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viernes, 28 de septiembre de 2012

EL PIBE IBARRECHEA VA A LA ESCUELA

    Algo sucedería aquella mañana de Septiembre para que el día fuese esplendoroso. Las hojas de los arboles aún eran pequeñas, pero de un verde alegre y luminoso. Había una brisa suave que tiernizaba el aire con el aroma de los olivares.
    Y yo.
    Parado en la esquina, esperando por Normita, que me dio un beso en la mejilla al llegar y desde allí, caminamos rumbo a la escuela, tomados de la mano.

    - Hoy no me puse pullover.
    - Yo tampoco.

    Julio llevaba su barrilete multicolor, con una bobina de piolín de más de cien metros para divertirnos en los recreos, y María, que nos encontró en la otra esquina, no dejaba de mirarme y de sonreir con aquella sonrisa tan blanca, como su delantal, se ofreció a llevarme el tintero con tinta azul "Pelikán" y mi caja de madera donde guardaba mis plumines "cucharita," mis lapiceras, lápices, compás, plasticola y gomas de borrar.

    Así entramos, todos juntos y abrazados en aquella mañana esplendorosa de Septiembre.

    Yo daba la clase.
    Supervisado siempre por mi fascinante señorita maestra.
    Mientras en casa, mamá se encomendaba a todos los Santos, Rosario en mano, para que me manden una bendición, me colmen de milagros y mi lengua no tropieze. Y que si zafaba de esta -Prometía ella - Yo iría a misa todos los domingos.

    Convengamos que la buena de mamá se la daba de "vieja piola."
    Así, cualquiera.

    Le dejé mi trompo "puguero" a  María.
    Normita se puso de pié y me dijo "suerte Pibe" con un suave beso con sabor a miel.
    Y pasé al frente.

    La señorita maestra, de piernas interminables y cortísimas minifaldas me dijo; La clase es suya, alumno Ibarrechea.

    Desde el fondo del aula, mis compañeros varones, irrespetuosos como siempre, me hacían señas obscenas. En cambio, algunas niñas, cruzaban sus piernas, otras acomodaban el cabello con sus vinchas o apoyaban las mejillas en sus manos.

    Los cuadernos "Rivadavia" tapa dura, forrados con papel araña de color azul, hicieron su aparición sobre el pupitre. Los tinteros ocuparon su lugar y las lapiceras plumas se recostaban plácidamente sobre el liso y blando papel secante.

    (Todo era esplendoroso para aquel Pibe Ibarrechea, recuerdo.)

    - Trabajaremos hoy con las sílabas tra, tre, tri, tro, tru, formando oraciones, donde procuraremos el sujeto y el predicado, artículos, adjetivos y fundamentalmente, estudiaremos esa parte de la gramática que abarca a las oraciones y sus clases, sus significaciones o funciones de la que cada una trata. Por eso, a continuación, abrirán ustedes sus cuadernos y escribirán las siguientes oraciones.

    "Enormes transantlánticos transportaban tranquilos trabajadores, transcendentales en la construcción y engrandecimiento de nuestra Patria."

    El aluvión de tizas sobre mi persona, fue estremecedor.
    La señorita maestra puso orden.

    Continúe Ibarrechea - Me dijo con un tono protector, mientras acariciaba mi cabeza -

    María se paró al lado de mi asiento y anunció que ella, a la vez, haría  la tarea en  mi cuaderno.
    Normita encogió los hombros, mirándola de reojo.
    Esther, empezó a tararear una canción de Los Iracundos, casi imperceptiblemente, pero mi maestra, golpeteaba el suelo siguiendo el ritmo con la punta de los pies, mientras nos observaba.

    Bien, compañeros y alumnos. Vamos ahora a esta otra oración.

    "Trinaba el silbato del tren en su larga travesía, y el estruendo de las ruedas sobre la trocha, anunciaba su paso por mi pueblo."

   ¡Poeta! - Gritó Norberto desde el fondo - La señorita lo hizo callar y pidió silencio ante la risa generalizada.

    "Ahora, emplearemos todas las letras del abecedario en una oración, y usaremos nombres propios, como por ejemplo:
    Muchachos, les voy a contar un secreto. Nunca tuve una novia que se llame Aurelia, ni Bárbara, Carola, Delia, Eva, Fernanda, Gloria, Helena, Irma, Jovita, Katherine, Laura, Malena, Nora, Ñaña, Ofelia, Patricia, Quina, Ramona, Sandra, Teresa, Úrsula, Victoria, Walkiria, Ximena, Yolanda ni tampoco Zulema."
   
