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viernes, 31 de agosto de 2012

EL BRILLO DE TUS OJOS

   Quiero que conozcas las cosas que me emocionan.
   Por ejemplo:
   Recordarte caminando, corriendo, sentada, parada, acostada, trabajando, bailando, descansando, soñando, amando, saltando, riendo, pensando, llorando...
   Y cuando mantienes tus largos silencios.
   Tus silencios me emocionan.
   Como el brillo de tus ojos.

   Algunas otras cosas que debieras conocer.
   No vale que nos besemos a escondidas. No.
   A la vista de todos es mucho más emocionante.
   Darte el beso de las buenas noches, es algo que me apasiona.
   A ver si lo entiendes, es fascinante.

  Y otra cosa, ya tienes alas, volemos juntos.
  Por ejemplo:
  Aquellos que vuelan tomados de las manos, son los que conforman la larga lista de los predestinados a llegar a ocupar un lugar en el cielo, o en el lado oscuro de la Luna, y hasta un poco más allá si te atreves.
  Entonces no vale volar separados. No.
  Para eso y mientras tomas impulso para dar el gran salto, debes estar concentrada.
  Verás que es emocionante.

  Quiero también que tengas en cuenta los siguientes detalles.
  Antes de apagar la luz, revisa siempre debajo de la cama y hasta adentro de los placares.
  Luego reza así:
  "Ángel de la Guarda / dulce compañía / no te me separes / ni de noche / ni de día / Si te me separas / que será de mi / Ángel de la Guarda / reza por mi.

  Sino te duermes, ten a mano una canción como esta, que puedes cantar en voz baja o tapada hasta la cabeza.
  "La farolera tropezó / y en la calle se cayó / y al pasar por un cuartel / se enamoró de un coronel / alzen la barrera / para que pase la farolera / de la puerta del sol / suba a una escalera / y encienda un farol / A la medianoche  / me puse a contar / y todas las cuentas / me salieron mal / Que dos y dos son cuatro / cuatro y dos son seis / seis y dos son ocho / y ocho dieciseis / y ocho veinticuatro / y ocho treinta y dos./ Mi niña bonita / me arrodillo en Vos./

  Bueno, sino da resultado, entonces piensa en mi.
  Porque quiero que sepas que para mi, es realmente emocionante pensarte aquí conmigo, y poder así, contenerte.
  A ver si lo entiendes, es alucinante.

  Indescriptible, diría.

  Son esos momentos en que mi felicidad puede verse desde el cielo, o desde el lado oscuro de la Luna, y hasta un poco más allá, si te atreves.

  Piensa en mi.
  Que sin ataduras ni remordimientos, miro a mi alrededor procurando algunos resplandores.
  Por ejemplo:
  En las estrellas Pléyades y en las Antares.
  En el fuego del encendedor y en la brasita de mi Marlboro.
  En las luces de los semáforos y en la luz de giro de los automóviles.
  En la risa escandalosa de los niños y en la defensa vehemente de los inocentes.
  En los fuegos artificiales y en la luz alta de los bichitos de luz.
  En aquellos abrazos y en otras luces que me emocionan.
  Como el brillo de tus ojos.
  Eso si que es emocionante!

  Dulces sueños.
Donald: Siempre fuimos compañeros
de Mac. Cluskey.

JoseAntonio Ibarrechea. 
Copyright2012
diceelwalter@gmail.com

viernes, 24 de agosto de 2012

CÚTER (Testimonios)


Establecimos un acuerdo.
Mantener la identidad reservada de los testigos presenciales del hecho,  quienes aportaron los siguientes testimonios, y de quien voluntariamente, facilitó la copia de la carta con la cual finalizo este relato sobre "Cúter."


Uno

- Cuando asesinaron a Don Cipriano Tavares, alias "Cúter" El día se presentaba esplendoroso, Había un sol tenue escondido entre unas nubes remolonas.

- Él era de estatura mediana, bien constituido, parecía de esos tipos que nunca acusan cansancio alguno.

- Si, es cierto, el día estaba cálido, pero había una brisa suave que venía desde las sierras y abanicaba las hojas de los árboles.

- Su tez era de color trigueño, de cabello oscuro, con ondulaciones pronunciadas, tenía ojos marrones, penetrantes y duros que revelaban su temperamento ardiente.

- A esa hora había mucha gente en la calle, como a él le gustaba ver en éste pueblo.

- El tipo tenía expresiones enérgicas, frías. Pero asimismo le daban un carácter simpático y hasta agradable, si se quiere.

