían "Like"

Yo, usaba el Liquid Paper por algunos errores en la escritura y jabón blanco para lavarme las manos después de cambiar las cintas del carretel, que a veces eran de color negro, a veces de colores rojo y negro.

Las máquinas de escribir tenían un armazón, carro. cinta, carretel, espaciador, fijador, palancas, teclas y sueños, muchos sueños que estampaban sus pasos de baile al ritmo del taca taca

Han cerrado la última fábrica  que quedaba en el mundo.

Ya nadie más las va a fabricar.

Se me escapa una lágrima, se me va a mojar este tablero multimedia y van a decir que se cayó el sistema.

 
Te cuento que mi corazoncito sigue latiendo así: taca taca, clic clic.
Gracias por todo.

"Like"









Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com
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viernes, 20 de septiembre de 2013

POEMAS DE ANAMÁ FEZ
















VOY

Pegaso en su alada carrera me acompaña.
a llenarme de yodo las entrañas
saludar delfines y sirenas ocultos entre algas.
a rescatar del naufragio mis secretos
a ponerme el salvavidas de palabras
para llegar hasta ti con tul de versos.
a dejar mi mensaje entre corales
a firmar mi presencia
tatuando en la olas un “te amo”
que acompañe tu viaje.
Voy a sobrevolar el mar
Pegaso, entre sueños, es mi carruaje.
Voy a sobrevolar el mar
Voy a esculpir mi figura con la bruma 
Voy a beberme la sal de los misterios
Voy a sembrar pasión entre las olas

©Anamá Fez Artesana de Palabras® 4 de julio de 2013 Mar del Plata-Argentina




LUZ DEL SER
Mística espiritual y concentrada

navego en la balsa de la vida

en una mano los laureles del “se puede”

y en la otra, el "te necesito" en rosa.
Que es la vida sino ser desde el adentro

lo que uno soñó en tantas horas

y recuperar esa fuerza que hoy no encuentra

para pedir a Dios la clara aurora
. Ayer creí ser la ninfa luchadora

desde el esfuerzo por lograrlo todo.

Hoy navego otras aguas, sin oleaje,

porque la luz del ser tiene el brebaje

que hará que mi ser lata más sabio

en este regocijo de sentirme viva.


©Anamá Fez Artesana de Palabras® Mar del Plata- Argentina 6 de noviembre de 2008 (intento de soneto)

LAS PRIMAVERAS QUE ME QUEDAN

Los perros no andan por el campo, excepto el Aguará Guazú, que se aleja de los humanos y se mete en los yuyales. 
Los perros antes,  eran unos lobos que se volvieron cómodos. 
Dejaron de cazar para comer y les agarró la enorme hambruna de los siglos, entonces se acercaron al hombre. 
Dejaron que éste los domestique por un poco de comida. 
-Me contaba mi abuelo mientras toda mi familia disfrutaba de un picnic de primavera, en Sauce Punco- Así es que pibe, usted no tenga miedo, vaya y juegue que tampoco a esta hora hay pumas. Aparte usted está flaco para ellos.


En la foto, el abuelo y papá hacen el asado mientras yo juego con una pelota de goma.

Me parece señoras y señores, que ése fue mi primer recuerdo del día de la primavera.
Mi madre había tendido un mantel sobre una mesa de madera y el humo de la carne asada inundaba el lugar. 
A mi me parecía que mis tías y mis primas estaban más lindas. 
Parecían esos brotes expectantes, que asomaban en las ramas de los olmos. 
Parecían esas flores tímidas, que lentamente desplegaban sus colores al sol.
Yo me senté al lado del abuelo a comer fiambre picado, queso y aceitunas.

En la foto, las chicas saludan, yo soy el que tiene una rama cortada del árbol que se ve allá.

Y así, sucesivamente desde el baúl de los recuerdos van apareciendo otras primaveras.