    (Para regocijo de mis compañeras.)
    Nueva lluvia de tizas sobre mi humanidad.

    Recreo.
    - No seas tan locuaz ni dicharachero. - Me dijo la maestra - Pero aún así, llevas la clase magistralmente.

    (Era un día de Septiembre esplendoroso, para aquel Pibe Ibarrechea, recuerdo.)

    Cuaderno de matemáticas, por favor.
    Recordemos, compañeros y alumnos, que:
    Sumar: es agregar o añadir para reunir en una sola, varias cantidades.
    Restar: es la operación que hacemos para hallar la diferencia entre una cifra mayor, a la que llamaremos "minuendo" y otra menor, a la que llamaremos "sustraendo."
    Multiplicación: que es aumentar algo considerablemente, o sea, debemos hallar el producto de dos factores.
    División: que es el reparto en varias veces, empleando el "dividendo" que es la cantidad que ha de dividirse por otra.
    Pero aparte de estas operaciones básicas y para un mayor entendimiento, prefiero que en vez de hablar de unidades, decenas y centenas aburridas, hablemos en pesos, plata Moneda Nacional. Creo que es más fácil y de rápida comprensión.

    (Fuertes aplausos, mientras el manual Kapelusz dormía el sueño de los sabios en los portafolios.)

    Recordamos ahora los triángulos.
    Los triángulos son polígonos de tres lados.

    (Jaime Maldonado se entusiasma y pasa al pizarrón para hacer los trazados con la regla de madera.)

    Equilátero: Tiene los tres lados iguales.
    (Como el triángulo de la bandita de música.)

    Escaleno: Que tiene los tres lados desiguales.
    (Como la escalera que va al techo.)

    Isósceles: Que tiene dos lados iguales.
    (Como una percha, ché.)

    (Aplausos y risas altisonantes.)

    La señora Directora de gruesos anteojos hizo su aparición en el mayor de los bullicios en el aula.
    La señorita maestra dejó de reirse.
    Todos, en respetuoso silencio, se ponen de pié y contestan el saludo, protocolarmente.

    Ella me mira.
    Yo la miro.
    Ella me pregunta.
    Yo le contesto.
    - Cuando sea grande quiero estudiar para ser astronauta, señora Directora.

    Entonces, ella pidió mis cuadernos, los miraron detenidamente con mi señorita maestra y luego me observaron de arriba hacia abajo.

    María, parecía juntar las manos, como rezando.
    Normita, respiraba expectante.
    Yo, cruzaba los dedos contra el pizarrón, esperando lo peor.

    Para salir de la escuela, al finalizar las clases, formábamos frente al mástil, desde donde la señora Directora nos despedía con un "¡Hasta mañana alumnos!" Nosotros respondíamos a coro: "¡Hasta mañana señora Directora!"

    En la calle, Osvaldo tomo del nudo de cañas, el barrilete de Julio, que sujetaba el piolín.
    Todos mirábamos asombrados como se elevaba y que estoicamente se mantenía ante los embates del viento del mediodía, como si fuese un pedacito de arco iris sobre los techos de la escuela.
    Por algunas ventanas de las casas vecinas, se asomaba el rico aroma de las comidas para el almuerzo.

    Norma me tomó de la mano y María del brazo.
    Los tres cruzamos la calle.
    Orgullosos y contentos.
    Por mi...
     Muy Bien. Diez.
    ¡Felicitado!

   
   

   






Ibarrechea

Copyright 2012 diceelwalter@gmail.com

viernes, 21 de septiembre de 2012

BUEN DÍA, CABALLERO DE FINA ESTAMPA

    En serio.
    Hoy por hoy, esta es mi vida.


    Empiezo por relatarles un día cualquiera de Lunes a Viernes.
    A las siete de la mañana me despierto, me levanto, pongo la pava en el fuego para hacerme un buen desayuno y me voy a afeitar.A las ocho de la mañana salgo a la veredita, piso la calle y me voy a trabajar.


    - Buen día, Córdoba ciudad.
    - Buen día, caballero.
    - Buen día, señora. ¡Qué bonita luce hoy!
    - Buen día, caballero. Gracias!
    - Buen día, señor.
    - Que hacés cabeza.
    - Buen día, linda.
    - Hola escribidor.
    - Hola nena.
    - Buen día, señor.