- Nadie lo había visto llegar. Ni siquiera fue reconocido mientras caminó las catorce cuadras desde las parada del ómnibus hasta llegar al umbral de la casa de Doña Beatriz.

- Caminaba algo encorvado, con su cabeza inclinada hacia el piso, pero mostraba en sus ademanes, las voluntades que tienen los hombres de acción. Tenía el aplomo de los que saben mandar.

- Tampoco había cambiado tanto su aspecto en estos años de ausencia, en los que le adjudicaron los crímenes simultáneos y semejantes que conmocionaron a toda la región.

- El parecía, cómo decirle, un vigilante perspicaz de las pertenencias ajenas. Era muy bondadoso con las suyas y era dueño de una gran imaginación.

- En la autopsia, le contaron dieciséis orificios de perdigonadas de escopeta, cuatro de una cuarenta y cinco y once de una ametralladora nueve milímetros. Disparados a corta distancia y todos por la espalda.

- El tenía un muy buen talante, era bastante arreglado en sus costumbres, sin inquietudes ni preocupaciones, demostraba que parecía encontrarse en una situación económica arreglada. Bien acomodada.

- El tiro de gracia fue benevolente. Se lo dieron con la cuarenta y cinco. La bala le perforó la mano derecha con la que intentó cubrirse el rostro después de ver a su asesino.

- Acá nunca lo vimos en cosas raras, ni metidos en enredos ni en trampas, menos aun, en cambalaches de mal género.

- El tiro final ingresó por la frente, se estrelló en los mosaicos de la vereda y arrastró en su furia, astillas de huesos, masa encefálica y esa mancha espesa se mezcló con la sangre que había en el lugar.

- Mire señor, él se comportaba sin ceremonias ni formulismos, ¿Entiende? Siempre se mostraba afable y sencillo, dispuesto para cualquier broma, porque créame, él era también un tipo divertido.

- Excepto el tiro final, todos los orificios de entrada de las balas fueron por la espalda, glúteos y piernas. Había uno en el hueco poplíteo que le reventó la rótula y eso fue lo que lo hizo caer de rodillas.

- Él andaba sin engañar a nadie, respondía de todo sin evasivas, amigo.

- Cayó contra la puerta agujereada, totalmente destrozada y ensangrentada de la casa de la Doñita Beatriz. Giró su cuerpo lastimoso vea, y alcanzó a ver quienes lo mataban tan cobardemente.

- Tenía un estilo muy peculiar, muy privativo, se hacía apreciar y se distinguía por lo esmerado y elegante.

- Todo porque afirmaban que él había matado a los cuatro ex guerrilleros, clavándoles un cúter en la garganta, mientras dormían cada uno en su cama y en sus casas y con los fantasmas del pasado puesto por pijama.

- Él tenía una honradez y una integridad admirable. Casi le diría que tenía por cualidad... La pureza de su alma.

- Si, algunas balas traspasaron la puerta de madera, se incrustaron en algunos muebles y otras en las mamposterías. Las paredes parecían picaduras de viruela.

- No, no llevaba armas. Ni de fuego ni blancas a la hora de morir. Pero le cuento, entre sus cosas se le encontró una carta para Doña Beatriz, intacta, sin manchas de sangre ni de haber sido rozada en la balacera.

- Mire, dada su arrogancia, su estirpe y su belleza subliminal. Doña Beatriz, era la menos pensada.

- Ella no estaba en la casa.

- Yo creo que Cúter era de aquellas personas que sabían ponerse a resguardo en las tempestades. Sabía lo que hacía. Acertaba en lo que buscaba.

- En cambio yo opino, señor escribidor, que por sobre todas las cosas, Cúter estaba totalmente subordinado a su  misión. La de vengar. La de matar.


Dos

Consta en el Juzgado: fojas 188,  Tomo 1.
La carta.

Estimada Beatriz:
                          Aquí estoy, con el consuelo de saber que he descansado en tu cama, entre tus brazos.
                          Con el consuelo de saber que supe ser el dueño de tus momentos emocionantes y fiel          compañero de tus obstinaciones.
                          Con el consuelo de saber que he caminado el camino más largo para amarte como te amé, para darte aquellos besos de las buenas noches como te los dí, y para despertarte como tu ya sabes.
                           Aquí estoy, para que resguardemos en nuestra memoria, la historia de nuestra vida juntos.
                           Hasta que Dios diga, en su reparto de suertes.