Mi señorita nos decía a todos que debíamos comportarnos como personas. Que si uno de nosotros se caía al agua por no hacer caso y andar corriendo, ellas iban a dejar que el agua nos lleve hasta La Cartuja -Porque como ustedes saben, el agua del dique de Cruz del Eje, no es mansa- Hay ríos que crecen rápido como el Quilpo, el Candelaria y el San Marcos, pibe. Cada uno de nosotros había llevado la comida. La bebida la ponía la bendita Cooperadora de la Escuela. Había música y el bullicio propio de niños festejando. Mi señorita usaba una pollera más corta que la de mis tías y que la de mis primas.

En la foto, yo soy el tercero abajo a la izquierda, con una manzana en la mano.

Me parece y sin temor a equivocarme, que mi primer beso, aquel que me disparó como un wing derecho al área contraria defendida por mi primera novia, fue en una noche de primavera. Nuestras reuniones bailables en casas de familia se llamaban asaltos. Las chicas ponían sobre las mesas, canapés, pizzas y fiambre picado. Nosotros la bebida. Mis amigas iban a los asaltos con una pollera más corta que las de mis tías. Mucho más cortas que las que usaban mis primas y más corta todavía, que las que mostraban las fabulosas piernas de estrella de cine de aquella señorita maestra. Las noches de primavera sin besos es como llevarse una materia a Marzo. Sabes a lo que me refiero, pibe.

A ver niños, hoy leamos a Mario Benedetti.
"No vayas a creer lo que te cuento del mundo (ni siquiera esto que te estoy contando) ya te dije que el mundo es incontable."
(Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, nació en Paso de los Toros, Uruguay un catorce de Septiembre del año veinte y se nos fue sin aviso en el año dos mil nueve.)

En la foto, yo soy el flaco que muestra los discos long play.

A la pelota, la tenés que acomodar vos -le dije a mis hijo para enseñarle a "patear" el balón- Caminás unos pasos para atrás, después venís, apoyás el pié izquierdo al lado y con el derecho le pegás con esta parte, que se llama empeine. Eso le da dirección y potencia. La pelota de fútbol, -futuro crack que las tribunas corearán tu nombre- es una figura con doce pentágonos y veinte hexágonos, es decir tiene treinta y dos gajos que la hacen redondita. 
La pelota quebró una rama llena de brotes, cayó sobre la mesa del picnic y nuestro perro salió a buscarla por los arbustos, saltando como el astronauta en la luna. 

En la foto, levanto a mi hijo con mis brazos, miren el pantalón ajustado y la camisa a cuadros.

Mi mejor amiga me toma de la mano y me dice que me va a llevar a conocer un lugar maravilloso, "...donde el agua corre mansa entre las piedras, donde los sauces bajan sus ramas hasta el suelo, donde las hojas de los árboles parecen acuarelas y donde sin decir ni una sola palabra, el eco de nuestro beso retumbará en todas las sierras, y se llevará como si fuese el vuelo de una bandada alborotada, los recuerdos de otros besos y de otras  promesas de aquellas otras primaveras."

En la foto, ella está escondida atrás de un árbol, y asoma su eterna sonrisa.

Chau baúl de los recuerdos, voy a contar de ahora en más, las primaveras que me quedan.

diceelwalter@gmail.com

viernes, 13 de septiembre de 2013

EL REGALADOR DE SONRISAS

Ahora les voy a contar como es que me siento cuando está por terminar el día y ella no me ha llamado todavía. 

No se si han fijado en la cara de espanto de los monos que deambulan por las rejas verdes de las jaulas del zoológico. Esa es mi cara, despeinado y con la misma sonrisa del yacaré de la fosa, al fondo a la derecha entrando por la puerta principal. Vale.

Habrán visto ustedes cuando se rompe un espejo. Bueno, las mil astillas despedazadas equivalen a la cantidad de sueños multiplicados a una razón de siete por noche, que no podrás soñar porque ahora no hay quién te devuelva esa porción de alma que estaba escondida atrás del vidrio y que vamos dejando un poquito todas las mañanas cuando nos levantamos. 
Absoluta cara de perdedor.  Ya  lo saben.