    Bien, aquí estoy.
    A todo esto, mi departamento ha quedado solo, sin ruidos y a oscuras y ocurre que entonces, mis duendecitos, después de un tiempo prudencial, salen de sus escondites. Destapan las botellitas llenas de sueños y se ponen a hacer travesuras entre mis hojas amontonadas en el escritorio de trabajo, formando frases distintas a las que escribí para la editorial de los Viernes. 

Como si fuesen acápites. 
Pero entre esas frases hay algunas que realmente me sorprenden.

    Por ejemplo estas.


    "Cuando el blog Pasen y vean no exista más, nos sobrevivirá nuestro libro, el antes y el después de cada una de nuestras historias y perdurarán nuestras fotos."


    "Tengo una forma muy particular de enamorarme, muy mía. No se cómo se enamoran los demás, pero parece que a ellos les da resultado."


    "He llegado a amar hasta en las Casas de expendios de amor en finos retazos."


    "Procuro algunos resplandores de felicidad, donde todo es tristeza."


    "Tuve un sueño profundo y sereno, como una caricia tierna."


    "Nunca entendí esa percepción, nunca esas imágenes absurdas, ni esos sucesos acaecidos en las fantasías de mis sueños."


    Y esta otra que leo y releo preguntándome el cómo, el cuando y a quién se la escribí.


    "Aspiro a amarte / Grandemente / Generosamente / Bondadosamente / Con esta estampa / Consecuentemente / Con mi mejor talante de caballero."


    - Buen día, caballero de fina estampa. (Me dijo una dama)


    En serio.
    Esto es lo que hacen los alienígenas invisibles que se esconden entre mis cosas. Juegan con mis palabras, las dispersan y las amontonan a su gusto. Así se divierten estos canallitas que me persiguen por todos lados y que reconozco, nunca me abandonaron. Ni en la más triste y pobre de mis mudanzas.


    Me tiran pistas falsas cuando regreso y me enojo ante tal desbarajuste. Ellos atribuyen tal descontrol en los escritos para el blog, al inocente y desorientado Pibe, que permanece callado y quieto en la foto de mi infancia feliz. 


    Mientras tanto, él no emite opinión alguna que lo comprometa. 


    En serio.
    Quiero hablarles en serio, señoras y señores.
    Pero a veces me siento frente al teclado, hago crujir los dedos, me persigno y digo...
    - ¡Oh meu Deus!¿Me ajuda hoje? (Oh, Dios mío, ayúdame hoy.)


    Y salen.
    Salen estas sucesiones de acontecimientos y peripecias con las cuales voy armando alocadamente mis argumentos.
    Salen tremendamente.
    Como briosos caballos galopantes por las gateras de mis escasas neuronas. Recorren alborotadamente los caminos de mis nervios y llegan sin pausa hasta la punta de mis dedos, y de repente cierro.
   Casi sin darme cuenta.
   Y firmo: I&I
   Y ruego: Oh Dios si se les da por copiarme, que lo hagan así. "A esto lo escribió un tal Ibarrechea en el Pasen y Vean."


   -¿Cómo que, qué es el Pasen y Vean?
   Es una casita que estamos construyendo frase a frase, historia a historia, la señora Al Ibarguren y yo. Mientras escribimos juntos nuestro primer libro, "Cúter." A veces nos ayudan colaboradores especiales en el blog, despojados ellos de toda gloria, de cualquier triunfo o expectativa que no sea la de ser parte de este universo.


   O sea.
   Aquellos que entienden y aman nuestra obra.


   Y ustedes.
   Que nos sufren con una sonrisa mientras nos leen y cierran con un ¡Qué lindo! Y hacen clic en Me Gusta.


    Pero sigo, señoras y señores.
    En serio.
    A veces por las tardes, después de trabajar, me encuentro sentado frente a una dama.
    Si.
    La escena en cuestión normalmente se presenta así. La dama, el café y yo, en una mesa cualquiera de un bar cualquiera, o en una mesa de su casa, mirándonos a los ojos.


    Pero en serio.
    Siempre comportándome como un caballero, amigo, noble, sincero y con buenos modales. Y, aseguran, que al despedirme hago siempre lo mismo. Me acomodo la corbata, me pongo el saco, me calzo el sombrero, saludo con un beso, digo hasta luego y me vuelvo, solo.