                                                                                                 Siempre tuyo:
                                                                                                                      Cipriano 

FIN













José Antonio Ibarrechea
Copyright 2012 <diceelwalter@gmail.com>

NOVALIMA:
"MACHETE"





viernes, 17 de agosto de 2012

COLIMBA



Años Setenta. 
Joven Argentino, si tenías veinte años el vocabulario que llenaba tu alma, con certeza, era así ;

Cédula, llamado, presentación, la cero, formar fila, línea, columna, vacuna, atención, tagarna, salto de rana, cuerpo a tierra, flexión una, dépósito, elementos de cama, manta, manta poncho, calzoncillo corto y largo, camiseta manga corta, camiseta manga larga, camisa, tricota, escote en V cuello alto, corneta, tambor, al pié de la cama, rompeviento, pantalón la Nato, zapatillas, suecos, borceguíes, zapatos, chaquetilla, garibaldina, birrete, cubrecabeza, casco, quepi, cinto, correaje, tahalí, capote, piloto, bolsa de rancho, plato playo, plato hondo, jarro, cuchillo, tenedor, cuchara, a la manta cada uno uno, revista, alinearse, vista al frente, saludo uno, saludo dos, listas, franco, detall, furriell, febo asoma y a su paso, pesado, estafeta, chupamedias, cebamate, bedell, pelotón, compañía, escuadrón, grupo, tropa, oficiales, conchetumá, suboficiales, penerguido, cabo hinchapelotas, cuartelero, imaginaria, fusil al hombro, rodilla a tierra, arrastrarse, mirar al frente, mira, alza, guión, ortóptica, cartucho, recámara, cañón, guardia, turno, fuego, vaina, peine, máuser, fal, mag, halcón, pam, onceveinticinco, ballester molina, colt, lanzagases, peto, centro, vivalapatria, relevo,  pozo de zorro,  descanso, te veo en las ponce, mery betty peggy y louise, rubias de new yofre, meterse en cama, carrera mar de acá, venga para acá, rata inmunda, desaparezca de acá, cantina, rancho, diana, retreta, silencio, desfile si, juro!, bandera, alta en el cielo un águila guerrera, que audaz se eleva, en vuelo triunfal, presentame tu hermana, ordene, estamos en claro, chica de la boutique, zapatos rotos, Zafari, Piedra Pintada, Los Náufragos, Los Gatos, izquierda izquié! derecha dré!, sable bayoneta, bastón de goma, señal de reconocimiento, alto quién vive, piletón, duchas, baño grande, semana, acuartelados, sanidad, 
privado de instrucción activa, maricón, fajina, sala de armas, orden cerrado, combate, privado,  centinela, bombero, banda, camillero, auxiliar, pala lineman, cocinero, carta de amor, visitas, patrulla, rondín, casino, retén, cofre, candado, vista derecha, firme, alta, baja, amigos para toda la vida, orden de salida, Padrenuestro que estás en el cielo, , Dios te salve María,  y siempre, correr y limpiar y barrer y subordinación y valor, para defender a la Patria!!!. Amén.
-Preguntado: Joven Argentino, Usted tiene algo más que agregar, quitar ó enmendar a ésta su declaración?
-Dijo: Dado el tiempo transcurrido no recuerdo. 
Cuarenta años después del mejor año de tu vida, Tú que eras aquel joven Argentino, 
cierras los ojos y sientes que la mujer mas linda del mundo te dice...

"Hola cariño, cómo estás?" 












Jose Antonio Ibarrechea

DE ESO SE TRATA


Si no sabés lo que hay / en una cartera de mujer /
cuando la abras, quedarás sorprendido.

Si no sabés el sabor de sus lágrimas / cuando caen por sus mejillas /
y dejas que se hagan llanto y el llanto se haga un rio.

Si no sentís el ruido del roce contínuo / del nylon de sus medias /
cuando va en tu mismo camino.

Si no sentís el latir intenso / de su corazón herido /
por un abandono repentino.

Si no creés lo que te dice / entre murmullos apagados /
y suavemente, al oído.

Si no creés lo que ves / cuando se desviste lentamente /
llamándote, cariño.

Si no podés transformar / tanto pasado incierto /
en un futuro de alivio.

Si no podés llenar ése vaso roto / por sus tremendos labios rojos /
con besos suaves y tibios.

Si no advertís el peligro / que implica mirarla a sus ojos /
y no guardas el equilibrio.