Algunos tipos que venden billetes de loterías debieran decir que tienen en sus manos el billete sin premios, en un acto de total sinceridad y mostrar mi foto con ojos espantados y bigotes de pandillero mexicano que llegan hasta aquí. 

Hola amigos soy el escribidor de La Cañada. A ver si saben quién no me ha llamado todavía.

Cuando se espera, hay que tener a mano papel y lápiz, y escribir con mucho encanto esto es lo bueno,  y esto es lo malo de esperar animosamente.

Ahora les voy a contar que es lo bueno.
Lo bueno de esperar es tener un corazón que aguante semejantes atropellos. 
Una mente que lo acompañe sin decirle  nada, ni siquiera: alto ahí maldito, no fumes.

Ahora les voy a contar qué es lo malo.
Lo malo es tener un corazón que no aguante nada de nada. 
Una  mente perversa  que  te haga pensar esto: oye, que tal un disparo entre ceja y ceja. 

Hola amigos, soy el escribidor de La Cañada, A ver si saben quién no me ha llamado todavía.

Ahora les voy a contar lo que haré mañana, cuando me levante. 
Anoten para que luego me lo hagan recordar, por si lo olvido: Dejaré un pedazo de mi alma dormida en el espejo. Caminaré por el centro de mi Córdoba,  incluidas las calles peatonales. 

Cruzaré la plaza de la feria de los libros, como si fuese Ulises regresando a Itaca, después de las guerras de Troya, y  me sentaré a desayunar en el Sorocabana. 

-Hola regalador de sonrisas, ya le traigo el cafecito.

Leeré la cartelera del Teatro Real. Cruzaré de nuevo la Plaza de la feria de los libros, como si fuese el hombre de acero con corazón inoxidable y venderé mi teléfono celular. 

Ya sabe amigo, -le explicaré-  tiene hasta "guai fai." La garantía dura hasta el primer llamado, pues como sabrá usted, es un teléfono que sólo espera. Buenos días, buena salud.

Ahora les voy a contar como es que me siento cuando está por terminar el día y ella no me ha llamado todavía.  

Atropello todo y lanzo manotazos al aire como King Kong que estaba enamorado de la rubia, y quería voltear los aviones que lo rodeaban. Con el aliento que tiene el león hambriento que no durmió la siesta, al fondo a la izquierda, entrando al zoológico por la puerta principal. Vale.

Habrán visto ustedes el aplomo que tiene un payaso cuando se desviste y guarda prolijamente la ropa, y la cara real que aparece del mismo payaso que se quita lentamente el maquillaje frente al cuadro de los sueños, hasta la próxima función. 
Absoluta cara de tristeza. Ya lo saben.

Pero un regalador de sonrisas no se rinde porque una bella mujer se olvidó de él, jamás.
Así es que voy a poner música. A ver a ver, aquí está.
Escuchen y miren relajados amigos míos el vídeo que está abajo, es bueno de verdad. 

Yo voy a pensar en las madres parturientas que esperan internadas en los hospitales. 
Y en la resignación de los guardias nocturnos mientras esperan el relevo. 
Y en los niños que esperan los escasos momentos de ternura.

No niño, ¡detente! 
No te atrevas a crecer.



Ibarrechea 2013 PASEN Y VEAN
diceelwalter@gmail.com
http://diceelwalter.blogspot.com
Música: "Darbari N.Y.C.
Intérprete: Prem Joshua
Gentileza YouTube (Shterian Pilidov) 
versión remixada en masalladelamedianoche.blogspot.com
Premjoshua.com

SEÑORES RESPONSABLES


Señores Responsables.

De mi mayor consideración:



Me dirijo a ustedes con el propósito de hacerles llegar algunas sugerencias, para que justifiquen el enorme salario que cobran por no hacer nada, mucho menos por el medio ambiente en que vivimos.

