TRADUCTOR

viernes, 14 de junio de 2013

IBARRECHEA: INFORME SOBRE LAS MUJERES QUE VUELAN

deW!
MAGACÍN
número 2

uno:
ME DUELE EL AIRE - Carmen Parra. 



Me duele el aire que se enrosca a mi cuerpo
y deja en mí piel tu ausencia


Ausencia que cuelga mis sueños en las luces agónicas
de las viejas farolas

Dejando dentro de mí el dolor de los nenúfares muertos

Me lastima sin piedad la ternura cuando me habla al oído
y tu te ocultas en sombras

Sombras que quiebran la quietud de las madrugadas hiriéndome
cuando duermen los pájaros

Y me muerde ….
me muerde con fuerza la niebla donde te escondes
dejando una fuerte tela de araña que me apresa.


Carmen Parra



dos:
RÁFAGA- José A. Ibarrechea

Tu madre me dijo que la primera vez que desapareciste, fue una tarde de otoño.
Ella estaba calentando el agua en la pava para tomar unos mates y que a vos te miraba a través de la ventana. y veía cómo jugabas con  la soga para saltar debajo del fuerte sol de la siesta. Cuando de repente llegó una fuerte ráfaga de viento que te levantó envuelta en una blanca nube que pasaba y te alejó de ella para siempre.

Por eso, ella guarda tus zapatillas en la mesita de luz. 


En la secundaria me dijeron que también te recuerdan.
Ellos dicen que una tarde, mientras arriabas la bandera, llegó una fuerte ráfaga de viento, que te envolvió en ella, y que te elevó hacia al cielo, ante el griterío ensordecedor de tus compañeros asombrados. 
Compungidos, me afirmaron que nunca más tuvieron noticias tuyas.

Por eso, la Directora, guarda tus guillerminas en la Dirección.


Algunos recuerdan tu paso por la Facultad de Arquitectura.
Dicen, haciendo un gran esfuerzo en recordar con sincera certeza, que vos estabas dibujando en tu tablero, cuando de repente por los amplios ventanales, entró una fuerte ráfaga de viento que te arrojó hacia afuera envuelta en una de las cortinas.

Por eso, El decano entregó tus mocasines a la Policía.


Anda dando vueltas por aquí, un señor que dice ser tu marido legal, para ello, me muestra la libreta de casamiento expedida por el Registro Civil de la Seccional Novena.
Fue una mañana, dice, y que por la noche se iban a casar en la Parroquia Santa Inés, cuando de repente y ante los ojos de todos los invitados, llegó una fuerte ráfaga de viento que te elevó envuelta en tu blanco vestido de novia y con un ramillete de violetas en las manos.

Por eso, el cura Ramón, guarda tus zapatos en la sacristía.


La prensa se hizo eco de tus desapariciones y brindó una amplia cobertura del caso.
La policía aún mantiene un hermético silencio.
La Iglesia estudiaba los acontecimientos en sus archivos.
La oposición elevó un pedido de informes al oficialismo, para que se le brinde a la opinión pública, explicaciones sobre lo ocurrido, llamándole a tus desapariciones, causa de interés Nacional. Las presiones sobre las instituciones se fueron haciendo insoportables y se registraron algunas renuncias a ciertos cargos.

Nosotros, los que te queremos, los que te conocimos, cada vez que hay un fuerte viento, miramos hacia el cielo con la secreta esperanza de volverte a ver, envuelta esta vez en vaya a saber qué cosa. Pero aspiramos a volverte a ver.

Yo te recuerdo cariño. Te recuerdo cuando una vez, de madrugada, abriste la ventana del dormitorio de mi casa del barrio Rosedal, y envuelta en una de mis sábanas, te fuiste con la fuerte ráfaga que soplaba del sur. Sin decirme adiós.

Por eso, tus sandalias, están guardadas en mi placard.

Ibarrechea




Tres:
ULTIMO POEMA - Robert Desnos

Tanto soñé contigo
Caminé tanto, hablé tanto,
Tanto amé tu sombra,
Que ya nada me queda de ti.

Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retornará y retornará siempre
en tu vida llena de sol.

Robert Desnos
 

Cuatro:
MUJERES QUE VUELAN - Oliverio Girondo                                                    



                                                                                                                                                                                                                                             No sé; me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. 

Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; pero ¡eso sí! - y en esto soy irreductible - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! 

Ésta fue - y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.¿Que me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Que me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronostico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres... ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. 

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...la de pasarse las noches de un solo vuelo! 

Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor, más que volando.

Oliverio Girondo



Cinco:
EL CAMINO DE LA BRUJA- Georgina Montelongo

Ser bruja no es sencillo, nunca lo ha sido.