Si no advertís que has perdido / por mirar sus curvas, enloquecido /
el control de tus sentidos.

Si no caés herido por el estallido / que produce al desprenderse /
el bretel de su corpiño.

Si no caés en la cuenta / que por un momento a su lado /
has perdido el dominio de la situación.

Es que no sabes nada, te digo / de proceder como se debe, ante una dama /
De eso se trata, amigo mio, ésta conversación.












Ibarrechea
copyright2004

ANÓNIMO

Antes que Anónimo se perdiera bajo las luces de la Avenida Maipú, saludé a la Guardia de Infantería que me cubría las espaldas.

Esto sucedió hace unas noches atrás.

Anónimo encontró mi teléfono celular, lo apagó, lo guardó, supongo que caviló un poco sobre su destino.
Finalmente llamó y dijo "Yo lo tengo"

Las cosas se sucedieron de tal forma que pensé que se trataba de un ladrón pidiendo recompensa. Llamé a la policía y pedí que cubrieran mis espaldas en el lugar del encuentro.

- Mi mamá me dijo que si tengo algo que no es mío, debía devolverlo.
Me dijo Anónimo sin soltar mi mano que estrechaba con fuerza.

- Eres un buen chico.
Le dije.

Anónimo no quiso darme su nombre, no aceptaba recompensa alguna, y vestido como un rappero, cruzó Sarmiento y siguió por Maipú.
La Guardia de infantería le puso el seguro a sus armas y salieron de su escondite.
Mientras tanto, sobre aquella figura que se perdía bajo las luces de la Avenida Maipú, se iba formando una aureola, una aureola cada vez más, grande que me parece, subía hasta el cielo.
Sin escalas.













Ibarrechea

TUS VECINAS


Donde vives, te dije:

Que abundan aquellas vecinas
de largas y filosas lenguas viperinas,
manantial de chismógrafas y maldicentes
de felinas miradas escondidas
tras las transparentes cortinas.

Muestran calidad y cantidad
del magnífico veneno guardado
en sus maléficas sonrisas,
cuando esbozan el ademán hipócrita,
al saludarte, tus vecinas.

Y aunque me digas
que nada de eso te importa,
me gustaría que te cuides
y que salves tu pellejo,
cuando opinan.

Pues te necesito sana,
suave dulce y entera
como cuando nos vieron
la otra vez, felices,
besándonos desnudos en tu cocina.











copyright 2000 IBARRECHEA
diceelwalter@gmail.com

martes, 14 de agosto de 2012

COBURN: RECARGADO


Para ver a James Coburn III en el Cine Cervantes, tenías que ponerte un saco ajustado al cuerpo y si era posible un pañuelo anudado en el cuello. No te olvides del sombrero, te decía tu padre sin dejar de afeitarse.

Vos, como yo, lo vimos en varias y buenas películas.
Te acordás de Los Siete Magníficos?
Te acordás de Charada?
Te acordás de, decime que si por favor, Los héroes de Mesa Verde?
Te acordás de, decime que si por favor, La Cruz de Hierro?
Entonces vos eras devoto como yo y te confesabas y comulgabas en la Catedral del Tiro.
El Cine Cervantes.

Yo creí que no lo vería mas a Coburn, cuando en el papel de John, el Irlandés que pelea en la revolución Mexicana, muere junto a sus dinamitas.
Te gusta que te cuente el final de las películas?

En el año 1971, dirigido por Sergio Leone y con la espectacular música de Ennio Morricone y la voz de Edda dell Orso interpretando "Giú la testa" en Los Héroes de Mesa Verde, Coburn y Rod Steiger, hacen un flor de peliculón.

Recuerdo que encendí una vela a cada Santo de Hollywood, para volverloa ver en algo parecido y el milagro se hizo en el año 1977, esta vez dirigido por Sam Peckimpah y con la espectacular música de Ernest Gold, haciendo la canción infantil Alemana "Hans, el pequeño" en La Cruz de Hierro, Coburn y Maximilian Schell, hacen un flor de peliculón.

Al final, Coburn, en el papel del Cabo Steiner, se vuelve a morir bajo las balas del enemigo.
Te gusta que te cuente los finales de las películas?
Sabes que si son buenas irás a verlas cien veces.



