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sábado, 28 de enero de 2012

TULA, ISABEL Y YO

De aqui para allá son  mis campos de tabacales, nos dijo el poeta Arancibia, mientras conducía su Citroën modelo 58, fumaba en pipa, acariciaba su larga barba y acomodaba su sombrero.
Aquel viaje desde San Ramón de la nueva Orán, hasta San Salvador de Jujuy, fué maravilloso.

Mi amigo Tula y yo, habíamos partido unos dias antes desde Córdoba.
Un poco en tren, un poco a dedo.
Queríamos llegar a Yacuiba.
Nos quedamos sin dinero en noches de guitarras, de macha y mujeres.
Con las mochilas más vacias, por perdidas y algunas que otras olvidadas por ahí, de camperas y pullóveres, en realidad, ni sabíamos dónde.

Don Arancibia nos vio a los tres al lado de la ruta y se apiadó de nosotros.
Si, no me equivoqué, ahora éramos tres, no se en qué noche, ni dónde, ni cómo, Isabel se pegó a nosotros.

Dormíamos juntos en la misma carpa.
Ella desnuda y al medio de los dos.

La recuerdo, parada en la caja de un camión cargado con hortalizas y alfalfa desde Salta a Tucumán, bailando y cantando semidesnuda, al compás de las canciones de la guitarra de Tula.
Si había algo de romanticismo en aquellas escenas inolvidables, yo me encargaba de entorpecerlas pretendiendo acompañar la música, con mis dedos sobre el cajón Peruano.

Creo que los dos nos enamoramos de Isabel.
De su pelo corto.
De su diminuta y bien formada figura.
De su risa chillona.
De sus gemidos lastimosos.

Nos amó a los dos por igual, hasta el preciso instante, en que su abuelo nos abrió la puerta de su casa, su abuela nos dio pan casero y algunas cañas para que continuemos el viaje y ella nos despidiera con sus manitos por la ventana.
Las calles de San Miguel de Tucumán, nos parecían vacías.

Viajamos en un fuerte silencio, mirando el paisaje que el tren nos entrega a través de las ventanillas, hasta llegar nuevamente a casa.

Mi amigo Tula, seguía hasta Buenos Aires.
Nos dimos un fuerte abrazo, nos despedimos sin nombrarla.

Los tres sabemos que nos une ése recuerdo.
Sólo eso.
Nunca más nos vimos.

Ibarrechea 

EL BAILE

No se le pudo ocurrir mejor idea a Ettore, que hacer esta película.

El tipo habló, en la mesa de un bar Parisino y tomando un café, como a mi me gusta, con Vladimir Costa.
Qué te parece el Tango de la Ocupación, le dijo.
Me parece bárbaro, afirmó el otro.
Y se armó con mas de cien canciones para este filme.

Parecer ser, que mucho tuvo que ver el Ministerio de la Cultura de la Repúblique Francaise, aportando algunos dinerillos. Reunidos los fondos para el rodaje, todos ambientados en un mismo salón, lo que disminuían enormemente los gastos del principio, los muchachos del casting, dieron el puntapié inicial de lo que hoy se ve por ahí, como algo así de... Bailando por un Sueño.

Muchachos, estamos en mil novecientos ochenta y uno.

La plata se nos va en el vestuario, dijeron desde la producción.

Pero después, creo, se llenaron los bolsillos, cuando pasaron por caja a cobrar.

Al amigo Ettore, le trajeron estos tipazos y tipazas que dejaron el alma en sus interpretaciones.

A ver, a ver,
Chantal Caprón, Rossana di Lorenzo, Arnault Le Carpentier, Michel Toty, Regis Bouquet, Francois Pick, Oliver Loiseau, Jean Claude Penchenat, Aziz Arbia, Etienne Guichard, Christophe Alwright, Juan Francisco Perrier, Francesco de Rosa, Michel Von Speybock, Mónica Scattini, Anita Pichiarini, Raymonde Heydeline, Génevieve Rey, Lilian Devalt, Danielle Rochart, y me faltan algunos más.....

Sentado en la mesa de un bar Italiano y tomando un café, como a mi me gusta, todos se pusieron de acuerdo en filmar El Baile, en los estudios de Cinecittá.

Ettore salía a la cancha con su mejor equipo.
Todo listo, pitazo inicial, acción.

Hoy esta película no se consigue así nomás.

Saben una cosa? Es un culto para aquellos que exploran el comportamiento humano, a través del baile y por cinco décadas. No me hagan escribir más.

Los protagonistas sacaron a la luz de los reflectores, toda una amalgama de personalidades.
Se aprendieron el libreto como ninguno.

