Si no sabés lo que hay / en una cartera de mujer /
cuando la abras, quedarás sorprendido.
Si no sabés el sabor de sus lágrimas / cuando caen por sus mejillas /
y dejas que se hagan llanto y el llanto se haga un rio.
Si no sentís el ruido del roce contínuo / del nylon de sus medias /
cuando va en tu mismo camino.
Si no sentís el latir intenso / de su corazón herido /
por un abandono repentino.
Si no creés lo que te dice / entre murmullos apagados /
y suavemente, al oído.
Si no creés lo que ves / cuando se desviste lentamente /
llamándote, cariño.
Si no podés transformar / tanto pasado incierto /
en un futuro de alivio.
Si no podés llenar ése vaso roto / por sus tremendos labios rojos /
con besos suaves y tibios.
Si no advertís el peligro / que implica mirarla a sus ojos /
y no guardas el equilibrio.
Si no advertís que has perdido / por mirar sus curvas, enloquecido /
el control de tus sentidos.
Si no caés herido por el estallido / que produce al desprenderse /
el bretel de su corpiño.
Si no caés en la cuenta / que por un momento a su lado /
has perdido el dominio de la situación.
Es que no sabes nada, te digo / de proceder como se debe, ante una dama /
De eso se trata, amigo mio, ésta conversación.
Ibarrechea
copyright2004
cuando la abras, quedarás sorprendido.
Si no sabés el sabor de sus lágrimas / cuando caen por sus mejillas /
y dejas que se hagan llanto y el llanto se haga un rio.
Si no sentís el ruido del roce contínuo / del nylon de sus medias /
cuando va en tu mismo camino.
Si no sentís el latir intenso / de su corazón herido /
por un abandono repentino.
Si no creés lo que te dice / entre murmullos apagados /
y suavemente, al oído.
Si no creés lo que ves / cuando se desviste lentamente /
llamándote, cariño.
Si no podés transformar / tanto pasado incierto /
en un futuro de alivio.
Si no podés llenar ése vaso roto / por sus tremendos labios rojos /
con besos suaves y tibios.
Si no advertís el peligro / que implica mirarla a sus ojos /
y no guardas el equilibrio.
Si no advertís que has perdido / por mirar sus curvas, enloquecido /
el control de tus sentidos.
Si no caés herido por el estallido / que produce al desprenderse /
el bretel de su corpiño.
Si no caés en la cuenta / que por un momento a su lado /
has perdido el dominio de la situación.
Es que no sabes nada, te digo / de proceder como se debe, ante una dama /
De eso se trata, amigo mio, ésta conversación.
Ibarrechea
copyright2004
De eso se trata, y vos parece que sabés. dale Maestro. dale.
ResponderBorrarMuy bueno!
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