Te cuento que:
El abuelo de James Coburn se llamaba James Coburn I
El papá de James Coburn se llamaba James Coburn II
El se llamaba James Coburn III
El hijo de James Coburn se llama James Coburn IV

James Coburn masticaba tabaco y al final le daba un escupitajo que manchaba la pantalla del cine de tal forma, que vos te limpiabas la cara por las dudas.
James Coburn fumaba y el cine se llenaba de humo y si agarraba la ametralladora, al final del tiroteo le preguntabas a tu novia que estaba agazapada entre las butacas, con el casco puesto.
"Estás bien cariño?"
"No temas amor, es solo un rasguño."
Te contestaba sentándose lentamente.

El Cine Cervantes ya no es más la Catedral del Tiro.
La pizzería Cervantes ahora se llama, "Antes, aquí estaba la Pizzería Cervantes"

Cuando por la TV pasan una de Coburn, yo dejo de escribir y me paseo delante del televisor con mi caramelera susurrando...
"Geogalos, DRF, Renomé. Georgalos, DRF, Renomé" y el chalecos antibalas puesto, por las dudas.

La artritis reumatoidea, seguida de un ataque al corazón, se lo llevó puesto el 18 de Noviembre del 2002.
Al día siguiente yo cumplí años, sabedor de tan triste noticia, pensé en llamar a todos los Santos de Hollywood, pero ni siquiera pude decirles que...

Entonces, la mujer mas linda del mundo que estaba a mi lado me preguntó.
"Estás bien cariño?"
"No temas amor, es solo un rasguño"
Le contesté.
Ah! ella... Qué flor de peliculón hicimos juntos!










Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com

viernes, 10 de agosto de 2012

PASEN Y VEAN



Sin mayores ceremonias
Simplemente porque si.

Porque ellas lo merecen,
porque ustedes las leen,
en la arena, en la nieve,
en el cielo
y hasta en el papel.

Nuestras queridas historias
sus compañeras,
son amigas del respeto
son queridas del recuerdo.

Son globos esparcidos
con la ternura del viento.
Son estrellas que miman
y planetas que giran,.
y  una nube rozando
 a nuestro astro sol.

Son caricias para el alma,
o para la nostalgia.
son bendiciones de luna,
en una noche de insomnio.

Son gotas de lluvia.
Y por que no, a veces,
una lágrima que se desliza
por la mejilla.

O risas de corazón,
y el afán de aventurero,
con la ingenuidad del niño.

Y consejos de un padre,
ó de aquel soñador
enamorando al amor.

O personajes buscando un libreto,
o una pareja en su apogeo,
o Quijote tras Dulcinea.

O es él con contratiempos,
o ella con dulces sueños...




.







Al Ibarguren & Jose A. Ibarrechea

Comentarios a: aliciauv@yahoo.com.ar ; diceelwalter@gmail.com

viernes, 3 de agosto de 2012

FOTOGRAFÍA

Miremos esta fotografía.
Pero la miremos de atrás hacia adelante, dejemos el primer plano para el final.
Como acostumbramos a recordar.
Como si estuviésemos memorizando, con un dejo de nostalgias rumorosas.

Esta fotografía es de color sepia y les pido que presten atención a los detalles que podamos observar.
La pared del fondo, por ejemplo.
Es de color crema claro y el cielorraso se ve más claro aún pues es de color blanco.
Hay un cuadro grande colgado en la pared. Ese cuadro tenía un marco de madera, que contenía una lámina imitación con un hermoso dibujo de un florero con girasoles, creo. A pesar de la mala calidad, el colorido que tenía, ambientaba muy bien la pared y le daba algo así como un toque de buen gusto.
Luego se ve una puerta, por ella se podía salir hacia otras dependencias de la casa y más hacia la izquierda, hay una ventana sin cortinas.

Ahora venimos nosotros, las personas que estábamos allí. y que no dejamos ver los otros muebles.
Pero de nosotros hablaremos después.

Prestemos atención a la mesa.
En la mesa que rodeamos entre todos, hay un montón de cosas, como verán la misma es ovalada. Está cubierta con un grueso mantel bordado con hilos, a la usanza, que yo no sé bien como describirlos.
Probablemente, si le preguntasen a ella, sabría contarles mejor, pues a eso, ella le daba más atención que a otras cosas.
Pero miren, hay varias botellas de vino fino y de champán, copas y algunos platos con resto de comida.
El menú fue variado en esa cena.
Comprendía desde fiambres, quesos, pizzetas, pollo, carne, helados y masas finas.
Todo abundante para una simple reunión de amigos.

A alguien se le ocurrió lo de esta fotografía.