Ettore, dice corten.
Acomoda las cámaras.
Pide luz.
Le dan luz.
Pide sombras.
Le dan sombras.
Pide movimientos asi y asá.
Le dan movimientos así y asá.
Pide mas maquillaje aquí.
Le dan lo que pide.
Pide un whisky.
También.
Un beso a Chantal piernas largas Caprón.
Espera un poco.

Chantal nos ofrece sus piernas, su espalda, todo el tiempo, en que la vemos bailar.

Ettore le pide a Regis que haga un chasquido con los dedos.
Parecen sonar así, trick trick. Entonces acomoda sus bigotitos, lanza una sonrisa a lo Pasen y Vean y embiste su humanidad contra las nenas.
Oh Dios! qué maravillosas escenas!
El salón debió haberse llamado "Club Social Nosotros Los Muchachos"

En la película pasan cinco décadas de la historia Francesa, la vemos a través del vestuario y de la música, que se baila en el Salón, donde estos muchachos pasaron a la historia del cine, persiguiendo el Oscar.

Si no eres psicólogo, no la veas, si no eres amante del cine, no la veas, si no quieres aprender a bailar, no la veas, si no te gustan los buenos actores, no la veas, si no te gusta la buena música, no la veas, si no te gusta el Director Ettore Scola, no la veas.

Yo estoy juntando firmas para que la vuelvan a pasar.

Ibarrechea

El baile - Los tipos psicologicos

miércoles, 25 de enero de 2012

IBARRECHEA: EL PEQUEÑO DIDU (Parte 2)

El pequeño Didú, no volvió a crecer desde la noche del incendio del circo.
Desde la mañana en que vió a su madre volar sobre los deshechos humeantes.
Y alejarse para siempre de Peremerimbé.

El pueblo también se fué muriendo.

El tren se llevó hasta las vias a cuesta y no fué quedando mas que el polvo de la tierra, en las telarañas resecas.
Treinta años de humo errante, golpeando puerta por puerta.

Didú revisaba casa por casa, piedra por piedra y le prendía fuego a las hojas secas.
Supo allí su padre, que debía marcharse la primer noche de luna llena, y en cada plato de sopa puesto en la última de las mesas, hervía el llanto de tan angustiosa espera.

Al fin llovió.
Con avisos inimaginables de furia de tormenta.

El pequeño Didú, saltó buscando el cielo.
Y empezó su vuelo.

Ibarrechea

(Historias de Peremerimbé)

IBARRECHEA: ALGUNAS BONDADES INESPERADAS

Oh, señora amiga mia,
qué tenía usted en su mente
cuándo me invitó a pasar el dia?

Sabe usted,
señora amiga mia,
que soy un hombre que vive solo,
consta en actas,
rodeado por la amenaza de desamores,
en situación de riesgo
y con las necesidades básicas perdidas?.

Será por eso?
O tal vez,
porque sabe usted que me comporto como un caballero,
que solo le hablo de mis sueños,
de mis proyectos,
de mis acalorados triunfos,
de mis heladas derrotas,
en cada esquina de esta ciudad viva?

Sabe usted, señora amiga mia,
que dormir en su regazo,
sin ropa interior que a Usted la abrigue,
llenó de paz mi atormentada almita?

Vió que cuando duermo,
miles y miles de mariposas
llevan mis sueños al aire
y lo depositan dónde se posan?

Ah, señora amiga mia,
esta es mi vida!

Oyó usted cómo mis amigos
me llaman,
y vió cómo estrechan
mi alma,
en un afectuoso abrazo?

Será por eso?
Que usted mismo sabe,
cómo la peleo en un honesto trabajo,
que vé a las teclas estrellarse contra mis dedos
y parir para siempre poemas que se lleva el mismo viento?

Cálmese, si me oye gritar otro nombre,
lo que pasa es que aún espero.

Siga Usted, señora amiga mía
con sus manos en mi cabeza,
no detenga su furia de caricias,
su embestida en mi piel con sus uñas,
no apague el fuego de su boca,
sofoque usted mis penas una a una.

No se detenga, señora amiga mia.
Es su lucha, mis fantasmas acechan.

Ella ya viene
Yo debo agradecerle,
a Usted, amiga mia,
estas bondades inesperadas.
estos dias de alegría.

Ibarrechea

martes, 24 de enero de 2012

carlos gardel rubias de new york escena completa (1934 el tango en brodway)

IBARRECHEA: PEGGY, BETTY, JULY, and MARY

Seguramente el Club Social Nosotros Los Muchachos, de comienzo de siglo veinte, aquí en Córdoba, estaba en las cercanías del Barrio Bajo.