Como verán, soy un tipo con total desapego a los formulismos y a las buenas costumbres ya que no tengo en cuenta, Señores Responsables, que viajan ustedes miles de kilómetros en avión con suculentos viáticos y se hospedan en magníficos hoteles para hablar de la situación y que conforme a ello, llenan cientos de formularios, se exponen en las radios y en la televisión para decir que no llegaron a un acuerdo, mientras eructan el champagne de los almuerzos.

Disculpen mi ignorancia pero, tampoco quisiera incomodar a la comitiva que los acompañan, sean estos, asesores, secretarios,  ayudantes y/o amantes de turno, que vuelven a sus países y/o provincias llenos de regalos para vaya saber a quiénes.

Es tan grande mi incapacidad de razonamiento, que no se usar el control remoto de mi televisor para encontrar el canal, en que ustedes, Señores Responsables, hablan diciéndonos a todos nosotros que a partir del Otoño del año que viene nadie más cortará un arbolito.

Tampoco, de puro bruto que soy, escuché por ahí decir que se acaba eso de perforar la tierra en busca de minerales en esas minas que contaminan el agua y que secan lastimosamente a los ríos subterráneos.

Queda establecido entonces, Señores Responsables, que soy un inadaptado.

Es tan grande mi ignorancia que no me doy cuenta que se necesita, de toda esa destrucción, para que yo tenga, celular, televisión digital, computadora, iPad, muñeca inflable, calefacción, aire acondicionado, camioneta cuatro por cuatro, tomógrafos en los hospitales, ingeniería de punta, antenas, cable, misiles, cohetes a la luna investigaciones especiales y espaciales y un montón de cosas más, que al ser tan grande mi desconocimiento, y yo de puro burro que soy, no me doy cuenta.

Bueno Señores Responsables, no los quiero aturdir con esta carta que seguramente, (les aclaro que en esto si que soy vivo), irá a parar al artículo cesto, con "c" de cesto de la basura instalados en sus enormes y confortables oficinas.

Pero esperen un poco, de paso les acerco algunas sugerencias.
Qué les parece, Señores Responsables.

a) ¿Si en lugar de ONGs que se dediquen a la preservación del medio ambiente se encargan ustedes de una vez por todas?
Pregunto porque para eso los hemos votado, digo no, de onda ché,  pero siempre tengan en cuenta que yo soy un desubicado. Que no entiendo algunas cuestiones.

b) Así como alegremente designan un Presidente de Mesa para los comicios, designen a un lector cualquiera de los catorce mil del PASEN Y VEAN para que vaya con ustedes y eleve su voz en las "Cumbres" y de paso, lo alojen en sus mismos hoteles, claro.
Expongo esto porque para eso les hemos confiado los destinos de nuestras naciones, provincias y estados. Digo, no se olviden que soy un tipo con pensamientos de "mal llevado."

c) ¿Y si directamente, sacan ustedes, Señores Responsables, un Decreto de Necesidad y Urgencia y ordenan plantar un arbolito cada cuatro metros a lo largo de las Carreteras nacionales, provinciales, concedidas y otras yerbas?
Pregunto siempre desde mi ignorancia, porque ustedes me van a decir que no hay "partida presupuestaria" para eso, y obligarán a que "alguien" más despierto que yo, les diga que renuncien a los viáticos y que con eso se cubre la brillante idea del PASEN Y VEAN. 

d) Y si, ya que estamos, Señores responsables (ésta es muy buena)  ¿Y si legislan que los Registros Civiles o  Municipios entreguen a los papás un arbolito por cada hijo para que los planten y los cuiden como a sus niños? ¿o por cada ser querido que se les muere? ¡Óptimo! Un arbolito por cada modificación en la libreta de familia. Eh, loco ¿de onda, no?
Pregunto, desde mi ignorancia y seguramente  ustedes seguirán destornillándose de la risa al decir que éste ciudadano nunca vivió en el centro ni en un departamento. 
Lamentablemente tendré que contradecirlos. Viví doce años en departamento y en el centro de Buenos Aires. Y en el centro de Córdoba también. Tíos, se lo que es esto.
(Pero esa gente, los puede plantar a la orilla del Riachuelo o del río Suquía, plazas, parques y veredas.) Les contestará algún asesor mas lúcido que yo, después de haber leído la proclama del PASEN Y VEAN.