Antiguamente fuimos perseguidas, torturadas, 
ahorcadas, quemadas, aniquiladas. 

Eramos temidas, despreciadas y convertidas en parias. 

Los tiempos cambian, pero los antiguos estereotipos siguen vigentes en la mente del hombre. 

La palabra bruja aún es considerada un insulto, pero nosotras reclamamos ese título como 
sinónimo de sabiduría, comprensión, poder y amor, ya que estos son los atributos reales de una verdadera bruja. 

Una buena bruja. La bruja, la verdadera bruja, lleva la magia en su interior, la siente en la brisa de la mañana, en la música del viento acariciando los árboles, en la canción de la lluvia al caer. Y también en cada latido de su corazón, en la risa de los niños y en la mirada sincera de los amantes. 

Sabe 
que esa energía que rodea todo, se encuentra en todas partes, desde la más humilde hormiga hasta en la más recóndita neurona del cerebro humano..

Y tiene su máximo poder en la sabiduría antigua de los ancianos y el cálido latir del corazón de la Madre Tierra. Y sobre todo en la mente de la bruja, capaz de canalizar y dirigir esa energía esa magia, y producir cambios, a veces minúsculos, a veces asombrosos, en el mundo que la rodea.

Ser bruja no es sencillo, requiere esfuerzo, trabajo, sacrificios y muchísima autocrítica, pero, como todo lo que resulta arduo de conseguir, es hermoso y trae consigo recompensas. 

Cada 
día es un paso más hacia una meta que nunca llegará, porque la meta es el camino en sí. 

El camino de la bruja. El camino de todas las hermanas que vinieron antes de nosotras y todas las que vendrán después. 

Nosotras, en un tiempo que no es tiempo en un sitio que no es un sitio. En un día que no es un día.En el umbral entre los mundos,ante el velo de los misterios honramos el recuerdo de las que fueron, y celebramos nuevos nacimientos lo que demuestra que el Arte aún vive y resurge con fuerza en nuestros tiempos. Bendita Sea.

Georgina Montelongo




Seis:
RECUERDO DE MARIE A. - Bertold Brecht





En aquel día de luna azul de septiembre en silencio bajo un joven ciruelo estreché a mi pálido amor callado entre mis brazos como un sueño bendito.Y por encima de nosotros en el hermoso cielo estival había una nube, que contemplé mucho tiempo; era muy blanca y tremendamente alta y cuando volví a mirar hacia arriba, ya no estaba.

Desde aquel día muchas, muchas lunas se han zambullido en silencio y han pasado. Los ciruelos habrán sido arrancados y si me preguntas ¿qué fue de aquel amor? entonces te contesto: no consigo acordarme,pero aun así, es cierto, sé a qué te refieres. Aunque su rostro, de verdad, no lo recuerdo, ahora sé tan sólo que entonces la besé.

Y también el beso lo habría olvidado hace tiempo de no haber estado allí aquella nube; a ella sí la recuerdo y siempre la recordaré, era muy blanca y venía de arriba. Puede que los ciruelos todavía florezcan y que aquella mujer tenga ya siete hijos, pero aquella nube floreció sólo algunos minutos y cuando miré a lo alto se estaba desvaneciendo en el viento.


Bertold Brecht




Siete:

LAS MUJERES VUELAN - Amílcar Moretti 

Habría que ver, confirmar y comprobar, digo, pero yo creo que sí. Vuelan. Las mujeres vuelan. No todas, claro, pero casi. No hablo de las brujas, por supuesto, esas se sabe que sí. Las mujeres de los sueños (de uno), digo. Esas vuelan, aunque necesiten comprobaciones y a veces reparaciones y combustible para que no dejen de hacerlo o para que dejen de olvidar que alguna vez supieron hacerlo, o bien tuvieron posibilidades reales de hacerlo.
       
 Pero las mujeres vuelan.  

Yo le explico a Ella Mía que para mí, ahora, las mujeres son como pájaros. Las miro, me parecen bellas. Las mujeres jóvenes, lozanas y bellas me parecen Pájaros. ¡”Tautología, tautología!”, me gritan. “¡Así cualquiera!”, me reprochan otros, siempre envidiosos. Pero no les doy mucha importancia porque no saben. Las mujeres son como pájaros. Yo las miro ahora como miro a los Pájaros. Los hay de todo tipo, y todos y todas son bellos.   

Amilcar Moretti


IbarrecheadeW!
MAGACÍN
es una publicación de: www.diceelwalter.blogspot.com
imágenes de internet

2 comentarios:

El comentario estará sujeto a la aprobación del equipo y su administrador. Gracias.