Los abuelos de tu abuelo, seguramente merodeaban por ahí.

Cuando paso caminando por esas callecitas, se me pone la piel de gallina y para disimular camino como un cancherito arrabalero.

Había un bar, por acá, que era llamado "La Catedral del Tango"

Si pibe, aquí en Córdoba.

Estaba en las Calles Libertad y Alvear, los dueños eran los hermanos Lauret.

También estaban, el bar de Don Ciríaco Ortiz, el Petit Pelayo, y el As de Copas.

No se privaban de nada aquellos muchachos.

Y, adiviná qué.
Eran los lugares que frecuentaba Carlitos cuando venía a Córdoba.

Cómo que qué Carlitos?

Carlitos tenía unos amigazos en Córdoba, si aquí.
Te los paso a nombrar, en una de ésas encontrás sus nombres por alguna calle, mínimo homenaje que se les puede hacer, ché.

Agarrá papel y lápiz y copialos, se te puede caer un lagrimón.
Don Ciríaco Ortiz.
Don Cristino Tapia.
Don Antonio Moyano.
El Zurdo Vicente.
Y el Cabeza Colorada, o sea Don José LLanes.

Tá? Tomaste nota?

Bueno, después te cuento historias del "Cabeza Colorada"

Vos querés saber de Carlitos?

De Carlitos te cuento que el mismo decía que había nacido en Buenos Aires, cuando tenía dos años y medio de edad.

Caíste de qué Carlitos te hablo?

Qué noches de tangos en Córdoba!
Carlitos Gardel y sus guitarritas se pasearon por acá.
Era generoso, según los historiadores que abajo te los voy a nombrar, pibe.
Y una anécdota imperdible.
Dicen que regalaba monedas abundantes como propina.
Y que una vez, visitando el viejo Hospital San Roque, metió las manos en los bolsillos de su chaleco, llamó a unos pibes que pedían limosna en la puerta, y les dijo:
"Tomá, mandame este telegrama..."

Todos los demás, aprendían las letras de las canciones que cantaba.
A ver pibe:
Cómo se llamaban las Rubias de New York?

Ibarrechea

(Antonio Hernández, "vida y obra de Carlos Gardel"; José Pedernera "Revista Club del Tango" Rodolfo di Pietro y José Pedernera, "Córdoba Tango" Arturo Ramanzoni, "Yo He Nacido En La Segunda" Efrain U. Bishop "Córdoba y el Tango")

miércoles, 18 de enero de 2012

IBARRECHEA: MUSICA Y LUCES

Estos tiempos que corren ahora, menos los años setenta.. a ver, a ver, papel y lápiz.. da cuarenta, o sea cuarenta años.

Señoras y señores hace cuarenta, más ó menos años, que yo tenía la mala costumbre de poner música.
En aquel tiempo nos llamaban disc jóckey.

Pero en realidad, por las callecitas del Barrio San Martín, merodeábamos tres caraduras ofreciendo nuestro servicio.

Que no falte en su fiesta Música y Luces, señor.
Que no falte en su fiesta Música y Luces, señora.

Atilio, era el mayor de los tres, el "ingeniero" en luces y sonido, iba sacudiendo telarañas mientras se trepaba para armar los equipos en los salones y estampaba de un sopapo las moscas y mosquitos molestos, insufribles e infaltables, en algunos galpones.

Walter, lucía una eterna sonrisa, su cabello largo le hacía cosquillas en la cintura, era nuestro caballito de batalla a la hora de conseguir clientes. Pero también, durante la semana, me ayudaba a armar la cinta del grabador Sony. Esa que sólo usábamos cuando se me ocurría salir a bailar también.

No le pidas a Walter que te ayude, el solo tarjeteaba.

Mi tocayo y el "ingeniero" se llevaban bien.
Atilio, era más celoso con los equipos, pero nunca, nunca, nos faltó bebida, ni comida, ni chicas, gracias al pelilargo Walter, que con una sonrisa, agradecía en nombre de Música y Luces.

Hacíamos, siempre bendecidos por el Santito de la Buena Suerte, algo así.

Walterpelilargosonrisaeterna, se paraba en la puerta y daba la bienvenida a los invitados, aún, antes que los quejosos pagadores de la fiesta.

Atilioelingeniero, era el primero en poner música, ajustaba los sonidos de la bandeja doble, la velocidad de cada plato y el volúmen de los auriculares.
Hasta que yo, el De Jota, hacía mi entrada triunfal.

Cómo que qué entrada triunfal.