e) Ahorren plata y no den a terceros, o sea, a sus allegados (disculpen pero normalmente pasa eso) las obras de "plantar arbolitos para todos" y dejen esa tarea para los "Beneficiarios" "Presos" "Piqueteros" "Punteros" y otras yerbas.
Digo, antes que venga la policía y me meta preso por sugerir mis consabidas incoherencias. Además esto se lee en cincuenta y cuatro países. Les aviso.

Tengo, Señores Responsables, desde el punto f ) hasta el punto z) debidamente guardado para aquel que me lo solicite, un montón de sugerencias para nuestro bien vivir y el de las personas que vienen, como por ejemplo un plan de forestación de plantas frutales para que los pájaros no se nos vuelen, digo, de las ciudades. Y como broche de oro, tengo unos buenos catálogos de aviones hidrantes para combatir esa cosa que se llama, incendios. Pero como yo no cobro el sueldo que cobran ustedes, un amigo mio me dijo que no avive a los giles.(*)

Pregunto desde mi desmesurada ignorancia, y teniendo en cuenta las palabras de mi amigo.
¿Los Señores Responsables son giles, o se hacen?













Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com
(*) Gil: dicho de una persona incauta, ingenua, cándida.
Editor responsable. Derechos reservados: PASEN Y VEAN

POEMAS DE ALICIA CLIMENT




LA FUENTE DEL DESEO.

Punto G de la natura,
al final del éxtasis en misterio,
de delicias en su frescura
aplauden los músculos del imperio.
Sofocante a las caricias
de espasmos en su plenitud.
En él, el amor delicias
placida en su inquietud.
Poderosa en su magisterio,
larga distancia a de ser,
gotas en caminos inalcanzables,
pero al fin se hace en poder,
en segundos su amor eterno
navega en orbita el placer.
Acaparando en su museo
como Dios del querer…
En la fuente del deseo.





Foto: CELOS…..
Quita el velo de fraudes,
que en estas desvenencias,
todo lo que recaudes
hace en mi reverencias.

Y te llenan de malos celos
imparables a tu dinastía.
Que tan sólo son recelos,
pagan deudas que tenías.

Las mentiras que producen
no controlan de tu amor,
dañan a la verdad y conducen
a que en la vida haya rencor.

No atropelles a los arrebatos.
No me los hagas a mi venir,
Que en mi juicio yo los mato.
No me vas hacer  sufrir.

Que en este mundo muy terso,
rauda tu eminencia astuta.
Mi mientas a tu razón perverso.
Silabario del vértigo ajusta.

Hoy un sol sin aleros,
en masa de la noche palpita, 
se desnuda y ponen “peros”
cual la realidad me invita.


Ensombreciendo las sombras
Por los muros en el crepúsculo,
que entre curvas te combas
y hace de uno, dos mundos.

Los ojos promenten
Y la boca agüarda,
que a tu poder me someten
y en ansiedad queda callada.

Ajenas y ventura sin testigo
se tiende al embeleso,
en circulos de rapto vértigo
Invisible redada permanezco.

Cual la absoluta razón de la evidencia,
la gravedad de unos celos desvalidos,
que obliga a la aventura presencia
de quien por fin no sueña… sueños perdidos.
Autor: Alicia Climent.








EL ARREPENTIMIENTO.

 Hoy me arrepiento cada día
de mi testarudez e inocencia.
Pues culparme bien podría
y castigarme es la evidencia.

Que hasta ahora no he podido
llegar hasta que yo bien pudiera.
Castigarme me he permitido,
a esta hora conseguirlo quisiera.

Más de mi gran torpeza
a ojos vista me oculto.
Mi alma en vilo tropieza
y la sangre riega… en luto.