    Algunos canallas siguen tirando pistas falsas sobre este caballero.
    Dicen que cuando vuelvo al departamento, lo hago encima de una tabla de "skate" tomando envión por la calle Independencia y en contramano. Otros argumentan que me detengo por la calle Larrañaga y hasta en la Derqui a tomar unos buenos tragos en aquellos bares mientras canto bossanovas. Y Hasta algunos afirman haberme visto correr descalzo sobre el calicanto de la Cañada, gritando el nombre de la mujer que quiero, mientras esquivo las farolas y las ramas de las Tipas.


    Macanas. 

    Son todas macanas.

    En realidad vuelvo solo.
    Vivo solo.
    Quizás eso les otorgue cierta desconfianza a algunas damas casamenteras. Pero sea como sea. Solo.


    Ahora miren, en serio, miren.
    A ver, párense en las vereditas y miren para allá.
    - ¿Ven a aquél tipo de fina estampa que cruza  la calle fumando? ¿Ven que camina elegantemente y despacio, como esperando algo?
    Ese. Que se levanta la solapa para que no le de el fresco en el cuello.
    Si. Aquel que se mete las manos en los bolsillos mientras su figura se va desdibujando en la penumbra de la madrugada en el barrio de Nueva Córdoba.
    ¿Lo vieron?
    Bueno, ése soy yo.
    Fácil de encontrar.

    Un abrazo.
    

José Antonio Ibarrechea

diceelwalter@gmail.com
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Caetano Veloso : Fina estampa

Tema de Doña Chabuca Granda: "Fina Estampa", el cual compusiera dedicado a su padre don Eduardo Granda y San Bartolomé, quien fuera en palabras de ella misma "un hombre a carta cabal", y al que considerara su mejor y más grande amigo.



En una veredita alegre con luz de luna o de sol
Tendida como una cinta con sus lados de arrebol
Arrebol de los geranios y sonrisas con rubor
Arrebol de los claveles y las mejillas en flor
Perfumada de magnolia rociada de mañanita
La veredita sonrie cuando tu pie la acaricia
Y la cuculi se ríe y la ventana se agita
Cuando por esa vereda tu fina estampa pasea
Fina estampa caballero
Caballero de fina estampa
Un lucero que sonriera bajo um sombrero
No sonriera más hermoso
Ni más luciera caballero
En tu andar andar reluce la acera al andar andar
Te lleva hacia los zaguanes y a los patios encantados
Te lleva hacia las plazuelas y a los amores soñados
Veredita que se arrulla con tafetanes bordados
Tacón de chapin de seda y justes almidonados
Es un caminito alegre con luz de luna o de sol
Que he de recorrer cantando por si te puede alcanzar
Fina estampa caballero quien te pudiera guardar
Fina estampa caballero
Caballero de fina estampa
Un lucero que sonriera bajo um sombrero
No sonriera más hermoso
Ni más luciera caballero
tu andar andar reluce la acera al andar andar

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viernes, 14 de septiembre de 2012

EL EMBOTELLADOR DE SUEÑOS



    A veces sueño.
    Y a cada sueño lo embotello en un frasquito. 
    Por la mañana, tapo los frasquitos con un corchito.
    A los frasquitos los guardo en la biblioteca.
    La biblioteca está encima y a los costados de la mesa del escritorio.
    Sobre el escritorio una compu.
    Abajo al costado, derrotada, exhausta y en trámites de jubilación, descansa una Olivetti.
    Sin destapar ningún frasquito que me cuente nada, miro por la ventana hacia el cielo.

    El que no ve nada en el cielo, es porque no tiene alma de escritor.

    Algunas nubes tienen formas de dragones.
    Otra, de una princesa asustada que mira desconcertada a los dragones.
    Y más allá, otra nube se parece a un castillo.
Entonces desenfundo mi lapicera y concurro en defensa de la desprotegida princesa.
    Los dragones, sorprendidos por mi arrogancia, huyen entre rayos y centellas.
    La princesa, agradecida, me dice que no la deje sola. 
    No esta noche, Caballero.  

    El que no ve nada en el mar, es porque no tiene alma de escritor.

    Algunas olas tienen forma de piratas.
    Otra, de una sirena asustada que mira desconcertada a los piratas.
    Y más allá, otra ola se parece a un barco.