Sepan, señoras y señores, que entre el primer y segundo plato, recién ahí, entraba yo.
Luego de fumarme dos fasos LM y de pegar un trago de Cubana Sello Verde, alcanzados por mi tocayo en la puerta.
Entonces, entre plato y plato, Atilio bajaba las luces.
Era un maestro.
El tipo iuminaba la puerta principal por dónde debía aparecer mi figura flaca y melancólica.
Yo, entraba con las valijas porta long play y saludaba inclinándo la cabeza en cada mesa, especialmente a la cumpleañera, los nuevos esposos, ó los agasajados del momento.
Mi tocayo era el primero en aplaudir.
Luego todos aplaudían, incluso los quejosos pagadores de  la fiesta.
Atilio me recibía con la música que nos identificaba.

Cómo que cuál música.

La misma que usó Obama treinta y seis años después, para bailar al asumir la Presidencia de los EE. UU.
Tomá vos.

Entonces yo llegaba a las bandejas, Atilio encendía todas las luces y aparecían los mozos con más y más comida.

Todo estaba bien.
El colectivo cientocuarentaysiete, pasaba por la puerta.
La "estanciera" de la policía, merodeaba por la esquina.
Algunos querían colarse sobornando a sonrisaeterna.
Empezaba el baile después de los postres.
Ahí, en ése preciso momento, yo me lucía.
Los quejosos pagadores, aceptaban con un apretón de manos, mis felicitaciones por tan hermosa fiesta y por habernos permitido, con la bendición del Santito de la Buena Suerte, estar en la fiesta.
Vieron que todo estaba bien?

Hasta que la gente empezaba a irse.
La música lenta del final, permitía "chapar" hasta el ultimo compás.
Las luces se apagaban.
Nos despedíamos de todos.
Walterpelilargosonrisaeterna, entregaba tarjetas en la puerta y saludaba efusivamente.
Atilioelingeniero, empezaba a desconectar cables y guardar los elementos prolijamente.
Yo me sentaba, acomodaba mis discos en las valijas porta long play y me iba antes que ellos.

Cómo que adónde me iba.

Afuera, envuelta en su sacón de piel, ella me esperaba con una sonrisa cansada y en el auto, se sacaba las sandalias y estiraba los piés.

 Ibarrechea

lunes, 16 de enero de 2012

IBARRECHEA: LA IMPORTANCIA DE LAS ESTRELLAS

Nosotros, los muchachos que carecemos de algunos privilegios, sabemos esperar.
Nos fuimos conociendo.
Nos hicimos amigos.
Nos contamos todas las desventuras.
Al final, reimos.

Fundamos nuestro club.
A ver chicas, adivinen dónde está el Club Social Nosotros Los Muchachos.

En cada hombre que vive solo.
Respuesta correcta.

Tenemos nuestras amigas, alguna un poco mas cariñosa que las otras.
Caminamos lentamente, tomamos café en los bares.
Nos gustan los bares que sacan las mesas a las veredas.
Nos gustan los bares que ponen el diario en las mesas.
Nos gustan los bares que ponen música suave.
Y observamos a nuestro alrededor.
Nos gustan la señoras que se sientan solas en los bares.

A ver chicas, ustedes que llenaron el formulario del Pasen y Vean, y completaron con una equis en el perfil del escribidor, actual Presidente del C.S.N.L.M.
¿Qué pusieron dónde dice..?
Películas favoritas: Apocalipsis now  ó Casablanca?
Libros favoritos: Cien años de soledad  ó  La isla de las tormentas?
Música favorita: Jazz ó Chill out?
Color favorito: Azul ó Gris?
Cantante favorita: Caren Carpenters ó Aretha Franklin?
Cantante favorito: Frank Sinatra ó Timmy Thomas?
Qué gusta de bailar? Boleros ó Pop setentosos?
Cuándo canta, qué canta? Tangos ó lo que se le viene en ganas?
A quién normalmente le escribe? A la Ciudad de Córdoba ó a Ustedes, preciosas?
Cuáles creen que son sus preferencias a la hora de beber? Whisky ó Champagne?
Cuáles creen que son sus comidas favoritas? Asado ó Pastas?
Y de noche qué creen que hace antes de dormir? Rezar ó mirar las estrellas?

Tranquilas, todas son respuestas correctas.

Les cuento algo chicas.
Nosotros, los muchachos que vivimos solos, sabemos de la importancia de las estrellas.
Solo que no sabemos cuántas son.
Ni ellas saben de nosotros.
Pero las tenemos de buenas compañeras.

Hace un largo tiempo, la señora de los buenos modales, me preguntaba si sabía sus nombres y en qué constelación se encontraban cada una de ellas.