De tan vivaz fuego consumido.
Mi corazón se desgarra en suspiros.
Con sangre amor, 
en el bullir de los sentidos.


Alicia Climent.










Autora: Alicia Climent
de Crevillente, Valenciana, España.
¡ Muchas gracias por tu colaboración !


viernes, 6 de septiembre de 2013

DIDÚ, DIDÚ. DIDÚ. (Capítulo extraído de la novela "CÚTER")

 Continúa de: "Pongan un arma en mis manos" publicado el 19 de Julio de 2013

"...Arnulfo Sepúlveda caminó por los cuartos, entró a la nave central de la iglesia, se persignó ante la Cruz y fue a abrir la puerta, el sol de la mañana entro en todo su esplendor, dejando su figura oscura como en un eclipse. El cura Arnulfo puso su mano a modo de visera y el cartero le entregó una carta y salió corriendo sin saludarlo hacia la plaza. Todo el pueblo estaba allá, entregado a los vicios de las ferias de juegos de apuestas y comidas bañadas en aceite que se entregaban envueltas en papel. La iglesia de la Señora de los Navegantes le pareció un inmenso barco abandonado, cuando cerró la puerta y para ocultarse del griterío y el desorden moral que ocurría  a pocos metros. Se sentó en el primer banco y abrió el sobre. 
Pensaba mientras leía que había perdido una batalla más contra los herejes, él y los demás curas párrocos de la región Peremerimbina.
Se enteraba de las decisiones del gobierno de barrer con todo lo plantado y nacido en esa tierra de locos y de que los familiares del fusilado Elpidio Barragán se habían armado y atrincherado en las sierras, como temerarios bandidos.
Al ponerse de pié, sentía como temblaba todo su cuerpo, caminó hacia el altar y el haz de luz que entraba por una ventana, le mostraba visiblemente, el rostro de Cristo, resignado, aunque sin gestos de dolor dicen que dijo: Cristo, Cristo Señor mío. ¿Porqué me has abandonado?
Afuera explotaba una batería de fuegos artificiales, las bombas de estruendo estallaban una tras otra y era esa la señal de que, prontamente, las mujeres vírgenes, empezarían a volar.  
El cura Arnulfo Sepúlveda subió los treinta y nueve escalones hasta el carillón y golpeó con fuerza las campanas mientras que aturdido por la sonoridad miraba hacia la plaza colmada de vecinos infieles que adoraban a magos taciturnos..." 

Asi es como consta el escrito de las viejas "Crónicas Peremerimbinas" titulado "la última Misa del padre Arnulfo" y en este cuaderno que gentilmente me hizo llegar don Santos Poussin de un tal Benito Ponciano Márquez, muerto en Naranjillos, bajo las balas de los suboficiales Guillermo Jensen y Cipriano Tavares, alias "Cúter"

Cuenta que ése día fatal, guardó en su morral la presa de pollo frito y ante el griterío de la gente corrió hacia la iglesia, dice que entró por la puerta lateral, que cruzó sin mirar hacia el altar y que dobló hacia la derecha y que por una puerta entreabierta empezó a subir los escalones y llegó a tiempo para ver al pequeño Didú sosteniendo la frágil figura del cura que sangraba por los oídos y la de una mujer, que aseguraba no conocerla por ser ésta rubia y de tener ojos claros y que para su asombro estaba totalmente desnuda, y que desde allá arriba, se lanzó al aire y andaba de árbol en árbol, paseando su bella desnudez entre risas, que sonaban como un canto alegre. Dice que el tal Didú saltaba feliz en su pequeñez absoluta, como un muñeco de resortes y que a todos les señalaba el vuelo de la mujer blanca, mientras él con su cuchillo de comer, cortaba las sogas de las campanas y le aflojaba los dedos al cura.