Ahora, pensándolo bien, creo que no era el momento para tomarla, pues como verán, todos estaban absortos mirándola a ella, que se había puesto de pié para hablarnos y que al final, lanzara aquella frase inesperada, cargada de una relevante insensatez, que nos fue llevando a un desconcierto casi inocente de la situación planteada.

No habíamos puesto música.
Nos parecía que era mejor así y conseguimos con eso, prestarnos una mayor atención, sin incurrir en suficientes distracciones.

Ahora, como pueden ver, los que estamos alrededor de la mesa, somos siete.
Para presentarlos, voy a iniciar un recorrido anti horario, de derecha hacia la izquierda.

Este es Gabriel.
Antes de la foto habló pormenorizadamente de la situación política del país, dando su particular punto de vista del gobierno nacional y populista, como se hacía llamar.
Cuando ella acertó a pararse para hablar, Gabriel dejó la copa de champán en la mesa, como pueden ver. La mira fijamente, como buscando en las frases que ella pronuncia, algún indicio.

Mateo es el que sigue.
Apreciamos que acaba de dejar, por la posición de las manos, una botella en la mesa.
Casi toda la cena, Mateo habló de fútbol y se mostró muy interesado en la política y en mis cuentos de "Peremerimbé", insistiéndome también en que quería  saber algo más sobre "Cúter" mi personaje que obraba de asesino serial.
Igual que los demás, sale en la fotografía mirándola atentamente, como procurando en las palabras de ella, alguna señal.

Ahora vemos una silla vacía.
Allí estaba Magdalena, que se levantó a tomar la foto, lo hizo segundos antes que ella se pusiese de pié, y me siguió con la mirada, como toda la noche, quizás Magdalena recordaba nuestro pasado.
Habló poco, se reía nerviosa y afirmaba siempre con la cabeza, las otras conversaciones.

La que sigue es Mónica.
La dueña de la casa, vemos que tiene una taza de te entre sus manos y parece mirarla de reojo a ella, en una actitud examinadora, como buscando en cada manifestación, interponer su opinión. Pero permaneció callada, sin esgrimir conceptos y con una clara candidez en su rostro, registrando el discurso, buscando algún signo.

A su lado está Perla.
Perla y ella fueron las más locuaces de la noche, ayudaron siempre a Mónica con la comida, cambiaron los platos, intercambiaron comentarios de sus vidas y de la actualidad, rozando temas alegres y riéndose por todo. Perla algo sabía del asunto.
Y aparece en la foto adoptando una posición expectante, como para precisar sus sospechas. Con los brazos cruzados.

Semi tapada está Berenice.
Berenice se había alegrado al verme. No sabía que ella estaba conmigo y su presencia esa noche debió sorprenderla, quizás porque pensaba que la visita perturbadora de Magadalena y mi inscontancia en esos asuntos, marcaría algún reinicio en la relación antigua, frustrada tantas veces.
Berenice había permanecido esa noche registrando cada detalle y ahora, mientras ella hablaba, aparece en la foto como exasperada, escudriñándola.

Segundos antes que Magdalena se ofreciera a tomar la fotografía, ella se puso de pié. Estaba vestida con esmero y prolijidad.

Ella es la que sigue ahora.
Cuando comenzó a hablar, todos hicimos silencio para escucharla.
Ensayó un gesto tierno y conmovedor que aún hoy recuerdo.
Apoyó su mano derecha en mi hombro.
Como puede verse, y con la izquierda entrelazó los dedos de mi mano derecha, que yo cruzo como bandolera sobre mi pecho.
¿Lo ven?
Y ella habló con claridad, aún con algunos momentos de tartamudez nerviosa, sin gesticular.

Un segundo antes del disparo, yo bajo la cabeza buscando los dibujos de las baldosas.

Entonces, éste soy yo.
En primer plano.
Tengo un traje de saco cruzado y pantalón de corte italiano color tabaco, medias claras y zapatos de cuero color marrón. Mi mano izquierda está apoyada en la mesa, mi mano derecha toma una de las suyas, mis ojos están cerrados, había cruzado mis piernas, y si se fijan bien, si observan con detenimiento en mi cara, que está algo inclinada hacia abajo, notarán que hay un detalle.

Que la mismísima Magdalena toma al apretar el disparador.
¡Clic!

El flash impertinente muestra un punto luminoso en mi mejilla.
¿Ven?
Observen con atención.
¡Aquí, miren!
Es una lágrima.
¿Vieron?
Es una lágrima. Solitaria y triste.
Apenas eso.
Apenas eso.

Copyright 2012 Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com