"...Oh, mi buen Caballero, puede usted despojarse de esa ruin armadura que ostenta, de sus escudos, de su espada, desenvaine mejor su poesía, que está usted ahora frente a una dama desnuda, en ésta noche toda estrellada.."

Yo, empezaba siempre por la constelación de Virgo y antes de llegar a Escorpio, me quedaba dormido.
Preciosas, sabré esperar.














Ibarrechea
diceelwalter@gmail.com

jueves, 5 de enero de 2012

IBARRECHEA: LA MORA

La Mora, falleció en una apacible siesta de otoño, en la hora que eligen las hojas sueltas y tristes de los Paraísos, para amontonarse en los cordones de las veredas.

Entonces en silencio, Francisco, llamó a sus hijos y les contó lo sucedido.

De ahora en más hablaremos de La Mora, mujer Castellana llena de fuerzas, que utilizaba para darle forma a sus sueños.

Fue esposa ejemplar, madre ejemplar.

Sus manos no descansaban a la hora de amasar, de cocinar, de lavar, de amar, de agradecer.

Sus hijos crecieron, bajo las balas del General Franco, hasta que agazapados, subieron al barco que los dejaría en Buenos Aires.

La Mora trabajó a la par de su marido, nunca mostró señales de dolor ó cansancio y sólo se le recuerda aquel tremendo temor a las luces de los rayos y el estruendo posterior en las terribles tormentas.

Aún hoy, Francisco, cada mañana, camina hasta el cementerio, se arrodilla ante la tumba de quién fuera su compañera y le deja una flor.

Todos los dias.

Luego vuelve a su casa, camina por los canteros,  riega las plantas, conserva la huerta, come en silencio y duerme la siesta, esperando que las hojas tristes y sueltas del apacible otoño, se amontonen en el cordón de la vereda.

Ibarrechea.

IBARRECHEA: BIENVENIDO

Córdoba te despierta así, transpirado y mal dormido.
Vos arrastrás otras costumbres y aquí a las seis de la mañana, ya te estás haciendo un café.
Buen dia, dia.

En la famosa plaza Lavalle, te quedás conversando un rato con el cafetero alli apostado, el tipo te habla de todo, opina y sus palabras tienen un marcado acento de editorialista de diarios. El tema de hoy, la globalización. La influencia de Alemania para salvar el euro.

"Recuerdo que le di la mano a Perez Esquivel." me dijo.

El cuidacoches del Sanatorio Parque me pide fuego y me dice que un dia, "...los dos tomaremos una cerveza bien helada, así te cuento cosas de este barrio para tu blog, amigo."

Mis amigos me esperan en el centro, tercer café.

Hablamos de todo, "...Eu tenho saudades do Brasil, nâo posso esquecer suas praias, sua gente, nesta mesma hora lá, fazemos el almoço, aquim oh, tem arroz, feijoada, presunto, ceva, nâo da pra entendé!"

Cansados del calor, sólo piensan en vacaciones, a ver, a ver, miremos chicas lindas, caballeros.
La mujer Cordobesa es potencialmente maravillosa.

Para ser considerada la mujer más linda del mundo, ustedes chicas, deben reunir los siguientes requisitos,
a saber.

a) Haber nacido y/o crecido cerca de Deán Funes.
b) Tener un lunar en el pié derecho.
c) Haber tenido una perrita llamada Luli.
d) Ir de compras todas las tardes al Hipermercado.
e) Ir a misa todos los domingos.
f) LLorar a escondidas.
g) Conocer el perfil del que escribe el Pasen y Vean, al detalle y repetirlo de memoria.
h) Sonreir, abrazar.
i) Levantar el pié derecho para mostrar el talón, al besar.
La lista sigue.

Todas las demás, mujeres potencialmente maravillosas,  pueden pasar delante de nuestra mesa de café, que yo solo, en una servilleta, estaré dándole forma al formulario. Sin inmutarme.

Al mediodía Córdoba te va matando de calor en estos primeros días del año.
Eso, querido escribidor, a vos no te interesa, la vida social y el trabajo, ha renacido en tu agenda diaria.

A la siesta ya estás crocante.
Aunque el médico diga que esos ruiditos en tus huesos sea artrosis. "...isso é bobagem..!"

A la noche, estás listo para que la mujer más linda del mundo, pegue su bocado.
Y Jerónimo, el eterno Capitán Fundador, afirme desde el bronce, que ha recuperado un soldado, que le entregará el parte diario de sus barrios.

"Bienvenido..!" brindan los amigos, saludan todos.
Buenas noches, noche.

Ibarrechea