Cuenta en sus "Relatos Laicos", un cuaderno de hojas amarillas por el tiempo y escritas con simple lápiz de grafito, que el obispo Miguel Mercedes Puja llegó tres días después, en el silencio de una madrugada lluviosa, casi en secreto, con una comitiva de cuatro hombres más entre ellos el cura Victorino Barboza, que quedaría sin mayores ceremonias y a partir de ése instante a cargo de la iglesia. Dice que se llevaron al cura Arnulfo en el tren de las tarde con todas sus pertenencias, algunos documentos relacionados con las actividades encomendadas y propias de la iglesia porque decían que los iban a estudiar y algunas otras cartas más que encontraron en su escritorio. Excepto las que él, Benito Ponciano Márquez guardó para mostrarle a sus primos, los Barragán Puebla. Allí, en un párrafo aparte señala que con el fusilamiento de Elpidio Barragán, decide ponerse al lado de los anarquistas que no querían ninguna institución que no fuese por la de ellos elegidas.
Cuenta además que esa misma noche, el Gobierno decidió intervenir el pequeño destacamento policial de apenas tres hombres, que fueron sustituidos de sus cargos por encontrarlos en la parranda, borrachos y mal vestidos, y que trajeron de nuevo un batallón de los mismos milicos de los fusilamientos de las revueltas anteriores, o sea el cuarenta y seis de campaña,  pero que estos hombres venidos de Manvatará, a cargo del Oficial Iparraguirre, eran mas severos. Y que andaban casa por casa entregando unos bandos con las nuevas leyes, y que devolvían las mujeres a la casa donde pertenecían. Dice que por eso, esa noche no fue casi nadie al circo. Y que antes de instalarse en sus nuevas oficinas, Iparraguirre vestido de un elegante uniforme marrón clarito  y de altas botas lustradas, se llevó la sorpresa de su vida, pues ocurrió eso de la grande estampida de los animales del circo cuando sus soldados andaban de casa en casa. 
Según afirma más adelante, el león del circo entró por la puerta principal de las viejas dependencias y saltaba por todos lados, desparramando la tinta para escribir sobre los papeles con órdenes y bandos impuestos por la nueva ley, y que le rugía amenazante, sin darle tiempo a que desenfunde su pistola y que el pobre animal asustado pudo saltar por una de las ventanas hacia afuera. La cebra desorientada hizo lo mismo, con cierta torpeza, entró despavorida pero fue muerta de tres balazos por el arma de Iparraguirre.
En su relato, Márquez amplía las notas describiendo el paisaje. Señala que el griterío de la gente era ensordecedor. Y que el oficial Iparraguirre, Carlos Atanasio. Sale a la oscura calle gritando las mismas obscenidades comunes a las que estábamos acostumbrados y que eran de nuestro uso común, normal y específico de nosotros los Peremerimbinos, -frase que subraya dos veces.- y que este coronel ordenaba que dejásemos de pronunciar. 
Relata que el coronel, pistola en mano, en la puerta tropezó con uno de sus suboficiales que estaba de guardia de cuarto, según decían las consignas que tenían asignadas y que éste, totalmente aterrorizado le mostraba las heridas propinadas por las garras del oso "Zonko" que se perdía en las sombras de la noche, mas allá de la esquina y que el coronel, entonces  vio el resplandor del incendio del circo, al final de la calle y a un elefante que pasaba ante sus narices con intenciones de llevarse todo por delante. 
Gritaba, daba órdenes no sé a quién, todos corrían de un lado hacia otro y encima al cura Victorino Barboza se le daba por hacer sonar las campanas restauradas y llamar a misa a eso de las diez de la noche. 
Hay una serie de frases que no se pueden leer. Parece que hacen alguna referencia al estado del tiempo, y un dato curioso.
Señala que  observaba detenidamente a quién sería su enemigo, cuando ve que el pequeño Didú le tocaba el pantalón a Iparraguirre y que éste miró hacia abajo, le pareció que el tipo creía ver a un niño sonriente, que le daba la bienvenida, pero luego tuvo la certeza que el tipo alcanzó a darse cuenta que era un enano que pedaleaba una pequeña bicicleta entre los animales sueltos, y recién al otro día supo que el atrevido que lo había tocado era el pequeño Didú. El hijo de la mujer que había aprendido a volar en el circo.
En otras hojas de su relato, señala que el cura Victorino abrió las puertas de la Iglesia de par en par, y se paró en el umbral a contemplar el espectáculo bochornoso de infieles corriendo de un lado a otro entre distintos animales y que levantaba la biblia en una de sus manos, mientras los soldados con  fusil y bayonetas caladas trasladaban baldes con agua.
Escribe Benito Ponciano Márquez que se acercaba en silencio, a recoger sus cosas de la iglesia y que el cura Victorino lo miró y le pidió que encienda todas las luces, dice que le dijo. "Encienda usted todas las luces por favor,  a esta hora y hasta que esta gente se derive hacia Nuestro Señor, habrá Misa permanente" - Según anotó.