    Entonces desenfundo mi lapicera y concurro en defensa de la desprotegida sirena.
    Los piratas, sorprendidos por mi valentía, huyen entre los oleajes espumosos.
    La sirena, agradecida, me dice que no la deje sola. 
    No esta noche, Bucanero.

    Por eso escribo nena, para que me pidas que no te suelte la mano, no esta noche.

    En algunos frasquitos tengo sueñitos locos.

    "Todos mis hijos me llaman para preguntarme en qué lugar del mundo estoy escribiendo.
    El celular pierde la señal en el medio del mar.
    Entonces me siento en la balsa, les escribo una carta.
    Y arrojo la botella en el océano."

    "El señor que arregla máquinas de escribir, se pone los anteojos.
    Examina la Olivetti.
    Me mira con sus ojos tiernos y cansados.
    Yo entiendo y cubro mi máquina con una sábana. Adiós y gracias."

    En algunos frasquitos tengo sueñitos relocos.

    "Algunos de mis personajes me reclaman más protagonismo, me paran en la calle y me lo dicen.
    Otros esperan para salir a escena.
    Los lugares que recorro me hablan al oído."

    Pero el mejor de todos y que se repite en todos los frasquitos de este embotellador de sueños.
    Es aquel en el que tú me dices. Después de la ducha juntos. Después de volver a acostarnos.
    "Que no te suelte las manos. 
    No esta noche, amor.
    No esta noche."

Por eso escribo.
Gracias.
"El embotellador de sueños"
Tiene derecho de autor. Prohibida su reproducción total y /o parcial.
Autor : Jose Antonio Ibarrechea
Comentarios en diceelwalter.@gmail.com

viernes, 7 de septiembre de 2012

RECETAS DE COCINA

Mi Abuela tenía una famosa frase, aquella de la que todo el mundo habla.
"Es bueno tener siempre a mano, un amante cariñoso y que sepa de cocina..."
Creo que hablar de mi abuela y sus dichos, es un buen tema para este viernes.

Buenas noches, noche.
Hora de cenar.

Algo debe haber quedado de la parranda de fin de semana.
Cuatro tomates. 
Bien, hoy comeré "Tomates rellenos con queso."
Manos a la obra, corto por la mitad los tomates, con una cuchara les quito la pulpa y las semillas y los pongo boca abajo con sal en reposo para que larguen el jugo que les queda.
Esto va a ser rápido. Señoras y señores buscaré música. De la buena.
A ver, a ver... Aquí están,  Tony Bennet y Alejandro Sanz: "Esta tarde vi llover"
La cuchara de madera sirve como micrófono.
¿Cómo que no lo sabían..?
"...Esta tarde vi lloveeer, vi gente correeeer y no estabas tú."
"Yesterday I heard the rain...!"
Un buen vino blanco helado para acompañar.
Sigo.
Pico dos dientes de ajo, una cebollita de verdeo, dos anchoas,sal, pimienta, la pulpa de los tomates y todo eso, mezcladito con queso fontina derretido. Relleno los tomates,  le pongo un poquito de aceite de oliva y una pizca de orégano encima y listo.
A comer.

Buenas noches, noche.
Hora de cenar.

Veamos qué tiene en la heladera este caballero que vive solo y que recién vuelve de trabajar.
Ahá, perfecto. Hoy comeré, "Colita de cuadril a la mostaza"
Empecemos, a la carne la condimento con sal y pimienta y la cubro con abundante mostaza.
En una cacerola con una rodajita de manteca, pongo la carne. Con fuego al máximo, para que se dore de ambos lados, ya está, ahora agrego papas cortadas en cubitos y dejo a fuego mínimo unos cuarenta y cinco minutos, agregándole un poquito de vino para que no se seque.
O sea, tengo tiempo para escuchar un poco de buena música.
A ver, a ver, Carl Orff : "Carmina Burana" 
La cuchara de madera está muy buena como micrófono. Y cantar así también...
"¡Oh, fortuna...! Velut luna, status variabilis..!¡Semper crescis! ¡Aut descrescis!"
Y para tomar una copa de un buen Borgoña, mientras pienso qué escribo para este viernes.
Lo de mi abuela sería irrespetuoso.
Ya se. Sobre mi mejor amigo. 
Mi mejor amigo era un perrito al que llamé Bombín. Me parece una buena idea.

Otra noche.
Buenas noches, noche.
Hora de cenar.

Hoy comeré, "Pollo a la cerveza."
Vamos, para esta preparación voy a disponer de unos gramos de pasas de uva sin semilla, un poco de azúcar, medio litro de cerveza, un pollo cortado en presas, una buena cebolla, algo de laurel, panceta y por supuesto la infaltable sal y pimienta.
Entonces, pongo a remojar en la cerveza, las pasas de uva y el azúcar, mientras en una sartén, voy dorando las presas del pollo condimentadas y agrego la buena cebolla cortada en rodajas, la panceta y las pasas.
Llevo a fuego lento y le voy incorporando la cerveza, para que no se me queme.
Como siempre la cuchara de madera hará de micrófono.
Escucharé algo de Giuseppe Di Stéfano, a ver,  a.ver. 
Acá está "Vieni sul mar"
"¡Oh Vieni sul mar, la la la laaaaaá, Vieni sul mar!" 
Un buen trago de cerveza para entonar esta soledad.
Ya se.  Jubilados Dignos.Un buen tema.
Para este viernes voy a escribir sobre el cepo a las libertades que nos impone este gobierno llamado democrático, nacional y popular... Todo lo hacen con la plata genuina de los auténticos jubilados.
Escribiré que me siento en el palo más bajo de este gallinero.
Farsantes..!


De nuevo.
Buenas noches, noche.
Hora de cenar.

Algunas "chicas bian" prefieren sacarle la grasita a los matambres.
Yo soy un varoncito y a mi me gusta el matambre tal cual te lo venden en el mercado.
Hoy, señoras y señores, "Matambre al queso roquefort."
Para eso, y sobre la grasita del matambre expandido sobre la asadera, le pongo, sal y pimienta, el aromático queso Roquefort, un morrón de los que vienen en lata, cortado en tiritas,  y un potecito de crema de leche.
Ahora lo doblo por la mitad, le pego una cosida con aguja e hilo por los extremos y al horno.
Suerte pibe.
El corcho del Malbec dice que es del 2004. ¡Salud!
Mientras escucho, a ver, a ver, qué tenemos por aquí...
Ópera,  Giuseppe Verdi, "Marcha triunfal de Aída."
Hoy no canto. La soledad me está matando.
Otra copa de malbec.
El color del vino malbec me encanta, el sabor también.
Creo que mejor este viernes escribiré sobre el globo azul navegando descorazonado, por las aguas de la Cañada.
Buena idea.


"Agua que no has de beber, hacela hielitos para el fernet."
Otra vez.
Buenas noches, noche.
Hora de cenar.

"Carré de cerdo agridulce."
¿Qué tal?
Para preparar esta exquisitez, voy a emplear un carré de cerdo, un chorrito de salsa de soja, un vaso de vino oporto, una cucharada de salsa inglesa, un poquito de aceto balsámico, cuatro cucharadas más o menos de azúcar negro, pimienta negra y una manzana cortada en rodajas. 
El color de la manzana me recuerda a los cachetes de tu cara. Oh, estos recuerdos.
Al horno.
Un buen vino.
Cuando esté dorada la carne, le voy a agregar los ingredientes.
Vamos a la música. 
Cuchara de madera como micrófono.
Bolerazo.
Acá está, Chico Novarro: "Cuenta conmigo"

"...Cuenta Conmigo Cuando le tengas que encontrar algún motivo
Si necesitas algo más que conformarte Si se te ocurre por ejemplo enamorarte Aquí me tienes.
Siempre dispuesto A ver el mundo como tú ni lo imaginas Si me quieres ver feliz y no te animas Cierra los ojos al aroma de una rosa Mientras mi alma
¡Te cuenta cosas!....Cosas que nunca, te dijeron hasta ahora Si eres consciente de la gente que te adora De ser un poco la razón de esta canción..."



El vino sigue siendo malbec.

Hoy es viernes.
Me parece que los jugadores de fútbol de la selección piensan que se van a lesionar si saludan y sonríen a la multitud que los espera para alentarlos.
Desagradecidos.

Pero no se me ha ocurrido nada interesante para contarles.

Entonces, señoras y señores, tengan ustedes...
Buen provecho.










Ibarrechea.  
diceelwalter@gmail.com

(Sin el valioso aporte de mis amigas, Alicia y Amparo, jamás hubiese escrito este relato.)