Fue al joven cura Victorino Barboza, a quién acudió Ernesto Valdivia. 

Contaba en sus "Relatos Laicos" que el tal Ernesto Valdivia, se le acercó al nuevo cura y le pidió por alguien que le acerque a Dios lo más rápido posible sus súplicas - Yo soy la palabra de Dios aquí- dice que le dijo Victorino, y que lo tomó del brazo y lo llevó al confesionario.
Hay un apellido subrayado en su cuaderno. Valdivia.
Cuenta que Valdivia había llegado a Peremerimbé con el primer tren, y que murió vestido con uniforme de ferroviario, cuando los hombres grises ya habían terminado la construcción del dique y las aguas taparon la vieja ciudad. Cuando los árboles sedientos por la sequía de tres años, se suicidaron arrancando sus propias raíces y cuando los pájaros peregrinos cambiaron sus rumbos. Un día que creyó ver el féretro de un familiar navegando en las aguas y se arrojó con toda su enorme pena, para nunca más salir del fondo. Agrega que de las vías hacia el oeste se había fundado la nueva ciudad pero que no respetaron el nombre original de la región y que el gobierno hizo cambiar los mapas y que ahora todo esta vasta región se llamaba Imbuté y que ante la aparición del primer féretro flotando en las aguas y golpeando su debilitada madera contra las paredes de cemento, nacen los anarquistas, de la mano de un tal Teófilo Cabanillas, los guapos Fontana y una tal Marcela Da Silva de la famosa "Turma sem Bandeiras." Dice que Valdivia ya era viejo para eso y que exclamaba en sus largas noches de borrachera, que Dios había puesto en su cama a la mamá del pequeño Didú. Que Didú era un niño enano, pero que él argumentaba que Dios los castigaba por los tremendos pecados de la madre y por su infeliz maniobra del cambio de señales que llevó al descarrilamiento del tren de cargas en el cuarenta y ocho. Que fue Didú, cuando tenía entre quince y veinte  años de edad, y que aparentaba de seis, el que prendió fuego al circo, después de soltar a todos los hambrientos animales, cuando sorprendió a su madre en caricias deshonestas, -según así expresaba- en uno de los carromatos del domador Scattollini con la mujer barbuda. Afirmaba, -sigue el escrito- que Didú dormía por costumbre en el campanario de la Iglesia y fue uno de los primeros en darse cuenta que el Comandante Penerguido había muerto una madrugada. También contaba que el niño, nunca había sido bautizado en una Iglesia Cristiana y que le quedó el nombre de Didú, porque ésa fue su primera palabra pronunciada. Hay una parte que hace hincapié y desde donde creo, Benito Ponciano Márquez, expone textualmente el relato de  Ernesto Valdivia. 
"...Mi pequeño había empezado a caminar, caminaba por el piso de ladrillos, como haciendo equilibrio, pero se lo notaba fuerte y decidido y bajo la acacia florecida del patio, se sentó a defecar. Sus heces eran cilindros sólidos que quedaron expuestos a las moscas y al sol y allí, como en un milagro repentino empezó a hablar, decía: didú, didú, didú."

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